El PSOE autoriza la cesión de asesores parlamentarios entre grupos en un nuevo gesto a sus socios

El PSOE ha dado un paso más para favorecer a sus socios en el Congreso. Después de facilitar que Junts y ERC tengan grupo parlamentario propio y de la regulación del uso de las lenguas cooficiales, los socialistas, en consonancia con Sumar, han sacado adelante una propuesta en la Mesa de la Cámara Baja que permitirá ceder a otras formaciones parte del cupo asignado para el nombramiento de personal eventual. En definitiva, transferir de un grupo a otro la posibilidad de contratar asesores, a pesar de que se tienen más o menos en función del número de diputados.

Los socialistas lo plantearon de viva voz en la reunión de la semana pasada de la Mesa y, aunque el PP sugirió que formularan la propuesta de forma más concreta y por escrito, el acta de ese encuentro lo da definitivamente por aprobado, según confirman distintas fuentes consultadas. PSOE y Sumar gozan de mayoría en este órgano, por lo que han podido impulsarlo sin mayor problema. Sin embargo, se trata de un cambio de mucho calado. Hasta ahora, nunca ha sido posible traspasar asesores de un grupo a otro. Fuentes socialistas explican que con esta decisión cada partido podrá transferirlos "de su cupo". "Si uno tiene 100 y el otro 50, ambos podrán disponer de 75", ejemplifican.

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Hay tres tipos de personal al servicio de los grupos parlamentarios: asesor, asistente técnico y asistente. El reparto de los cupos se realiza atendiendo a los resultados electorales. Y solo puede gastarse en este tipo de trabajadores, no en otros, por ejemplo de intendencia. Si no se utiliza, el dinero que lleva aparejado estas contrataciones se pierde. No es posible derivarlo a otros usos.

Esta legislatura los partidos han pactado contar con 350 asesores en el Congreso, una cifra que coincide exactamente con el número de diputados que hay en la Cámara. Nunca se había llegado tan lejos. En la anterior hubo 318 asistentes. Se trata de personal dependiente del grupo que, después, cada dirección distribuye internamente. Lo que nunca ha sucedido es que la posibilidad de contratarlos se pueda traspasar de un partido a otro. Fuentes socialistas no aclaran a qué grupos, una vez aprobado, cederán ellos asesores, pero no parece probable que se impulse para ayudar al PP o a Vox.

La decisión se produce después de varios gestos destinados a ayudar a sus eventuales socios. Para continuar al frente del Gobierno, el presidente en funciones, Pedro Sánchez, necesita no solo el voto de formaciones que ya le respaldaron la pasada legislatura como PNV, ERC y EH Bildu, sino que requiere también del sí de Junts, con quien los socialistas han entablado contactos para pactar una posible amnistía de los delitos vinculados a los hechos del procés.

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En este contexto, desde las elecciones del 23 de julio se han sucedido las señales al independentismo catalán con el objetivo de lograr la investidura de Sánchez y consolidar una mayoría de Gobierno. El apoyo de Junts y de ERC y del resto de partidos del bloque ya permitió a los socialistas asegurarse el nombramiento de Francina Armengol como presidenta del Congreso y retener el control de la Mesa. Como contrapartida, el PSOE ha regulado el uso de las lenguas cooficiales en la Cámara, ha impulsado su uso en Europa y ha ayudado a las dos formaciones catalanas a tener grupo propio.

Ni ERC ni Junts, con siete diputados cada uno, cumplían los requisitos para disponer de grupo parlamentario y de los consiguientes beneficios de recursos que conlleva, pero el PSOE y Sumar les han cedido diputados para poder constituirlos. El reglamento no prevé esta opción, pero ya se había hecho en otras ocasiones. Ahora se avanza con la vía de los asesores. De esta manera, los socialistas han ido aproximando al independentismo catalán a su órbita. Colaborando con los republicanos como en la anterior legislatura y abriéndose a Junts, cuyo apoyo es indispensable para que Sánchez siga en la Moncloa. A la espera de que fracase la investidura esta semana de Alberto Núñez Feijóo y de cerrar definitivamente un acuerdo de investidura.