El mapa de poder en las negociaciones de Díaz: las cartas de Más Madrid, Compromís y UP después del 28-M

Yolanda Díaz afronta una semana clave para apuntalar su liderazgo, para conformar su proyecto político, Sumar, y para lanzarse a pelear una muy difícil reedición del Gobierno de coalición. A cinco días de que expire el plazo para registrar coaliciones a las elecciones generales del 23-J, las negociaciones con Más Madrid, Compromís, comunes e IU entran en una fase clave: el reparto de los 25-30 primeros puestos en las listas electorales juega un papel clave, como también todo lo que tiene que ver con la distribución de recursos económicos.

En este escenario, Podemos, la formación política cuya posible integración es la equis a despejar en la ecuación de la izquierda a la izquierda del PSOE, lo fía casi todo a los resultados de las generales de hace casi cuatro años, y trata de restar peso a los resultados logrados el 28-M, un desastre sin paliativos. La cúpula estatal de Ione Belarra está desaparecida de la esfera pública, refugiada en las redes sociales, y los líderes autonómicos miden los pasos para decantar la balanza en favor del pacto con Sumar. No entienden que la dirección estatal no haya consultado a la militancia sobre la integración con Sumar en los últimos meses, o que no haya convocado al máximo órgano entre congresos, el Consejo Ciudadano Estatal, tras el fracaso en buena parte de los territorios. Las cúpulas autonómicas miden sus gestos públicos, conscientes de la sensibilidad de la negociación con Sumar, pero no disimulan su impotencia ante el silencio de la dirección estatal. Podemos retomará este lunes las habituales ruedas de prensa de sus portavoces estatales, sustituidas la última semana por una comparecencia de Belarra. Sin conceder preguntas. La tensión está en máximos.

En Extremadura, una de las pocas regiones donde aguantan el golpe y mantienen el mismo número de diputados —cuatro, aunque hayan perdido más de 8.000 votos—, celebran este lunes un Consejo Ciudadano Autonómico para valorar los resultados. Según fuentes moradas, previsiblemente se zanjará con un comunicado que empuje a la dirección de Belarra a unirse a Sumar. Esta es la apuesta ya verbalizada antes o después del 28-M en Navarra, la única región en la que crecieron el 28-M, en La Rioja, Euskadi o en Baleares, entre otras.

Y es firme, también, para el líder en la Comunidad de Madrid, Jesús Santos, edil en Alcorcón, la única ciudad de más de 100.000 habitantes en la región donde la coalición de Podemos, IU y Alianza Verde pudo imponerse a Más Madrid- Verdes Equo. Santos reclama a la dirección responsabilidad y que apueste por concurrir con Díaz, con el aval de haber logrado más de un 15% de los votos —Ada Colau o Mónica García, dos firmes puntales de Díaz, lograron un 18% y casi un 20%, aunque Colau sí integra a Podemos en sus filas, y no competía con otras fuerzas del espacio político—.

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En esa negociación, los aliados de Díaz rechazan que Podemos se remita únicamente a los tres millones de votos logrados en las últimas generales: primero, porque el escenario tras el descalabro del 28-M y el desgaste de casi cuatro años es otro. Y segundo, porque sostienen que los morados no pueden arrogarse todo el peso de la coalición Unidas Podemos, en la que concurrieron junto a IU y Alianza Verde en 10 de 12 comunidades autónomas y buena parte de los municipios.

En las que no lo hicieron, Asturias y Aragón, Podemos se ha visto duplicado en votos por IU-Más País, el partido de Íñigo Errejón, en la primera. Y se ha visto superado por la Chunta Aragonesista en la segunda, donde apenas ha sacado 6.000 votos de ventaja a IU. En el Ayuntamiento de Zaragoza, sin embargo, IU se ha impuesto a ambas, y la Chunta, otro de los partidos con vocación de entrar en Sumar, se ha quedado a dos décimas de los morados. Los datos recopilados por El Confidencial plasman ese descalabro.

Donde concurrieron contra aliados de Díaz, solo se impusieron holgadamente a Más Región-Verdes Equo en Murcia (4,68% frente al 1,29%), y de forma mucho más ajustada a Proyecto Drago-Verdes Equo (3,32% frente al 3,17% de los sufragios). El total de votos cosechados por Podemos en las 12 comunidades autónomas, aun en coalición con IU en 10 de ellas, se quedó en 498.000. Compromís logró, únicamente en la Comunidad Valenciana, 349.000 sufragios, el 70% del total logrado por los morados sumando otras 11 regiones y concurriendo junto a IU. Por su parte, Más Madrid logró 615.000 únicamente en la región que preside Isabel Díaz Ayuso, muy lejos de los 158.000 de Unidas Podemos.

Debacle a nivel municipal

A nivel municipal, salvo en contadísimos casos como el de Alcorcón, donde doblaron a Más Madrid (15,69% frente a 7,3%), la situación tampoco es favorable para los morados. En coalición con IU, lograron 750.000 votos en las elecciones municipales, pero en solitario sumaron algo más de 55.000 votos, frente a los más de 300.000 de IU. Más allá de la ciudad en la que repetirá como concejal Jesús Santos, en los otros nueve municipios se impone la fuerza de Mónica García, por la mínima únicamente en Parla (7,45% frente a 7,03%).

En Alcalá de Henares, donde Podemos no concurrió con IU, también se vio superado por la mínima por la coalición de Alberto Garzón: 2,83% de los votos, frente al 2,3% de Podemos-Alianza Verde. En la capital, la ciudad que vio nacer a Podemos y que siempre fue clave para los morados, Rita Maestre se dejó siete concejales, pero cuadruplicó los resultados de Podemos-IU (19,11% frente a 4,87%).

En Asturias, donde IU es fuerte, la coalición con Más País logró el 10,5% de los votos en Oviedo, frente al 4,45% de los morados, y el 8% ante el 5,15% en Gijón. En la capital valenciana, Compromís saca 10 veces más apoyos que un Podemos que ya no tenía presencia en el ayuntamiento (24% y 2,33%, respectivamente), y casi le cuadruplica en Castellón (11,85% y 3,41% de los apoyos). Solo reduce su ventaja en Alicante, y aun así le saca dos puntos: 7,37% frente al 5,2% que logran los morados.

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