Las excusas más raras para no ser mesa electoral: desde la religión a órdenes de alejamiento

Un total de 19.499 personas trasladaron su imposibilidad de acudir a la llamada de la Administración para formar parte de una mesa electoral en las pasadas elecciones autonómicas y locales del 28 de mayo. La excusa más común es alegar alguna enfermedad, pero no es la única. Los datos que obran en poder del Ministerio del Interior arrojan una larga lista de motivos que van desde bodas hasta el ingreso en un hospital psiquiátrico. También hubo quienes alegaron tener una orden de alejamiento, pertenecer a una confesión religiosa o haber sido designados tres o más veces en la última década.

Interior distribuye las casi 19.500 excusas en 25 categorías en función del motivo. La más numerosa es la que el ministerio describe como “otros” y que no entra a detallar, pero supone el 21%. Es un cajón de sastre con causas minoritarias. Le sigue un primer bloque relacionado con cuestiones de salud. Un 9,2% alegó una lesión, dolencia o enfermedad física o psíquica. En porcentajes similares se situó el motivo de ser mayor de 65 años, tener reconocida una incapacidad temporal para el trabajo o contar con una discapacidad. En el mismo escalón, aparecen otros motivos, como un cambio de la residencia habitual a un lugar situado en otra comunidad autónoma.

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En la parte alta del ranking aparecen por primera vez las razones profesionales. En este caso, un 5,9% argumentó prestar durante la jornada electoral “servicios esenciales de la comunidad de importancia vital”, como los de carácter médico, sanitario, de protección civil y bomberos. El segundo escalón lo encarnan los ciudadanos al cuidado de otras personas. La Administración registró un 5% de solicitudes de personas al "cuidado directo y continuo de familiar hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad que, por razones de edad, accidente o enfermedad, no pueda valerse por sí mismo".

En esta zona alta de la tabla figura también la condición de madre o padre de menores de 14 años. Esta excusa está muy tasada y la condición es que se pueda acreditar que el otro progenitor no puede ocuparse del menor durante la jornada electoral, careciendo además el interesado de ascendientes o de otros hijos mayores que puedan hacerlo. Cierran este bloque con el 4,1% las personas que cuidan, por razones de guarda legal, a menores de ocho años o a personas con discapacidad física, psíquica o sensorial.

Eventos familiares

Destacado en el puesto 11º del ranking aparecen los eventos familiares. El ministerio los describe así: “La concurrencia, el día de la elección, de eventos familiares de especial relevancia, que resulten inaplazables o en los que el aplazamiento provoque perjuicios económicos importantes, siempre que el interesado sea el protagonista o guarde con este una relación de parentesco hasta el segundo grado de consanguinidad”. En esta categoría entran bodas, fiestas de aniversario, comuniones y bautizos. Un 2,7% de los recursos es por esta cuestión.

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Le siguen muy de cerca cuestiones relacionadas con la maternidad. En concreto, se refiere a aquella mujeres en el periodo de lactancia hasta que el bebé cumpla nueve meses y las embarazadas de al menos seis meses y que tengan reconocido el periodo de descanso maternal. Justo después, aparece de nuevo un motivo laboral: prestar servicios a las juntas electorales, a los juzgados y a las administraciones públicas que tengan encomendadas funciones electorales. Otro argumento a la misma altura del ranking son los “supuestos legales de excusa por inelegibilidad en los casos en que la ley indica la condición de incompatibilidad”.

En la parte baja de esta tabla, figuran cuestiones que afectan a músicos o actores de teatro, no tanto por su labor, sino por las consecuencias económicas que provoca su ausencia: “Los profesionales que deban participar en acontecimientos públicos a celebrar el día de la votación, que estén previstos con anterioridad a la convocatoria electoral, cuando el interesado no pueda ser sustituido y la no participación del mismo obligue a suspender el acontecimiento, produciendo perjuicios económicos relevantes”. Los directores de medios de comunicación de información general y los jefes de los servicios informativos que deban cubrir la jornada también pueden abstenerse. Alegaron este motivo 50 periodistas en toda España.

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Hay otro motivo que tiene que ver con la suerte. Argumentaron haber sido miembros de mesas electorales en tres o más ocasiones en los últimos 10 años. En la zona baja del ranking aparece otra categoría que tiene que ver con la “pertenencia a confesiones o comunidades religiosas”. Cierra la tabla el internamiento en centro penitenciario u hospital psiquiátrico.

Las próximas elecciones generales están fijadas para el 23 de julio, en plenas fechas vacacionales. Las autoridades esperan un incremento en las excusas de los ciudadanos para no interrumpir su descanso o anular sus planes en caso de ser llamados a una mesa electoral. Los sorteos que deben celebrar los ayuntamientos para escoger a las personas que formarán parte de las mesas electorales del 23-J tendrán lugar entre los días 22 y 28 de junio, según ha establecido la Junta Electoral Central (JEC), adelantando dos días el plazo inicial.

Ha abierto la puerta a que las personas que tuvieran contratadas sus vacaciones antes del 30 de mayo puedan librarse de formar parte de una mesa electoral en los comicios del 23 de julio si demuestran que su cancelación les supone un "perjuicio económico o trastorno grave", y siempre que esté garantizada la composición de la mesa.