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JxCAT continúa sin designar interlocutores para negociar la investidura de Sánchez
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Solo torpedean las iniciativas

JxCAT continúa sin designar interlocutores para negociar la investidura de Sánchez

La ausencia de un representante envía el mensaje de que solo existe un portavoz válido en esta cuestión para hablar con el resto de fuerzas: Carles Puigdemont

Foto: Jordi Turull (d), con el portavoz de JxCAT, Josep Rius. (EFE/Enric Fontcuberta)
Jordi Turull (d), con el portavoz de JxCAT, Josep Rius. (EFE/Enric Fontcuberta)
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Mientras el resto de formaciones va haciendo los deberes, JxCAT sigue sin designar sus interlocutores para negociar la investidura de Pedro Sánchez. Ni con el PSOE, ni con ERC, que sigue clamando en el desierto por aunar una postura entre los independentistas antes de acudir a plantear una posición en Madrid. Según valoran fuentes de Junts, es una manera de decir, sin decirlo, que solo hay un portavoz válido en esta cuestión: el expresidente catalán y eurodiputado Carles Puigdemont.

Puigdemont, desde sus vacaciones en el sur de Francia y su cuenta de Twitter, solo se dedica a torpedear cualquier globo sonda que llegue, tanto desde ERC como desde los socialistas. Cualquier iniciativa a favor del diálogo topa con el muro del fundador del partido. El último golpe ha sido contra la propuesta de que se pueda hablar catalán en el Congreso cambiando el reglamento: “En ningún punto del reglamento se dice que exista la obligación de utilizar el castellano, o la prohibición de utilizar otra lengua oficial. Por tanto, la voluntad política de la presidencia es suficiente. Y voluntad hasta ahora nunca ha habido”. El expresident no compra nada: ya sea la financiación autonómica, el uso de las lenguas cooficiales o la condonación del FLA.

Foto: Félix Bolaños, ministro de la Presidencia en funciones, en el Congreso de los Diputados. (EFE/Mariscal)

El PSOE ha delegado en el ministro de la Presidencia en funciones, Félix Bolaños, armar los mimbres de la investidura. Yolanda Díaz ha hecho lo propio con Jaume Asens. Y ERC ha designado un equipo de interlocutores con el que se podría integrar un equipo de fútbol sala: Teresa Jordà, Gabriel Rufián, la senadora Sara Bailac, la secretaria general, Marta Rovira, la portavoz Marta Vilalta, el exconseller Juli Fernàndez y el líder del grupo parlamentario en el Parlament, Josep Maria Jové.

En comparación, Jordi Turull el secretario general de JxCAT, se ha ido a un viaje de cooperación a Brasil. En el Palau de la Generalitat están esperando a que vuelva para saber a qué atenerse, según reconocen fuentes de la Conselleria de Presidència. La ausencia de Turull, el silencio de la formación y los tuits de Puigdemont: la receta perfecta para hacer descarrilar la investidura a cámara lenta durante el periodo estival.

Foto: Rueda de prensa de Pere Aragonès en el Palau de la Generalitat. (EFE/Enric Fontcuberta)

Turull es el hombre clave. Hace de puente entre Carles Puigdemont, el sector de Laura Borràs y los pragmáticos integrados por exconsellers y alcaldes que ven con inquietud la deriva que va tomando la formación, tan lejos de Jordi Pujol, Artur Mas y el resto de referentes históricos de la extinta Convergència.

Llenar el vacío

Y el vacío de Turull lo van llenando en redes sociales todos los contrarios a la investidura. Es el caso del expresidente Quim Torra, poniendo en duda los planteamientos de Marta Rovira a favor de la negociación: “Con todos los respetos, querida. Efectivamente, pactamos amnistía y derecho de autodeterminación. Pero eso no es lo que aceptó usted cuando permitió la investidura de Pedro Sánchez. Por eso Laura Borràs votó que no. Ojalá esta vez se cumpla”. O la propia Borràs, protegida de Torra, y presidenta de JxCAT, retuiteando críticas a artículos de la cúpula de los republicanos en el diario Ara diciendo que la actual situación es una oportunidad.

En JxCAT temen que ERC sea más Esquerra (izquierda) que independentista

En JxCAT, temen que la lealtad de ERC no está con ellos, por mucho que de Pere Aragonès para abajo todo sean llamamientos a la unidad con los de Carles Puigdemont, sino con la izquierda española. Es decir, Esquerra es más izquierda que catalana, para ellos, según fuentes de Junts. Y, por tanto, prima la desconfianza.

Sin puentes

La relación entre Carles Puigdemont y el presidente de ERC es inexistente. No se hablan. Y con Marta Rovira hace más de un año que el expresident fugado no mantiene contacto alguno, según reconoce el propio fundador de Junts.

Foto: El 'exconseller' Francesc Homs (d) y el exalcalde Xavier Trias (2d), junto al secretario general de JxCAT, Jordi Turull (2i), escuchan una intervención del expresidente catalán Carles Puigdemont en un mitin del 23-J. (EFE/Enric Fontcuberta)

Además, la mitad de los planteamientos de ERC —hablar del traspaso de los cercanías o de la mejora de la financiación— son calificados de traición por la gente de JxCAT. La apuesta de Junts en general, y de Puigdemont en particular, es la pureza ideológica. Y la única manera de parecer puro es estrechar el campo. Plantear solo la amnistía y el referéndum. Justo de lo que el Gobierno, como ha advertido Bolaños, no quiere hablar. La formación independentista, mientras, va administrando su silencio. Entienden que esto todavía será largo: primero tendrá que presentar su candidatura Alberto Núñez Feijóo. El proceso será lento y en JxCAT se están reservando.

Mientras el resto de formaciones va haciendo los deberes, JxCAT sigue sin designar sus interlocutores para negociar la investidura de Pedro Sánchez. Ni con el PSOE, ni con ERC, que sigue clamando en el desierto por aunar una postura entre los independentistas antes de acudir a plantear una posición en Madrid. Según valoran fuentes de Junts, es una manera de decir, sin decirlo, que solo hay un portavoz válido en esta cuestión: el expresidente catalán y eurodiputado Carles Puigdemont.

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