El juez ordena que un médico diga si Negreira puede declarar pese a su "estado mental"

El juez de Instrucción Número 1 de Barcelona, Joaquín Aguirre, ha ordenado a un médico forense que examine el “estado mental” del exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) José María Enríquez Negreira. El magistrado quiere saber si la enfermedad degenerativa que dice padecer le permite declarar como imputado en la investigación sobre los siete millones de euros que recibió durante casi dos décadas por parte del Fútbol Club Barcelona a cambio de un trato de favor. Según la denuncia presentada por la Fiscalía, ese dinero tenía la intención de influir en el estamento arbitral en favor del conjunto catalán.

"Cítese José María Enríquez Negreira ante el médico forense a fin de que éste efectúe dictamen sobre el estado mental del investigado en la actualidad, concretando si se encuentra en condiciones mentales adecuadas para prestar declaración", dice la providencia del juez con fecha del 27 de agosto a la que ha tenido acceso El Confidencial.

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Enríquez Negreira es la persona clave del caso y quien guarda los secretos de, al menos, las últimas cuatro directivas del Barça. Los pagos que reconocen los investigadores se remontan al año 2001 bajo el mandato de Joan Gaspart y se extendieron hasta 2018 abarcando también la primera época de Joan Laporta y sus sucesores Sandro Rosell y Josep María Bartomeu, quien cortó la relación en 2018. Coincidió que ese año Negreira dejó de ser el número dos de los árbitros españoles, un puesto que ostentó desde principios de la década de los 90.

Aunque Enríquez Negreira no está obligado a decir la verdad, ni siquiera a declarar en esta fase de la causa al figurar como imputado, alegó padecer alzhéimer, según adelantó El Español en febrero. De ese modo, podría salvarse del caso por razones de salud. Pero el juez Aguirre quiere saber si esa enfermedad degenerativa le imposibilita realmente para prestar declaración sobre los hechos investigados o se trata solo de una coartada de la que podrían, además, beneficiarse el resto de encausados. Junto al exárbitro, el caso se extiende sobre su hijo Javier Enríquez Romero, los expresidentes del Barça Bartomeu y Rosell, y los exdirectivos blaugranas Òscar Grau y Albert Soler.

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Entre la extensa documentación que obra en poder de los investigadores, constan los movimientos de las tarjetas de crédito del que fuera vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros. Reflejan pagos de sumas desorbitadas durante años en los mejores restaurantes de Madrid y Barcelona, según consta en los datos de sus cuentas a los que ha tenido acceso este periódico. En la relación de gastos que realizó, figuran asadores como el Txistu de la capital, marisquerías como Portobello y La Sala, así como el restaurante Esthvan de San Andreu, en el que llegó a pagar 2.420 euros en febrero de 2016.

En los movimientos también hay gastos en compra de lotería en la conocida sucursal de la Bruixa d'Or en Sort o billetes de avión. Los investigadores sospechan que lo hizo a cambio de hacer valer su influencia en el estamento arbitral y lograr decisiones favorables para el conjunto blaugrana. Una de las tesis de la investigación es que ese dinero no se lo quedaba solo Enríquez Negreira, sino que se servía para comprar a terceros.

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La Fiscalía acusa también de un presunto delito de corrupción al Barça como entidad jurídica por pagar durante casi dos décadas al vicepresidente de los árbitros españoles. Los investigadores sostienen que lo hacía para lograr un trato de favor aprovechando que el número dos del CTA tenía capacidad para asignar los árbitros que pitaban cada jornada, así como los ascensos y descensos de colegiados al acabar cada temporada.