El Congreso aprueba el uso de lenguas cooficiales con PP y Vox a la gresca
La mayoría que eligió a Francina Armengol suma a Coalición Canaria y deja al PP con Vox y UPN. Los populares se abstienen ante una enmienda del PNV que obliga a traducir las leyes que se aprueben en el boletín oficial de la Cámara
La dirección del PP ha vuelto a brindar a Borja Sémper la oportunidad de subir a la tribuna del Congreso de los Diputados en el pleno de este jueves, que ha aprobado definitivamente la reforma del reglamento para el uso de las lenguas cooficiales en la Cámara. La norma ha contado con 180 síes y 170 noes después de que una diputada gallega del PP se haya cofundido. La mayoría que ha blindado esta remodelación es más amplia que la que eligió a Francina Armengol, ya que PSOE y Sumar se ganaron el apoyo de Coalición Canaria, por lo que han sido capaces de reunir 179 votos.
La aprobación del uso de las lenguas oficiales, en sólo dos días por la vía de la lectura única, ha vuelto a enfrentar a PP y Vox, como ya ocurrió en el Pleno inaugural. En esta ocasión el motivo es la abstención del PP en la enmienda planteada por Vox "contra los pinganillos del odio". Los populares también se han abstenido ante una modificación planteada por el PNV que obligará a publicar una traducción "auténtica" de las leyes que se aprueben en el Congreso cuando aparezcan en el boletín oficial de las Cortes. Desde el grupo parlamentario popular justifican que "no queríamos entrar en las enmiendas de otros grupos", y se escudan en que su abstención no cambia nada. La propuesta jeltzale contaba con el apoyo del resto de la mayoría.
Esta vez, y tras la polémica del pasado martes, el dirigente vasco del PP ha prescindido del euskera en su discurso y ha aprovechado una intervención íntegramente en castellano para apelar a la conciencia de los diputados socialistas por la intención de Sánchez de "poner España a la venta" a cambio de "alcanzar el poder". El dirigente ha incidido en que "negar la lengua común" en el Congreso es solo uno de los "pagos" al independentismo, al que seguirá la tramitación de una ley de amnistía.
"Si las necesidades de Sánchez cambian, ustedes cambian", lanzaba, dirigiéndose a la bancada socialista. "Si los independentistas exigen, ustedes conceden. No hay límites. Todo parece supeditado a la ambición de un solo hombre, Pedro Sánchez", añadía, acompañado casi en todo momento por los aplausos de sus compañeros de filas. El malestar entre diputados populares y otros cargos del partido por la intervención en euskera del también vicesecretario de Cultura del PP había opacado su primer discurso en la Cámara. Este jueves, Sémper ha insistido en el motivo por el que tomó esa decisión, que no era otro que demostrar que el reglamento ya permite el uso breve de lenguas cooficiales si le acompaña una traducción inmediata. No obstante, amplios sectores del partido insisten en que su intervención "no se entendió".
En el turno de réplica al diputado del PSC, Marc Lamuá, Sémper sí ha defendido veladamente su intervención del pasado martes pese a las críticas en su partido. "A lo largo de mi vida me han intentado decir e imponer en qué lengua hablar, cómo pensar y cómo vivir... Pero ni aquellos ni usted, nadie me va a decir a mí en qué lengua hablar", exclamaba. La polémica sigue viva 48 horas después, y este jueves el expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha criticado también el discurso en euskera de Sémper. "Traducirse a sí mismo es absurdo. Yo hubiese hablado en castellano", opinaba durante una entrevista en Cope.
Este miércoles, Sánchez allanó desde Nueva York el camino de la amnistía, al entender que "la crisis política" en Cataluña "no tuvo que derivar en una acción judicial". El discurso del jefe del Ejecutivo en funciones ha dado munición al PP para llevar su rechazo a la amnistía al pleno de la Cámara. Los populares buscan fisuras en las filas del PSOE, a los que Sémper ha interpelado casi de forma constante durante su intervención. "La pregunta es por qué hace unos meses la amnistía era imposible, y hoy es necesaria. Por qué dijeron que la respuesta al golpe de Estado en Cataluña merecía una respuesta contundente, y hoy creen que es equivocada. Por qué se dijo a los catalanes que el Estado de derecho los defendería, y hoy dicen que debe dejarlos tirados", ahondaba.
Vox vuelve a abandonar el hemiciclo
Vox ha aprovechado el debate para atizar tanto al PP como al PSOE. Aunque Sémper no ha utilizado esta vez el euskera, Pepa Millán, la portavoz del partido de Santiago Abascal, le ha reclamado que “no caiga en la trampa” de los socialistas. “Solo buscan contentar a sus socios que odian a España”, ha espetado al tiempo que ha calificado de “cómplices” a los populares de esta apuesta de los socialistas con las lenguas oficiales en el Congreso.
Millán ha instado al PP a que utilice su mayoría absoluta en el Senado para dar marcha atrás al uso del catalán, euskera y gallego, algo posible desde hace años tras una reforma del reglamento. “Algunos conciben las lenguas como un instrumento para expandir el odio”, ha zanjado la diputada por Córdoba, que se ha quedado en el pleno cuando el diputado socialista Marc Lamuà ha empezado a hablar en catalán. Abascal, Javier Ortega Smith y varios diputados más de la formación ultra han abandonado el hemiciclo, como hicieron en la sesión en la que se tramitó la reforma del reglamento.
“Son ustedes lo más absurdo que hay”, ha afirmado la portavoz de Vox en referencia a los socialistas, que ha ridiculizado que las traducciones se hagan todas en castellano. Es decir, que un diputado vascoparlante ha escuchado en español la intervención en catalán de Lamuà si es que necesita traducción. Para Millán, esta reforma del reglamento no es más que la “anteposición” de “la agenda ideológica” del Gobierno a los derechos de los españoles. Y ha acusado al PSOE de buscar dar desde la Moncloa “el golpe” que el independentismo catalán dio desde “la Generalidad” en 2017. Y la intención de Vox, ha dicho, es llevar a los tribunales a quien lleve a cabo ese gesto.
La dirección del PP ha vuelto a brindar a Borja Sémper la oportunidad de subir a la tribuna del Congreso de los Diputados en el pleno de este jueves, que ha aprobado definitivamente la reforma del reglamento para el uso de las lenguas cooficiales en la Cámara. La norma ha contado con 180 síes y 170 noes después de que una diputada gallega del PP se haya cofundido. La mayoría que ha blindado esta remodelación es más amplia que la que eligió a Francina Armengol, ya que PSOE y Sumar se ganaron el apoyo de Coalición Canaria, por lo que han sido capaces de reunir 179 votos.