El CIS duplica su ejército de encuestadores para el año electoral y eleva el gasto a 4,8 millones

El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) se ha pertrechado ya para el inminente ciclo electoral. El organismo presidido por José Félix Tezanos ha encargado al Grupo Tragsa (ente público dependiente de SEPI) la contratación de 160 nuevos encuestadores para la realización de estudios sociológicos durante los próximos meses, con las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo y las generales de finales de año en el horizonte. Las incorporaciones elevarán el número de entrevistadores hasta duplicar el equipo actual, pasando de 140 a 300, con un coste total cercano a los 4,8 millones de euros. Fuentes críticas con los métodos de Tezanos consultadas por El Confidencial cuestionan la necesidad de incrementar la plantilla y enmarcan el refuerzo como algo "fuera de lo normal".

Los empleados encargados de esta tarea dependen laboralmente de Tragsatec, una filial de Tragsa, desde septiembre de 2021. El CIS firmó un convenio con la entidad dependiente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) para la contratación del personal. La institución solicitó la incorporación de una remesa de trabajadores para reforzar su particular ejército en un año clave. Un portavoz autorizado detalla que se ha hecho porque "no había forma humana" de realizar en torno a 70.000 entrevistas más en el mismo periodo, habida cuenta de que el objetivo del CIS es ampliar las muestras de sus estudios hasta los 20.000 cuestionarios, aproximadamente.

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En el último precedente similar, de 2019, se realizaron ocho encuestas electorales, referidas a los barómetros sobre las autonómicas y municipales, las generales y las europeas. Preguntados por el número de entrevistadores que trabajaron entonces, desde el Centro de Investigaciones Sociológicas indican que fueron en torno a 250, aunque insisten en que las encuestas se realizaban de otra manera y que los métodos, en cualquier caso, "no son comparables". Todavía no se trabajaba con Tragsa y la mayoría de los empleados eran freelance. Hasta el estallido de la pandemia, el CIS elaboraba la mayoría de sus estudios de forma presencial, aunque después del covid se realizan únicamente por teléfono a través del sistema CATI (computer-assisted telephone interviewing).

"No es necesario, ningún instituto tiene 300 entrevistadores", dicen las fuentes del sector consultadas, muy críticas con Tezanos

Las fuentes preguntadas por El Confidencial recelan de la operación del ente público presidido por Tezanos, en el centro de la polémica desde que se hizo cargo de la institución por un presunto sesgo a favor al PSOE, de quien es afiliado. "No es necesario, ningún instituto tiene 300 entrevistadores. Parte de la idea de que es más preciso por aumentar el número de entrevistas, pero no es así", declara una de estas voces. Los consultados, incluso, advierten de un interés oculto que va más allá de medir la intención de voto: "Lo que quiere es un equipo de call center para movilizar al electorado, seguramente con preguntas inducidas".

Plan del CIS para 2023

El plan de acción del Centro de Investigaciones Sociológicas para 2023 ya señalaba un incremento del número de encuestadores para "afrontar mejor los compromisos establecidos en la realización de sus encuestas". La idea inicial era llegar a un total de 200, divididos en dos turnos, frente a los 140 operativos hasta la fecha. "Esto es así porque para el año 2023 están previstos los trabajos de campo de los dos procesos electorales de mayor entidad que se celebran en España, como son los de las elecciones autonómicas y locales y los de las generales, que al afectar a todo el país y requerir niveles muy altos de representatividad, se prevé que exijan tamaños muestrales de en torno a 20.000 entrevistas", subrayaba la estrategia anual del organismo.

Tragsatec publicó una oferta el pasado 6 de febrero, abierta durante seis días, para "incorporar encuestadores/as para realizar encuestas telefónicas cuyos resultados servirán de base para la elaboración de estudios sociológicos". Con jornada a tiempo parcial y turnos de mañana o tarde de seis horas diarias, se convocó a cualquier interesado con estudios de Bachillerato y técnicos especialistas de grado medio o superior. El proceso estaba disponible también entre el 16 y el 20 de marzo para conformar una lista de espera ante nuevas necesidades, refuerzos o bajas que pudieran surgir.

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El desembolso total para la elaboración de las encuestas y la contratación de los entrevistadores roza los 4,8 millones de euros. Según el portal de transparencia del Grupo Tragsa, el CIS hizo en abril del año pasado un encargo de 4.258.836,26 euros para la "ejecución de los servicios de asistencia técnica para la realización de trabajos de campo de estudios de carácter sociológico y estadístico". A esto hay que añadir dos complementos, de noviembre de 2022 y febrero de 2023, por valor de 270.071,93 y 228.907,62 euros, con el concepto de "Adenda de modificación ejecución de los servicios de asistencia técnica para la realización de trabajos de campo de estudios de carácter sociológico y estadístico". "Es una adenda del encargo principal e incluye un refuerzo de personal hasta llegar a los 300 encuestadores", explican a este diario desde la entidad dependiente de SEPI sobre la última cifra.

El presupuesto del CIS también ha crecido recientemente ante las citas electorales. El Consejo de Ministros autorizó el pasado 7 de marzo un suplemento de crédito, por importe de 3.283.616,26 euros, para "financiar la dotación destinada al pago de estudios y trabajos técnicos". Este dinero supone una inyección considerable para la actividad del organismo, que para este ejercicio contaba con más de 12 millones de euros, un 14% extra respecto a 2022. Tezanos, de hecho, ya advirtió de que a pesar del incremento necesitaría "algún aumento más". Y eso, precisamente, alimenta las dudas y sospechas de los expertos demoscópicos consultados: "Ya sabía que iba a haber elecciones. ¿Por qué no lo presupuestó antes?".