Feijóo priorizará vivienda, empleo y la reforma judicial en sus primeros 100 días

La economía, la reforma judicial y la despolitización de los órganos del Estado serán algunas de las prioridades programáticas que Alberto Núñez Feijóo pondrá en marcha nada más poner un pie en la Moncloa si las urnas lo permiten el próximo 23 de julio. Desde que se confirmó la convocatoria electoral, Génova se ha convertido en un trajín de papeles, llamadas y reuniones, en parte para encarrilar el programa electoral que el líder del PP se compromete a hacer público en los próximos días. A nadie sorprende que la economía vaya a ser el capítulo con más peso de la agenda de Feijóo, que se ha esforzado en recuperar en los últimos días la imagen de buen gestor y ha instruido al partido para huir de "estridencias" en campaña.

En sus últimas intervenciones públicas, Feijóo ha retomado el discurso del catastrofismo económico para pinchar el "triunfalismo" de Sánchez y presentar las recetas del PP como las únicas válidas para sacar España del "declive" en que, a su juicio, se encuentra sumida la economía nacional. En sus primeros 100 días en la Moncloa, el líder popular prevé revertir la ley de vivienda, aprobada por el Ejecutivo en los últimos compases de la legislatura. El PP plantea dar marcha atrás a la intervención del mercado para no actuar sobre la propiedad privada y prevé ofrecer al PSOE un pacto de Estado por la vivienda para encontrar soluciones consensuadas.

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Lo que sin duda será una prioridad, según trasladan fuentes del equipo del líder popular, será la ejecución de medidas antiokupación, con una legislación ad hoc que permita "desalojar en 24 horas" a los okupas. Feijóo plantea endurecer las penas para este tipo de delitos, así como dotar de más recursos a tribunales y fuerzas de seguridad para garantizar la rapidez del proceso y proteger los derechos del propietario que, a juicio del PP, han quedado en el limbo con la ley del PSOE.

Otra de las prioridades en las que trabaja ya el equipo económico de Feijóo es ajustar la reforma laboral comandada por Yolanda Díaz, y que se aprobó en el Congreso con un ajustado margen: solo salió adelante por la equivocación de un diputado del PP, Alberto Casero. La dirección de Pablo Casado optó por el voto en contra en la Cámara Baja, a pesar de la multitud de advertencias internas, entre ellas las del barón gallego, que instaban a estudiar, al menos, una abstención a una norma que contaba con el aval de la CEOE. Es el organismo en el que trabaja Fátima Báñez, una de las voces en la sombra de las que se ha rodeado el líder gallego desde que aterrizó en el 13 de Génova, y que ahora podría volver a la primera línea política de la mano de Núñez Feijóo.

El PP plantea "ajustes" en la actual reforma laboral orientados a replantear la figura de los fijos discontinuos para que dejen de aparecer como indefinidos en la contabilidad de empleo. Los populares invertirán en políticas de empleo para tratar de revertir la "descompensación" entre el número de desempleados y la cantidad de oferta laboral. El foco, dicen, será la inversión en la formación profesional dual, así como favorecer la captación de talento externo. El objetivo que se ha fijado el PP es crear 1,7 millones de puestos de trabajo, que se traducirían en un ingreso por valor de 16.000 millones en cotizaciones sociales y contribuirían al objetivo de garantizar la sostenibilidad de las pensiones, el plan más complicado que Feijóo se ha comprometido también a abordar.

Una de las posibles soluciones pasaría por la implantación de la mochila austriaca

La "profunda" reforma de las pensiones que plantean en Génova requiere de una intervención quirúrgica que no se abordará en los primeros compases de la legislatura. Feijóo prevé convocar el Pacto de Toledo tan pronto como llegue a la Moncloa para comenzar a trabajar en la contrarreforma de la propuesta de José Luis Escrivá, y activará conversaciones con Bruselas para reformar un sistema al que ya se dio luz verde en la Comisión Europea. El equipo económico del PP apuesta por huir de las "prisas" en esta cuestión, por las implicaciones que tiene también en la recepción de los fondos europeos, aunque los populares aseguran contar con "margen" suficiente para acometer cambios que no comprometan la recepción de los fondos europeos.

En el partido, no aclaran aún cuál será la fórmula para aliviar el coste de las pensiones, y tampoco desvelan si mantendrán o no la cuota de solidaridad dirigida a las cuotas más altas o la flexibilización del periodo de cómputo. Una de las posibles soluciones pasaría por la implantación de la mochila austriaca, un modelo que defienden organismos como el Banco de España. Este es uno de los órganos con los que el PP trabaja en privado para armar el futuro programa económico de Feijóo, así como con empresarios de renombre, sindicatos o exministros. El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos —cuyo mandato de seis años expira en 2024—, es uno de los nombres que "gustan" a Feijóo para encabezar su futuro Ministerio de Economía, uno de los más relevantes de la futura estructura gubernamental.

Reforma judicial, fiscal y administrativa

En la agenda de los 100 primeros días de Gobierno —cuyo documento ha encargado Feijóo a su think tank, con Pablo Vázquez al frente—, el PP pretende aprovechar un eventual cambio de las mayorías en el Congreso para llevar a término la reforma del Poder Judicial, con la que modificar el sistema de elección de los jueces y que sean estos los que elijan a 12 de los 20 vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), acabando así con la caducidad del órgano. Feijóo ha situado también como objetivos prioritarios la recuperación de los delitos de sedición y malversación en el Código Penal y la activación del llamado Plan de Regeneración Institucional, que incluye medidas para devolver la "independencia" a órganos como el CIS, el INE o el CNI.

El PP se compromete a aterrizar también en el corto plazo una reforma para combatir el "populismo fiscal" de Sánchez, con la política de bajos impuestos como una de las piedras angulares que sostendrán el futuro programa económico de Feijóo. Y otra de las grandes apuestas de Feijóo para la próxima legislatura es acometer una "profunda reforma" de la Administración para la "simplificación de trabas burocráticas", un proceso arduo que se escapa de la agenda de los 100 días, pero con el que se pretende dar continuidad al que ya inició —y no completó— Mariano Rajoy a través de la Comisión para la Reforma de las Administraciones Públicas (CORA).