El PP relega el discurso económico como baza ante el 23-J: "No moviliza a nadie"

Alberto Núñez Feijóo situó la economía como principal carta de presentación cuando aterrizó en Madrid. Pero en el momento clave, a las puertas de unas elecciones generales, ese discurso ha pasado a un segundo plano. En Génova trazan una línea divisoria entre el actual contexto político y el de hace meses, cuando el líder popular anteponía sus recetas para la maltrecha situación económica a cualquier otro debate. La economía no será una prioridad en la campaña de Feijóo, a la que ya dio el pistoletazo de salida este jueves en Castelldefels. En principio, la hoja de ruta pasa por dar la misma cuota al mensaje económico que al social, a la regeneración institucional, a la sanidad, a la cultura o a Cataluña. Eso sí, habrá dos ideas que se repetirán prácticamente en cada mitin, en cada ciudad: el voto útil y retratar las "mentiras" de Sánchez.

Varios son los factores que contribuyen a apagar el discurso económico del día a día de Feijóo en campaña. El líder popular ya bajó la frecuencia con la que lanzaba este tipo de mensajes en la campaña del 28-M, cuando su equipo comprobó que tenían más impacto en las encuestas cuestiones como la ley del solo sí es sí que el catastrofismo económico que acostumbraba a exhibir el mandatario popular.

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En el PP insisten en pinchar la euforia de Sánchez en este ámbito —y repiten que la economía española va "como una moto", pero "estropeada" y "sin frenos"—. Feijóo lo reiterará, de hecho, en el cara a cara del lunes, ya que uno de los cuatro bloques temáticos se centra exclusivamente en las recetas económicas de los candidatos. Pero que el IPC haya bajado a mínimos desde que comenzó la crisis inflacionista, o que la OCDE haya mejorado el horizonte económico de España, llevan al PP a buscar otros recursos con los que tratar de desgastar a su principal adversario en las urnas.

Agitar el pesimismo económico en pleno período estival, con miles de españoles de vacaciones y sin mirar tanto el bolsillo, tampoco contribuye a mover papeletas de cara al 23-J, por lo que la estrategia de Feijóo de presentarse únicamente como el gestor encargado de solucionar el "desastre" de Sánchez en materia económica, trazando en todo momento un paralelismo con lo que hizo Mariano Rajoy tras el mandato de Zapatero, pierde fuerza en esta campaña. Fuentes de Génova confirman que, en las próximas semanas, el líder popular atacará otros frentes en los que se ha hecho fuerte en los últimos meses, como incidir en el "marco social" que "ha perdido la izquierda" a consecuencia de la aplicación de la ley "sanchista" del solo sí es sí.

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Además, el líder popular está dispuesto a mantener, con ajustes, algunas de las leyes económicas más relevantes de la legislatura de Sánchez. Es el caso de la reforma laboral de Yolanda Díaz, que el Partido Popular, entonces liderado por Pablo Casado, votó en contra en el Congreso; o el impuesto a la banca y a las energéticas, cuya recaudación el PP quiere orientar al bolsillo de las familias con más necesidades.

"La economía no va a ser la fuerza que mueva la campaña hacia ningún lado. No moviliza a nadie, la gente se moverá por otras cosas", inciden fuentes del entorno de Feijóo encargadas de pilotar el programa económico del líder popular para el 23-J. Basta con hacer un repaso de los mensajes que ha querido colocar el líder popular en los últimos días. Durante su entrevista en El Hormiguero, Feijóo tocó cuestiones que hasta hace unos meses evitaba o relegaba por debajo de los asuntos que afectan al bolsillo. Se comprometió a combatir las "lecciones" ideológicas que encuentra a izquierda y derecha, y se mojó respecto a las leyes de género, el aborto o la eutanasia.

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Tampoco situó la economía como una prioridad durante la apertura oficial de la campaña, que el líder popular celebró en Castelldefels, donde sí aterrizó las líneas maestras del mensaje en el que Génova insistirá en las próximas semanas. Feijóo puso el foco especialmente en la idea de unificar el voto en la derecha para evitar, dijo, que haya un Gobierno con "intermediarios" que "cobren sus votos". Su intervención se centró también en retratar las "mentiras" de Sánchez o la "colonización" de las instituciones que plantea revertir si logra llegar a la Moncloa. El PP se centrará también en intentar diluir los pactos territoriales que ha cerrado con Vox exhibiendo una suerte de geometría variable en sus negociaciones territoriales que no se limitan en exclusiva a los de Santiago Abascal.

El líder popular arrancó este viernes en Badajoz la campaña con un objetivo grabado a fuego: superar la barrera de los 150 escaños el próximo 23 de julio, una "mayoría suficiente" con la que espera poder negociar una abstención de Vox, sin facilitar carteras ministeriales a los de Abascal. El líder popular estuvo ayer en Zamora y el domingo celebrará uno de los actos más multitudinarios de la campaña en la plaza de toros de Pontevedra, en la que espera congregar a unas 12.000 personas. Alicante, Murcia o Ciudad Real serán los siguientes destinos del líder popular, que también diseña grandes actos hacia el ecuador de la campaña en importantes plazas, como Madrid, Valencia y Barcelona.