La muerte anunciada del que fue el mayor acuerdo de pesca de la UE y que el Gobierno rehúsa aceptar

El Gobierno y la Comisión Europea se siguen resistiendo a la evidencia hasta el último momento. "El acuerdo [de pesca con Marruecos] continúa vigente", declaró Luis Planas, el ministro de Agricultura, el viernes en Córdoba. "La posición de España es bien clara, apoyar que la Unión Europea y Marruecos concluyan un nuevo protocolo pesquero para los próximos cuatro años", añadía. Cuarenta y ocho horas después, su colega de Interior, Fernando Grande-Marlaska, sostenía incluso en Barbate (Cádiz) que la renovación del protocolo estaba "avanzada".

"La UE reitera la gran importancia que concede a su asociación pesquera con el Reino de Marruecos, así como el enorme interés que otorga a su continuación", recalcaba, el jueves por la noche, un comunicado conjunto de la Comisión Europea y de una delegación marroquí tras celebrar en Bruselas la quinta reunión de la comisión mixta sobre pesca.

De las 128 licencias que concedía Marruecos para faenar en sus aguas, a los barcos españoles les correspondían 93

Planas y la Comisión lo saben. El protocolo pesquero con Marruecos expira este lunes 17 y el acuerdo que lo enmarca se convierte en un cascarón vacío que también quedará anulado dentro de unos meses. Para no herir la susceptibilidad marroquí, reiteran su empeño en seguir hablando con Rabat, a sabiendas de que, en el ámbito de la pesca, el diálogo es un callejón sin salida.

El protocolo pesquero entre la UE y Marruecos vence el lunes tras cuatro años de vigencia. Heredado en 1988 del acuerdo bilateral que suscribió España con el vecino marroquí en 1976, fue, en sus orígenes, el de mayor calibre de cuantos ha firmado la Comisión Europea con países terceros. Con el tiempo ha ido, sin embargo, perdiendo importancia.

De las 128 licencias que concedía Marruecos para faenar en sus aguas y, sobre todo, en las del Sáhara Occidental (92% de las capturas), a los barcos españoles les correspondían 93. En el segundo trimestre de este año, los armadores españoles (andaluces, canarios y gallegos) solo tenían activas 19 y ni siquiera todas se estaban realmente aprovechando. Desde que en 2019 se renovó el protocolo, el pico de licencias activas, entre españoles y otros europeos, solo fue de 27, un 21% del total disponible. Por permitir faenar en esas aguas, Bruselas abonó a Rabat 208 millones de euros repartidos a lo largo de cuatro años (2019-2023), una cantidad fija al margen de las licencias que los armadores activaran. La Comisión proporcionaba un apoyo al sector pesquero marroquí. Financiaba, por ejemplo, la Cámara Marítima de Pesca de Dajla (antigua Villa Cisneros), que ahora se queda sin recursos

El protocolo y el acuerdo de pesca fueron anulados por el Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) en septiembre de 2021

Como eran ya pocos los barcos que faenaban en los caladeros marroquí y sahariano, las ayudas que, a partir de ahora, el Ministerio de Agricultura y el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca se disponen a abonar a los armadores no serán muy elevadas ni de larga duración.

Si el protocolo no revestía ya una gran importancia económica —no faltará el pescado en las mesas de los consumidores españoles—, sí la tenía política para Marruecos y para sus aliados más incondicionales en la UE, España y Francia. La tenía porque incluía las aguas del Sáhara Occidental y Rabat podía interpretar que, de hecho, la UE reconocía así implícitamente su soberanía sobre la antigua colonia española.

Justamente por eso, porque abarcaban al Sáhara Occidental, que no pertenece a Marruecos, el protocolo y el acuerdo de pesca fueron anulados por el Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) en septiembre de 2021. La sentencia recalcó que la población saharaui, representada por el Frente Polisario, debía haber dado su consentimiento a la pesca en esas aguas. Los jueces anularon también, por el mismo motivo, el acuerdo de asociación entre la UE y Marruecos que concierne básicamente a las exportaciones agrícolas a Europa.

Planas ha sido uno de los más acérrimos defensores de los intereses de Marruecos en el Gobierno español

La Comisión Europea, el Consejo de Ministros de la UE y dos Estados miembros, España, con la Abogacía del Estado, y Francia, con la dirección jurídica del Ministerio de Asuntos Exteriores, recurrieron las sentencias ante la instancia superior, la Corte de Justicia. La expulsión de la flota europea de las aguas del Sáhara se paralizó. El ministro Planas se mostró incluso en público optimista sobre el desenlace del recurso, dando a entender que rectificaría las sentencias de 2021.

Planas ha sido uno de los más acérrimos defensores de los intereses de Marruecos en el Gobierno español. Cuando era embajador de España en Rabat (2004-2010) ya ofreció la ayuda de juristas españoles para mejorar el plan de autonomía que la diplomacia marroquí puso sobre la mesa en 2007 para sortear el referéndum de autodeterminación del Sáhara, según los cables de la embajada de EEUU en Marruecos desvelados por Wikileaks en el otoño de 2010.

Pese a los vaticinios de Planas, en círculos jurídicos europeos hay consenso en que la Corte de Justicia ratificará, a finales de este año o principios del próximo, las sentencias de 2021. Virginijus Sinkevicius, comisario de Medio Ambiente, lo reconoció con medias palabras a su paso por Valladolid en 10 de julio. "Estamos en una situación difícil por las próximas decisiones de la Corte", admitió.

Las autoridades marroquíes no han hablado con claridad sobre cuál es el verdadero motivo por el que los europeos dejan de faenar

El acuerdo de pesca será definitivamente anulado en unos meses y ya no cabrá recurso alguno. "No habrá más pesca en aguas saharauis con autorización marroquí", recalca el abogado francés Gilles Devers, que representa al Polisario. Consciente, en el fondo, de que ese va a ser el desenlace de la larga batalla jurídica emprendida por el bufete francés Devers, la Comisión ha considerado que no merecía la pena negociar un nuevo protocolo de pesca que, si era aprobado por el Parlamento Europeo, solo estaría en vigor unos pocos meses.

Bruselas ha endulzado esa decisión con un torbellino de palabras amables, secundadas por Planas, resaltando "el enorme interés" que otorga a la continuación de la cooperación pesquera con Marruecos. Las autoridades marroquíes tampoco han hablado con claridad sobre cuál es el verdadero motivo por el que los europeos dejan de faenar en esos caladeros.

"Una reflexión está en curso en el seno del Gobierno marroquí" sobre el futuro del acuerdo de pesca, explicó, el 12 de julio, Nasser Bourita, ministro de Asuntos Exteriores. "Marruecos desea, a partir de ahora, una asociación más profunda" con la UE, añadió, dando a entender que estaba en sus manos y no en la de los jueces el futuro de la relación. La prensa marroquí evoca, por su parte, proyectos de cooperación pesquera con Japón y Rusia, como si esos dos países tan alejados pudieran tomar plenamente el relevo de la UE.

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Las dos sentencias pueden marcar un punto de inflexión en la relación de la UE con Marruecos. El rey Mohamed VI dejó muy claro, en su discurso de agosto de 2020, que ya no concebía suscribir acuerdo alguno entre su reino y la UE que no incluyese el Sáhara. Desde entonces, sus palabras han sido repetidas por los sucesivos gobiernos marroquíes. "Habrá turbulencias en la relación con Rabat", prevé un exembajador de España ante la UE.

Habrá aún más turbulencias si, por el lado español, se cumple el anuncio que hizo el sábado, en el diario La Vanguardia, Esteban González Pons, vicesecretario del Partido Popular. "Vamos a volver a la relación con Marruecos que teníamos antes de la famosa carta" del presidente Sánchez a Mohamed VI, dijo el dirigente popular. Las sentencias de la Corte le podrían brindar a la diplomacia española volver a una posición equidistante.

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El Frente Polisario ha intentado, por su parte, vender la piel del oso antes de acabar de cazarlo. Sus representantes se reunieron, el 7 de julio en Las Palmas, con el sector pesquero canario para hacerle una oferta para faenar en aguas del Sáhara Occidental. David Pavón, portavoz de la Federación Regional de Cofradías Canarias, calificó la propuesta de "ilusionante". Aunque las sentencias sean favorables al Polisario, su oferta no tiene ningún viso de concretarse. La Marina Real marroquí defenderá esas aguas a capa y espada.

El letrado Gilles Devers recordó que la UE llevaba a cabo, por ejemplo, la operación Atalanta, de lucha contra la piratería en el Cuerno de África, en la que la Armada española desempeña un papel destacado. Dejó caer que, el día de mañana, podría hacer otro tanto en aguas del Sáhara frente a Marruecos. Sus palabras son un brindis al sol.