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El PP se niega a usar el pinganillo y Vox inunda de 'cascos' el escaño de Sánchez
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Primer pleno plurilingüe

El PP se niega a usar el pinganillo y Vox inunda de 'cascos' el escaño de Sánchez

Un Congreso ya plurilingüe aprueba tramitar en 48 horas la reforma para usar las lenguas cooficiales de forma definitiva. Borja Sémper (PP) desarrolla parte de su intervención en euskera y provoca la segunda estampida de los diputados de Vox

Foto: Escaño de Sánchez con los cascos depositados por Vox. (Guillermo Sánchez/Vox)
Escaño de Sánchez con los cascos depositados por Vox. (Guillermo Sánchez/Vox)

Un Congreso de los Diputados ya plurilingüe ha dado luz verde a la tramitación de la reforma que consolidará el uso del catalán, del euskera y del gallego en las intervenciones en el hemiciclo, en las comisiones y las iniciativas escritas. El primer pleno de la legislatura ha servido para encarrilar la modificación del Reglamento exigida por Junts y ERC a Pedro Sánchez, a pesar de los intentos fallidos del PP por frenarla, mientras Vox escenificaba su enfado abandonando, hasta en dos ocasiones, el hemiciclo del Palacio de la carrera de San Jerónimo. Por 179 votos a favor y 171 en contra, el pleno ha avalado también su tramitación por la vía de urgencia y en lectura única. Esto supone que la reforma verá la luz en apenas 48 horas.

Entre medias, Vox ha tardado apenas nueve minutos en abandonar el pleno. La portavoz del partido de Santiago Abascal, Pepa Millán, ha pedido la palabra cuando el diputado José Ramón Besteiro (PSOE) ya se encontraba en la tribuna de oradores y había comenzado su discurso. La presidenta de la Cámara Baja, Francina Armengol, ha rechazado concedérsela, afirmando que el Reglamento lo impide mientras ya hay alguien en el uso de la palabra.

Millán y el resto de diputados de Vox han abandonado el hemiciclo depositando sus pinganillos y petacas en el escaño vacío de Pedro Sánchez. Una hora y cuarto después, al filo de las 13.25, la portavoz y los diputados regresaban a la Cámara, pero no han aguantado más de cinco minutos en sus escaños. Volvieron a dejar la Cámara cuando el encargado de defender el no del PP, Borja Sémper, desarrollaba una breve parte de su intervención en euskera. "No quiero que se levanten y se vayan, quiero que debatan", respondía Sémper desde la tribuna.

Al margen de la estampida de Vox, el primer pleno plurilingüe de la historia democrática en el Congreso no ha estado exento de polémica. Pese a la utilización del euskera en la intervención de Sémper, lo cierto es que ninguno de los diputados del PP ha utilizado el pinganillo del que disponen para escuchar las intervenciones en lenguas cooficiales, como ha sido el caso de Gabriel Rufián (ERC) o Mertxe Aizpurua (EH Bildu). Los diputados conservadores han podido seguirlo a través de pantallas que muestran, en tiempo real, subtítulos en castellano. "Supongo que no van a obligarnos a usar traductores en la capital de España", se quejaban desde Génova, en señal de protesta.

Foto: Imagen de archivo del Congreso de los Diputados. (EFE/Fernando Villar)

Antes de la aprobación de la reforma, la mayoría de PSOE y Sumar en la Mesa ha dispuesto un acuerdo por el que el pleno de este martes es el primero en el que se escuchan las lenguas cooficiales en el hemiciclo, con un sistema de traducción simultánea que aún se aplica de forma provisional. Al inicio de la sesión, la portavoz del PP, Cuca Gamarra, reclamó la palabra para exigir a la presidenta que "cumpla la ley", y que el pleno se desarrolle como hasta la fecha, sin pinganillos. Al menos, hasta la aprobación de la reforma que consolidará el derecho a usar estas lenguas, en la sesión de este jueves.

"Esta no ley no puede entrar en vigor", decía, "si no se ha debatido" y menos "aprobado". "Pediría que el desarrollo del pleno se haga conforme al Reglamento"; "cumplamos con la ley y sea usted la primera que la cumple", apostilló. Armengol le recordó que la propuesta de reconsideración planteada por el PP contra el acuerdo que da soporte al uso de estas lenguas de forma provisional "se oirá en la Junta de Portavoces" la próxima semana, y será entonces cuando la Mesa se pronuncie sobre este escrito.

Los equipos técnicos del Congreso han trabajado contrarreloj para armar una fórmula que permitiera el uso de las lenguas cooficiales antes, incluso, de lo inicialmente previsto. Esto es, antes del pleno de investidura de Alberto Núñez Feijóo, que se celebrará la próxima semana, y que se prevé fallido. En total, el Congreso gastará 53.500 euros en equipos, 8.500 en servicios de transcripción y una cantidad aún por determinar para costear el trabajo de los intérpretes, que operan de forma remota, sin pisar la Cámara Baja. Esta cantidad no puede pasar de los 217.900 euros, y es un presupuesto de máximo estimado por la Secretaría General. En total, desde este 19 de septiembre, y hasta el 31 de diciembre, supondrá un desembolso de algo más de 60.000 euros en equipos, y no podrá superar los 217.000 para retribuir a los traductores.

El resultado del 23-J ha despojado a Vox de algunas de sus principales armas parlamentarias. Los 33 diputados con los que cuenta el partido de Abascal no son suficientes para impulsar mociones de censura —presentaron dos la pasada legislatura—, o para acudir al Tribunal Constitucional. Tampoco tienen asiento en la Mesa del Congreso, por lo que conocen en diferido los debates y decisiones en el órgano parlamentario. Pese a ello, intentan mantener su imagen de oposición en contraposición con el PP, y este martes han tratado de evidenciar ese papel paralizando el pleno, abandonando el hemiciclo y dejando sus pinganillos en el escaño del presidente del Gobierno en funciones, para después difundir esta fotografía.

Foto: El vicesecretario de Cultura y Sociedad Abierta del PP, Borja Sémper (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

"Estamos asistiendo a una exaltación de la división y del enfrentamiento con el dinero de todos los españoles. Y nosotros no vamos a ser cómplices", afirmó, desde fuera del hemiciclo. Finalmente, subió a la tribuna dos horas y media después de que arrancase el pleno: "La sede de la soberanía nacional no es un mercado en el que se pueda transaccionar la libertad de los españoles para cumplir con los prófugos de la Justicia o con el brazo político de ETA", despachó, censurando también la intervención de Sémper. "No vamos a formar parte de este sainete independentista. Se pueden ahorrar nuestros traductores y nuestros pinganillos", zanjaba.

"¿Qué le está pasando a España? ¿Qué le está pasando a esta Cámara?", comenzaba Sémper, que este martes se ha estrenado en la tribuna de la Cámara Baja. El dirigente popular ha cuestionado los discursos de diferentes portavoces, como el de Mertxe Aizpurua (EH Bildu), a la que ha interpelado en euskera. "Tenemos una gran suerte, y esa es la realidad. En España compartimos una lengua común, que es el castellano, del mismo modo que hay otras lenguas internas que perviven", reiteraba el político vasco, primero en euskera, y después en castellano. El portavoz del PP ha cuestionado que lenguas como el euskera o el catalán estén "perseguidas", y ha pronunciado un alegato a favor de su protección y blindaje, pero en contra de su utilización como "arma política". "Lo que hacen ustedes aquí hoy es atentar contra lo común", finalizaba.

Foto: Pedro Sánchez y Francina Armengol. (EFE/Chema Moya)

Su utilización del euskera generaba sorpresa, toda vez que este mismo lunes defendió que el Partido Popular "no haría el canelo" y se expresaría en castellano en el Congreso de los Diputados. "Ojalá la derecha española se parezca más a usted y no a Ayuso. Me ha gustado oírle en euskera, pero sus socios de gobierno en ayuntamientos y comunidades se han ido al oírle", celebraba Gabriel Rufián (ERC) en el turno de réplica. Otros diputados, como Íñigo Errejón o Aitor Esteban, han tirado de ironía para referirse a la intervención de Sémper. "Pues parece que ha hecho finalmente, en sus propias palabras, el canelo", ironizaba en redes sociales el portavoz del PNV.

PSOE y Sumar piden "normalizar lo que ya es normal para millones"

Por su parte, los partidos del Gobierno en funciones y sus potenciales socios para la investidura han celebrado el libre uso de las lenguas cooficiales. El socialista Besteiro se congratulaba porque el pleno apueste por "normalizar lo que ya es normal para millones de ciudadanos", mientras la portavoz de Sumar, Marta Lois, cuestionaba la ofensiva del PP contra esta iniciativa. "La posibilidad de hablar en una lengua no niega las otras", afirmó.

Un Congreso de los Diputados ya plurilingüe ha dado luz verde a la tramitación de la reforma que consolidará el uso del catalán, del euskera y del gallego en las intervenciones en el hemiciclo, en las comisiones y las iniciativas escritas. El primer pleno de la legislatura ha servido para encarrilar la modificación del Reglamento exigida por Junts y ERC a Pedro Sánchez, a pesar de los intentos fallidos del PP por frenarla, mientras Vox escenificaba su enfado abandonando, hasta en dos ocasiones, el hemiciclo del Palacio de la carrera de San Jerónimo. Por 179 votos a favor y 171 en contra, el pleno ha avalado también su tramitación por la vía de urgencia y en lectura única. Esto supone que la reforma verá la luz en apenas 48 horas.

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