González y Feijóo compartieron fin de semana en la finca extremeña del expresidente

Hasta el momento, no había trascendido. En noviembre de 2021, Alberto Núñez Feijóo y Eva Cárdenas, su pareja y madre de su único hijo, pernoctaron y pasaron casi 48 horas en la casa extremeña de Felipe González y de su esposa, Mar García Vaquero. El matrimonio es propietario de una finca de varias decenas de hectáreas situada en la Sierra de Guadalupe (Cáceres), donde construyeron una casa en la que González y su esposa pasaron buena parte de la pandemia. Es el lugar preferido del político sevillano y en donde recibe numerosas visitas tanto institucionales como de amigos y familia. Desde allí trabaja y se desplaza frecuentemente para cumplir su agenda.

El expresidente del Gobierno y ex secretario general del PSOE invitó en el mes de septiembre anterior al entonces presidente de la Xunta de Galicia durante la celebración del Foro La Toja-Vínculo Atlántico, en el que ambos eran dos de los 40 ponentes que intervinieron en los debates y en el que participó hasta un centenar de personalidades del mundo de la economía, la política y la universidad, entre ellos, el expresidente Mariano Rajoy. La tercera edición de este foro, al que acuden políticos del PP y del PSOE, fue inaugurada por el Rey y clausurada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el primer ministro portugués, António Costa.

Viaje para "secarse"

Alberto Núñez Feijóo comentó al expresidente su intención de desplazarse al sur de España para “secarnos”, momento en el que González le invitó a que pasasen por su casa en Cáceres y pernoctasen. El encuentro fue cordial y ambos interlocutores hicieron un repaso a la actualidad política, social y económica del momento. El hoy presidente del PP no ha ocultado nunca su simpatía por Felipe González. En abril del pasado año, confesó que le había votado en 1982, “claramente y por convicción, y lo volvería a hacer”.

El contexto del encuentro resultó relevante por varias razones. La primera: Núñez Feijóo había logrado el año anterior (12 de julio de 2020) su cuarta mayoría absoluta, relegando al PSOE de Galicia a la tercera posición con solo 14 escaños, por detrás del BNG. Y porque en el mes anterior —octubre de 2021—, el PP había celebrado una convención en Valencia en la que se abrió la crisis de liderazgo de Pablo Casado. Se da la circunstancia de que, en el mes de junio de ese año, Felipe González y Alberto Núñez Feijóo grabaron un pódcast sobre, entre otros temas, los indultos parciales a los condenados por sedición y malversación con motivo de los hechos de septiembre y octubre de 2017 en Cataluña. (El Confidencial del 3 de junio de ese año).

A tres meses de presidir el PP

Menos de tres meses después de esta visita de Feijóo a González, concluyó la lucha interna entre Casado y Ayuso. El 18 de febrero, el que fuera presidente del PP arremetió en la Cadena COPE contra Isabel Díaz Ayuso —la acusó de corrupción— y tuvo que presentar su renuncia a la presidencia de la organización dos semanas después, 1 de marzo de 2022, con la ineludible expectativa de que, en el congreso extraordinario de abril, Núñez Feijóo le sucedería. Lo que se produjo por aclamación. La significación de este encuentro es doble: por el formato —invitación al domicilio privado del expresidente en Cáceres— y por el momento —cuando se estaba produciendo desde el verano de ese año 2021 una auténtica peregrinación de cuadros del PP a Santiago de Compostela para que Núñez Feijóo diese el paso y liderase el partido—.

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No consta a las fuentes consultadas que, con posterioridad, González y Feijóo hayan mantenido otros encuentros, aunque sí un par de conversaciones telefónicas. El expresidente es sumamente cuidadoso y evita gestos o pronunciamientos que puedan causar división o polémica en el partido, especialmente después de observar reacciones muy virulentas contra él del entorno del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Para nadie es un secreto que, en las primarias de 2017, González apoyó la candidatura de Susana Díaz, aunque sin pronunciarse explícitamente sobre su preferencia. Llegó a afirmar que “no apoyo a Susana Díaz porque la fastidiaría”, palabras pronunciadas en un almuerzo-coloquio en Sevilla en noviembre de 2016.

González y Guerra rehacen su relación

Por otra parte, el expresidente del Gobierno ha rehecho la relación quebrada con su exvicepresidente Alfonso Guerra. Fuentes de toda solvencia revelan que el ex secretario general del PSOE, después de muchos años de incomunicación con el que fuera su gran colaborador en el partido y en el Gobierno, Alfonso Guerra, ha almorzado junto a este en compañía de Juan Carlos Rodríguez Ibarra, presidente de la Junta de Extremadura entre 1983 y 2007, uno de los dirigentes con más peso en el socialismo español durante los mandatos de González y hoy alineado, como Alfonso Guerra, en el sector más crítico de la organización a las políticas de pactos de Pedro Sánchez durante la XIV legislatura.