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El PSOE marca los tiempos a JxCAT y ERC y aplaza la financiación hasta después del 17-A
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"No tenemos prisa", dice Bolaños

El PSOE marca los tiempos a JxCAT y ERC y aplaza la financiación hasta después del 17-A

Fuentes socialistas admiten que la reforma se ha abordado, pero informalmente: "Será un asunto de legislatura". No habrá Consejo de Política Fiscal y Financiera próximamente

Foto: Félix Bolaños y Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, en el Congreso de los Diputados. (EFE/Mariscal)
Félix Bolaños y Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, en el Congreso de los Diputados. (EFE/Mariscal)
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Pedro Sánchez todavía tardará en aparecer por el Congreso para recoger su credencial como diputado por Madrid. Primero, porque el conteo final en la provincia no se ha resuelto y formalmente todavía no puede. Segundo, porque está de vacaciones en Marruecos. Y tercero, y más importante, porque él fue quien decretó unas negociaciones lentas. Incluso parsimoniosas. Aunque es cierto que hay conversaciones “discretas”, el proceso de investidura no tomará velocidad de crucero hasta después de que haya llegado la primera meta volante: la apertura de las Cortes y la conformación de la Mesa del Congreso. Será el 17 de agosto y será entonces cuando empiecen a desvelarse las cartas del PSOE y sus aliados de Sumar en su intento por mantener a Sánchez en la Moncloa. Después llegará el turno de hablar de financiación autonómica, uno de los elementos de los que se ha hablado en este primer tramo.

Después de lanzar a principios de semana el globo sonda de la financiación autonómica como eje de las negociaciones, los socialistas atemperan ahora ese debate y lo sitúan después del 17-A. Fuentes socialistas admiten que el asunto se está tratando en las conversaciones que ya existen. Incluso a pesar de que Junts per Catalunya, que tiene la clave de la investidura, todavía no ha nombrado un equipo negociador, como sí han hecho en el PSOE, en Sumar y en ERC. Pero estas fuentes admiten que el melón de la financiación de las comunidades autónomas se abrirá de verdad después de la conformación de la Mesa, cuando las negociaciones ya estén encaminadas a lograr una investidura.

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“El Gobierno no tiene ninguna prisa”, dijo este jueves Félix Bolaños en una visita a las obras del AVE en Almería. A pesar de la confusión entre la institución y el partido, el ministro de Presidencia en funciones mandaba así un mensaje desde la dirección del PSOE a sus potenciales socios. Concretamente, a esos que están en “posiciones maximalistas”. El dardo apunta directamente a Junts y a ERC, sobre todo después de que los republicanos se hayan subido al modelo más exigente de los neoconvergentes de Carles Puigdemont. Ahora mismo, las peticiones del independentismo catalán están directamente relacionadas con el referéndum de autodeterminación y la amnistía.

Este mensaje, casualmente, ha coincidido con la publicación de un barómetro del CIS en el que el organismo que dirige José Félix Tezanos aborda las tendencias de voto en la recta final de la campaña. El sondeo apunta a que los votantes de los potenciales socios de Sánchez prefieren al socialista como presidente del Gobierno en porcentajes que van desde el 50,5% de Bildu al 66,6% de ERC. Y el dato de Junts es especialmente llamativo, con un 56,7% a favor de que el líder del PSOE siga en la Moncloa frente al 16% que no quiere a ninguno de los líderes nacionales como jefe del Ejecutivo.

Lo habitual es que en la negociación de la Mesa se aborden asuntos casi logísticos, como la creación de los grupos parlamentarios o el reparto de los ocho asientos que acompañan al escaño del presidente del Congreso. Junts y ERC no tienen suficientes escaños ni han logrado el porcentaje de voto necesario para formar su propio grupo. Pero existe la posibilidad de que la presidencia del Congreso haga una lectura flexible del reglamento y se les conceda esta condición. Hay precedentes. Y esto permitiría a los independentistas contar con más fondos y más margen de maniobra en la vida parlamentaria. Esa es una de las bazas que tiene el PSOE en su mano.

Los asientos de la Mesa

Más compleja es la posibilidad de que se le conceda a alguno de estos partidos un asiento en la Mesa si eso significa que PSOE y Sumar no tienen mayoría. Los socialistas no tienen intención alguna de perder esta mayoría en favor de uno de sus socios de investidura, según admitió hace unos días un miembro de la ejecutiva federal. Su tesis consistía en que era imposible darle un asiento a un partido y no a otro, lo que podría generar agravios entre las formaciones nacionalistas que apoyaron la investidura de Sánchez en 2019.

El PP ha planteado la posibilidad a los nacionalistas de aliarse para que PSOE y Sumar no tengan mayoría en la Mesa del Congreso

PSOE y Sumar tienen ahora seis de los nueve puestos, pero el resultado del 23-J y el voto secreto de estas elecciones hacen necesarias grandes dosis de habilidad parlamentaria para controlar el reparto de las vicepresidencias y las secretarías del órgano rector del Congreso. Sobre todo si se tiene en cuenta que los socialistas necesitan a sus socios (ERC, Bildu, BNG y PNV) y a Junts para poder maniobrar en la marejada de la conformación de la Mesa. Y más aún cuando el PP ha lanzado la idea a los nacionalistas de aliarse para intentar que Sánchez y Díaz no tengan la mayoría y poder maniatar su acción de gobierno en caso de que el líder socialista logre una investidura.

Lo que queda claro es que el globo sonda de financiación autonómica todavía tiene que planear. La ministra portavoz, Isabel Rodríguez, dijo este jueves en el Congreso que la intención del PSOE es negociar “con todos los partidos y con las comunidades autónomas”. Incluso aludió a la reforma de la financiación de los ayuntamientos. “Será un asunto de la legislatura”, apunta una fuente del Ministerio de Hacienda y Función Pública, que asegura que el reparto de fondos entre las comunidades es un asunto que aparece en todas las negociaciones entre partidos.

Foto: Carlos Mazón y Fernando López Miras, con el empresario Vicente Boluda. (EFE/Morell)

Donde no aparece es en las conversaciones entre populares y socialistas, que están prácticamente rotas. Aunque en Ferraz aseguran que nada de lo que ocurra en Ceuta es extrapolable al resto del país, la dureza del PSOE en su rechazo a un pacto con el PP de Juan Jesús Vivas da pistas del mal momento por el que pasan las relaciones entre ambos partidos. En materia de financiación, de hecho, casi nunca se han puesto de acuerdo. No es casualidad que la mayor parte de las reformas del sistema sean resultado de un pacto entre el Gobierno de turno y los nacionalistas catalanes. Incluido aquí José María Aznar.

La posición en este extraño agosto es la misma que han mantenido siempre. El responsable económico de Génova, Juan Bravo, insistió en que es necesario convocar un Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), el organismo que reúne al Gobierno con las comunidades para abordar este tipo de asuntos. Así lo reclaman también algunas de las comunidades gobernadas por el PP e interesadas en remodelar la financiación, como Andalucía.

“El CPFF ni está ni se le espera”, responde una fuente del Ejecutivo, que recuerda que un Gobierno en funciones no suele convocar este tipo de reuniones. Y que la reforma del modelo de financiación no tiene necesidad de pasar por este órgano, sino que se aprueba por medio de una ley orgánica. Eso encaja con las tesis de María Jesús Montero, que viene reclamando al PP que antes de abordar el asunto tome una postura única entre sus barones, ya que cada uno tiene una prioridad en función de las características de la comunidad que preside.

Pedro Sánchez todavía tardará en aparecer por el Congreso para recoger su credencial como diputado por Madrid. Primero, porque el conteo final en la provincia no se ha resuelto y formalmente todavía no puede. Segundo, porque está de vacaciones en Marruecos. Y tercero, y más importante, porque él fue quien decretó unas negociaciones lentas. Incluso parsimoniosas. Aunque es cierto que hay conversaciones “discretas”, el proceso de investidura no tomará velocidad de crucero hasta después de que haya llegado la primera meta volante: la apertura de las Cortes y la conformación de la Mesa del Congreso. Será el 17 de agosto y será entonces cuando empiecen a desvelarse las cartas del PSOE y sus aliados de Sumar en su intento por mantener a Sánchez en la Moncloa. Después llegará el turno de hablar de financiación autonómica, uno de los elementos de los que se ha hablado en este primer tramo.

Pedro Sánchez Félix Bolaños Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) Junts per Catalunya
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