El Gobierno asume que la adenda de los fondos UE recortará el margen del próximo presidente

El Gobierno aprobará este martes en el Consejo de Ministros la adenda al plan de recuperación. Se trata de un anexo al programa inicial que compromete nuevas inversiones y reformas para desbloquear el último de los tramos de transferencias sin contrapartida que recibirá España, de 7.700 millones de euros; los 84.000 millones de préstamos y otros 2.600 millones del fondo REPowerEU. Aunque España tenía de margen hasta el final de agosto para presentar la adenda, el Gobierno ha decidido adelantarse a las elecciones del 23-J y lanzar unilateralmente su plan. Fuentes del Ejecutivo reconocen que esta decisión limitará el margen de acción del próximo presidente para planificar sus propias inversiones y reformas.

La Comisión Europea valorará la adenda que presente inicialmente España y será la que quede aprobada. El Gobierno lleva meses trabajando con los técnicos de Bruselas para que el nuevo texto cumpla todos los requisitos y tenga garantizada su aprobación sin cambios. A partir de ahí, el futuro Gobierno puede realizar modificaciones, como se ha demostrado en el caso de Italia, pero con un margen limitado para introducir cambios de calado. En primer lugar, porque ya no dependerá de lo que quiera hacer el futuro presidente, sino de que la Comisión acepte los cambios. Esto es, tendrá la capacidad para forzar al cumplimiento íntegro de la adenda bajo la amenaza del corte de los fondos. Y en segundo lugar, porque cualquier cambio provocará más retrasos en la ejecución de los fondos, con el riesgo de que España se quede sin tiempo para utilizar todos los recursos de los que dispone antes del final del año 2026.

En suma, el Ejecutivo es consciente de que una vez aprobada la adenda supondrá un programa de gobierno para el candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, si finalmente gana las elecciones y consigue una mayoría suficiente. Fuentes del Ejecutivo justifican la decisión de aprobar la adenda justo antes de las elecciones con el argumento de la urgencia en ejecutar estos recursos. No hay tiempo que perder y la entrada en un nuevo ciclo electoral podría retrasar las decisiones hasta un punto que complique a España la absorción plena de todos los fondos que le corresponden.

“Cualquier asunto público que tratemos está condicionado por las elecciones del 23 de julio y su resultado. Lógicamente, también los fondos europeos lo están porque su gestión corresponderá al Gobierno que salga de esos comicios”, explicó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el lunes. Lo que no quiso hacer Sánchez es ceder al futuro Gobierno la posibilidad de hacer su propio diseño de esos fondos. Así, la gestión quedará supeditada a los planes ya aprobados y al margen que quiera conceder la Comisión Europea.

El Gobierno presentó el borrador de la adenda ya el pasado mes de diciembre. Sin embargo, fue posponiendo su aprobación definitiva ante la expectativa de que las elecciones se celebrarían en diciembre. El Ministerio de Economía decidió retrasarla para que coincidiera con la presidencia española de la UE y así presentar el segundo gran paquete de inversiones durante las semanas de gloria europea. Pero el adelanto electoral cambió todos los planes.

El presidente asegura que, aunque la adenda sea una elaboración exclusiva del Gobierno, también incluye las inquietudes del Partido Popular, por lo que debería sentirse cómodo ejecutando sus planes. Altos cargos de Gobierno han celebrado en los últimos meses reuniones bilaterales con partidos políticos, sindicatos y patronales para la elaboración de la adenda, de modo que están incorporadas sus aportaciones. Así lo explicó también la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, en declaraciones a TVE: "Hemos incorporado los comentarios que nos han llegado desde los partidos políticos, los agentes sociales, las regiones…, para que logremos reunir todos los buenos proyectos que están en marcha en nuestro país".

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Sin embargo, desde el Partido Popular han un gran escepticismo hacia el texto que se vaya a publicar. De hecho, ni siquiera conocen de antemano cuáles de sus propuestas estarán recogidas finalmente en el texto, ya que el Gobierno se guarda la carta del anuncio para evitar filtraciones. Fuentes del PP explican que no han tenido participación en la elaboración de la adenda y asumen que tendrán que aceptar los planes de Calviño o intentar renegociarlos con Bruselas.