23-1: El PSOE 'aplasta' a las ministras de Podemos en las ruedas de Moncloa

Las protestas de las ministras de Podemos por su exclusión de las ruedas de prensa semanales tras el Consejo de Ministros, que representan el principal escaparate mediático de la Moncloa, se han ido intensificando a medida que se acercaba la campaña del 28-M. La ausencia de la titular de Igualdad, Irene Montero, en la mesa de la sala de prensa de la Moncloa coincidiendo con el Día de la Mujer y la aprobación de la ley de paridad en las empresas, o la de la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, cuando se dio luz verde a la ley de familias, norma estrella de su departamento, generaron un fuerte malestar en el sector morado con acusaciones a la parte socialista de querer achicar al socio minoritario. Dejarlo sin visibilidad ni banderas. Y es que en los 100 días anteriores al 28-M, las ministras moradas solo suman una intervención en total. 23 veces salieron las ministras socialistas (todas mujeres, con la excepción de Luis Planas y José Luis Escrivá). A Yolanda Díaz se le cedió el micrófono en dos ocasiones.

La última y única vez que se le ha visto a Irene Montero este año fue el 28 de febrero con la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, para presentar el acuerdo de distribución del presupuesto destinado contra la violencia de género. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha sumado dos, y el resto de ministros del sector minoritario del Ejecutivo afines al espacio político de la titular de Trabajo, Alberto Garzón (Consumo) y Joan Subirats (Universidades), ninguna. El altavoz que representa este espacio lo han acaparado ministros socialistas para vender la gestión de sus departamentos. Principalmente, la económica, pero también la relacionada con la educación pública, la gestión de la sequía, las ayudas al campo o la vivienda.

Las dos ministras que más repiten son la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, y la titular de Educación, Pilar Alegría, que ejerce asimismo como portavoz del PSOE. En las ruedas de prensa semanales desde los 100 días anteriores al 28-M han coprotagonizado, junto a la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, cuatro ruedas de prensa cada una. Calviño se ha centrado en defender la marcha de la economía española y la gestión de los fondos europeos, habitualmente para contrarrestar los mensajes lanzados desde el PP en esta materia.

La vicepresidenta primera ya viene ejerciendo desde hace meses de escudera económica de Pedro Sánchez, situándose en la primera línea del frente político del PSOE para proteger al presidente. No en vano, y a pesar de no contar con carné socialista, es uno de los perfiles más movilizados en la campaña del PSOE para el 28-M. El pasado jueves, se estrenaba en el arranque de campaña en Valencia, arropando al presidente Ximo Puig y a la candidata a la alcaldía de la capital, Sandra Gómez. “No soy afiliada al partido, soy una persona independiente, pero estoy absolutamente convencida y orgullosa de la labor de estos cinco años y de seguir gobernando en el futuro, porque España se lo merece”, aseguró en el pistoletazo de salida de la campaña del PSPV defendiendo la gestión de Puig al frente de la Generalitat valenciana.

La titular de Educación ha centrado sus comparecencias tras el Consejo de Ministros en defender las medidas que previamente en mítines había anunciado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Inversiones en educación, comenzando con la partida de más de 2.500 millones de euros para becas. Fue el primer anuncio preelectoral de Sánchez, que siguió la fórmula ahora empleada de lanzar la medida en un mitin durante el fin de semana y aprobarla el siguiente martes en el Consejo de Ministros. "La mayor partida en becas de la historia de nuestra democracia", fue el mensaje que se repitió.

Las dos ministras que más repiten son la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, y la titular de Educación, Pilar Alegría

En otra de sus apariciones, dio cuenta de una partida de 1.300 millones para crear 45.000 nuevas plazas de FP bilingüe, y el pasado martes desgranó la partida de 560 millones de euros para que los alumnos de primaria y secundaria estudien programación y robótica en la escuela y para que tengan apoyo extraescolar. Todas ellas, medidas que previamente había anunciado el presidente del Gobierno y líder de los socialistas en diferentes mítines. Alegría, como portavoz del PSOE, es una de las ministras con más presencia en la campaña electoral, además de protagonizar las ruedas de prensa de los lunes desde Ferraz tras la reunión del comité electoral, del que forma parte.

Tras Calviño y Alegría, los miembros del Gobierno de coalición que acaparan más comparecencias en este periodo preelectoral son la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, y el ministro de Agricultura, Luis Planas, ambos con tres en total. Ribera ha puesto en el foco la polémica de Doñana, protagonizando una dura batalla contra el PP, al que acusó de ir en contra de las directrices de Bruselas y entregarse en brazos del negacionismo climático de Vox, o los planes antisequía para asegurar el abastecimiento de agua. Planas, por su parte, se ha hecho eco de las ayudas al campo y las medidas de choque en favor del sector agrario para paliar las consecuencias de la sequía. Este mismo martes, presentaba el decreto que movilizará con este fin un total de 2.190 millones de euros.

De la foto quedaba excluida la vicepresidenta segunda, a pesar de aprobar una modificación del reglamento de prevención de riesgos laborales para prohibir trabajo al aire libre "cuando exista alerta naranja o alerta roja" por calor por parte de la Agencia Española de Meteorología (Aemet). Desde la Moncloa, se argumentaba al respecto que el protagonismo del decreto era para el campo y las ayudas diseñadas para su rescate.

Durante este periodo, Yolanda Díaz solo ha participado en dos de las ruedas de prensa semanales de la Moncloa

El ala socialista del Gobierno se aseguraba así centrar el foco en un plan que da munición a sus dirigentes territoriales para vender estas medidas durante dos semanas clave antes del 28-M. Tratando así de retener el voto del campo y cerrar el paso al PP en un asunto, como es la guerra del agua, que los populares han capitalizado como arma arrojadiza. Al mismo tiempo, se busca neutralizar las potenciales movilizaciones en el campo, canalizándolas a través del diálogo en la Mesa de la Sequía, ya que varias de las reivindicaciones lanzadas en este foro se incluyeron en el plan antisequía.

Durante este periodo, Díaz ha participado en dos de las ruedas de prensa semanales de la Moncloa. La última, el 11 abril. Las mismas que la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, que más pegada al arranque oficial de la campaña ha vendido las políticas de vivienda del Ejecutivo, o el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, defendiendo la reforma de las pensiones.