Es noticia
La demoscopia, en el diván: ¿por qué tenemos tantas encuestas y pocas aciertan?
  1. España
ESPAÑA, EL PAÍS QUE MÁS PREGUNTA

La demoscopia, en el diván: ¿por qué tenemos tantas encuestas y pocas aciertan?

La sensación que cunde desde el domingo es que cuantas más encuestas electorales se hacen, más fallan. Una paradoja que desvela todos los errores que está cometiendo el sector

Foto: Una mesa electoral, en Madrid. (EFE/J.P. Gandul)
Una mesa electoral, en Madrid. (EFE/J.P. Gandul)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Una pegatina lo dice todo: la que rezaba "Tezanos was (right) again" y que se puedo avistar la noche del domingo en Ferraz, celebrando que el director del CIS no estuviese tan desencaminado a la hora de predecir el crecimiento del PSOE en las elecciones. Hace muy poco tiempo era impensable que la demoscopia levantase tantas pasiones, pero la pegatina es un buen símbolo de “la batalla mediático-ideológica” que ha rodeado las últimas elecciones generales, como señala un analista.

Nunca ha habido tantas encuestadoras en España ni tantos trackings, ni los directores de estas agencias habían tenido tanta presencia en los medios de comunicación, y nunca antes había cundido tanto la sensación de fracaso a la hora de anticipar los resultados de las elecciones. La reacción: algunos medios han llegado a publicar que “Michavila hace bueno a Tezanos”, ahondando en ese enfrentamiento entre el CIS y GAD3 que refleja la guerra entre los bloques de izquierda y derecha.

"Cada vez hay más 'trackings', lo que compromete la calidad"

España es, con diferencia, el país europeo donde más encuestas electorales se llevan a cabo, como recuerda Alberto López, investigador posdoctoral de la Universidad Libre de Ámsterdam y editor de Predi. En el último año electoral, en Italia se realizaron 297 encuestas; en Alemania, 282, y en Reino Unido, 253. El listado de encuestas realizadas durante este año en España recoge casi 500.

“Somos una anomalía, hacemos muchísimas más encuestas que los países vecinos”, explica López. “Hay una escalada de cada vez más y más trackings, lo que compromete la calidad, porque hay algunas con apenas 300 entrevistas”. Con tan pocos datos, es difícil predecir ciertos cambios de tendencia. Ignacio Varela, consultor y analista político, está de acuerdo en que "la calidad ha descendido" clarísimamente: "Los medios, y en eso tenemos mucha culpa, queremos dar información demoscópica a precios muy baratos, y se encargan encuestas a institutos muy pequeños que no tienen capacidad de garantizar la calidad de la materia prima o compramos encuestas a precios ridículos, comprando un producto de mala calidad. Una encuesta bien hecha sale cara".

El listado de las últimas encuestas publicadas muestra que la mayoría no fueron capaces de recoger la remontada socialista: las encuestas daban 108 escaños, frente a los 122 finalmente obtenidos. Varias compañías otorgaron al bloque de derechas en torno a 180 diputados, en lugar de los 169 que consiguió. Empresas como GAD3 reconocían a El Confidencial no haber detectado el cansancio final del PP y prometían hacer examen de conciencia.

La propia GAD 3 publicaba un tuit en el que asumía “la desviación de nuestra predicción en esta noche electoral”. Metroscopia publicaba este lunes una nota de prensa con su “autocrítica demoscópica”, en la que calificaba de “errónea” la decisión de no dar suficiente importancia a la reducción de votantes del PSOE al PP.

Pedir peras al olmo

Los medios de comunicación intepretan las encuestas atribuyéndoles una capacidad de predicción y precisión que no tienen, señalan los analistas. Por eso provocan “una sensación de fracaso” cuando no atinan con los resultados. El problema, señala Iván Serrano, profesor de Ciencia Política de la Universitat Oberta de Catalunya, son todas las cosas que les pedimos a las encuestas electorales y que no nos pueden dar: “Queremos que generen noticias, que sirvan como marketing político y, por último, lo más olvidado, intentar buscar relaciones causales de investigación”. "El problema es que con encuestas de 2.000 o 3.000 votos solo puedes obtener porcentajes de voto, no escaños, y nos hemos obsesionado con dar este dato", recuerda Varela. "Es verdad que puedes hacer proyecciones, pero ese no es el objetivo de la encuesta".

"Todas quieren vender su producto, así que es tentador decir que siempre aciertas"

Al final, añade, una encuesta no es un instrumento de mesura, “sino una herramienta electoral”. La espectacularización de las encuestas ha provocado que se les otorgue mucho más peso del que tienen, pero las encuestadoras también se han sumado a esta dinámica. “No hay nada que genere más interés que decir que Vox o Bildu pueden entrar en el Gobierno: si la gente vive cada movimiento como si fuese a hacer desaparecer la democracia, el interés social por conocer el último dato aumenta”, recuerda López. “Ahora bien, eso puede provocar que se comprometa la calidad, tiene más que ver con el ruido que con una variación real en la opinión pública”.

Lo irónico del caso es que los expertos coinciden en que los errores de la mayoría de encuestadoras como GAD3 son totalmente asumibles. Alguno de ellos, como Endika Núñez, analista de datos de Precisa, ha llegado a defenderlas en redes sociales. Como recuerda a El Confidencial, “estos errores de dos o tres puntos por sondeo entran dentro de lo normal, es mucho más una percepción de lo que iba a ocurrir y no ha ocurrido que de un error garrafal de las encuestas”.

Si reparamos ahora más que nunca en esos errores es porque las encuestas se han convertido en un producto periodístico estrella y los directores de las encuestadoras han frecuentado los platós televisivos durante las últimas semanas, dándoles una visibilidad que antes no tenían. “En el momento en que pones tanta contundencia como han hecho desde GAD3 en un escenario en concreto y entras en esa narrativa, luego es un shock muy importante si no sale así”, explica Núñez.

Al convertirse en herramientas de marketing político y prospección, es casi imposible no decepcionar ante escenarios más complejos. Son empresas que se debaten entre la necesidad de curarse en salud y hacer alarde de su capacidad de acierto. “Cada uno quiere vender su propuesta, así que es tentador decir que tus encuestas siempre aciertan, a pesar de que son instrumentos que tienen sus limitaciones”, añade Serrano. “Es normal que no aciertes, pero, claro, es que le has dicho al cliente que tus encuestas son las mejores”.

"En España vamos a los macrodatos y al titular para la prensa"

Esta abundancia supone además la aparición de nuevas encuestadoras cuya calidad es dudosa. En España, no suele estilarse publicar los datos brutos en abierto. La mayoría de encuestas españolas se centra en la intención de voto, que es lo más atractivo para los medios de comunicación, y pasa por alto otros factores que sí suele tener en cuenta la demoscopia estadounidense, como las tablas cruzadas o los microdatos. Como explica Núñez, que reconoce que su agencia se equivocó en los resultados pero sí atinó con la tendencia, “en España vamos con el titular y las cifras macro y nos dejamos las micro, que es donde está la chicha”.

¿Qué ha pasado?

Las encuestas que más se han desviado han sido las publicadas en medios conservadores como NC Report (La Razón), Data10 (OK Diario), Target Point (El Debate), GAD3 (ABC) y Sigma2 (El Mundo). Más que sobrevalorar a la derecha, recuerda Serrano, su problema ha sido infravalorar a la izquierda, al obviar los movimientos que se produjeron durante la última semana. Varela elogia las de 40db y Sociométrica.

“Que la mayoría de encuestas señalen el mismo error sistemático muestra alguna dificultad como instrumento para recoger algo que existía en el electorado pero era difícil de captar”, añade el profesor. “Esto es normal”, dice López. “Hay encuestas que aciertan mejor las tendencias al alza de la izquierda, como IMOP, y otras como GAD3 suelen acertar los resultados, pero no perciben tan bien cuando la derecha cae, aunque en ningún caso ha sido un desvío catastrófico”.

Varela califica de "espejismo demoscópico" lo ocurrido, y recuerda que probablemente las propias encuestas hayan sido las que han propiciado este movimiento de votos que ha desmentido a las encuestas. Otro motivo es que los institutos de opinión tienden a converger en sus predicciones justo antes de las elecciones, "porque es mejor equivocarse en grupo que uno solo". Han sido además unas elecciones particularmente complicadas, en las que los resultados de los comicios de mayo han provocado que el votante de izquierda sea más difícil de capturar, con la desaparición de partidos como Unidas Podemos o Ciudadanos y la celebración de las elecciones en verano, que han dificultado la realización de entrevistas.

Foto: Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, durante el debate a dos en Atresmedia. (Reuters/Juan Medina)
TE PUEDE INTERESAR
Los errores de las encuestas que explican por qué nadie acertó el resultado del 23-J
Ignacio S. Calleja Gráficos: Unidad de Datos

"Yo he sido el primer sorprendido por esto", añade Luis Navarro Ardoy, sociólogo de la Universidad Pablo de Olavide. Uno de los motivos es la imposibilidad de publicar encuestas durante la última semana, que es cuando se ha producido el gran movimiento de fuerzas. "Al final, estamos tratando con personas y estamos más volátiles", recuerda, al mismo tiempo que lamenta "un ambiente creado por las empresas en que unas se reprochan a otras quién acierta y quién no".

‘Make el CIS great again’

En ese contexto, José Félix Tezanos parece haberse convertido en el inesperado héroe de la noche, al ser uno de los pocos en predecir el crecimiento del PSOE. La opinión pública ha terminado leyendo las elecciones como un enfrentamiento entre el discutido presidente del CIS y Narciso Michavila, presidente de GAD3, que daba una amplia ventaja al bloque de derecha y que en algunos momentos parecía postularse como posible sucesor de Tezanos.

"No es que el CIS sea la que más ha acertado, es que ha ganado a GAD3"

“Se ha generado una especie de guerra de familia entre los viejos y los nuevos en la que lo viejo ha ganado a lo nuevo”, recuerda Serrano. No ha beneficiado a Michavila su presencia en los medios de comunicación durante las últimas semanas, convirtiéndose en la cara más visible de una predicción, la que daba una victoria holgada al bloque de derechas, que finalmente no se ha cumplido. “No es que el CIS sea el que más ha acertado, es que ha ganado a GAD3, porque hay una lucha politizada entre la encuestadora referencia de Génova y el CIS”, añade López.

“Cuando ve a un director de una casa de encuestas dando opiniones, la gente deja de entender para qué sirven las encuestas y hace que la confianza en una herramienta que es útil descienda”, concluye. “Habría que reflexionar sobre su relevancia pública, si el director es más importante que sus encuestas”. Para el analista, que los partidos y la población hayan salido de las elecciones con la sensación de que las encuestas no atinan exige al sector replantearse su situación: “No va a haber otras elecciones con estos trackings diarios, porque puede suponer el descrédito de las casas de encuestas”.

Una pegatina lo dice todo: la que rezaba "Tezanos was (right) again" y que se puedo avistar la noche del domingo en Ferraz, celebrando que el director del CIS no estuviese tan desencaminado a la hora de predecir el crecimiento del PSOE en las elecciones. Hace muy poco tiempo era impensable que la demoscopia levantase tantas pasiones, pero la pegatina es un buen símbolo de “la batalla mediático-ideológica” que ha rodeado las últimas elecciones generales, como señala un analista.

Elecciones Generales Sigma Dos
El redactor recomienda