El PSOE abre la puerta a pactar con el PP sobre okupación al margen de la ley de vivienda

"No se puede encender una vela a Dios y otra al diablo". Un veterano dirigente del PP en el Congreso tira de refranero para referirse al globo sonda lanzado este martes desde la dirección socialista. A menos de 48 horas de sacar adelante la ley de vivienda en la Cámara Baja, el PSOE se abre a pactar con los conservadores una enmienda contra las okupaciones tramitada junto a otra norma y que, en opinión de sus socios parlamentarios, es opuesta a lo pactado. El texto en cuestión, sobre eficiencia organizativa del servicio público de Justicia, es uno de los proyectos clave del Ministerio de Justicia, va de la mano de la de eficiencia procesal y resulta fundamental, porque su aprobación antes de diciembre está entre los hitos para considerar que España está haciendo los deberes a cambio de los fondos europeos Next Generation.

Con el ministerio de Pilar Llop en jaque por las protestas de los trabajadores de la Administración de Justicia, esta norma ha ido avanzando en su tramitación sin generar titulares, salvo por la enmienda de la discordia sobre la okupación. Fue presentada en septiembre por el PSOE, contestada con furia por Unidas Podemos, y hoy los morados mantienen que "nunca" van a avalar una norma que incluya esta propuesta. Los socialistas aseguran que debe ver la luz antes de que acabe este periodo de sesiones —antes del parón del verano—, y deslizan que las puertas a las que pueden llamar para aglutinar mayorías están claras. La ley tiene que salir, y la izquierda no va a respaldarla. El globo sonda al PP llega apenas una semana después de pactar con el partido de Alberto Núñez Feijóo la reforma del solo sí es sí que persigue frenar la rebaja de penas a agresores sexuales. Hoy por hoy, el PSOE niega contactos o negociaciones con el PP sobre esta materia.

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Según fuentes parlamentarias, los socialistas prevén darle el último empujón a esta norma tras las elecciones autonómicas y municipales del 28-M, para después convocar una única sesión de la Comisión de Justicia en la que aprueben los dictámenes de ambas leyes de eficiencia (organizativa y procesal). Llegaron a la Cámara en momentos distintos, pero los socialistas han intentado que sus respectivas tramitaciones discurrieran de forma "paralela". Hace semanas, distintos grupos parlamentarios relataron a El Confidencial que el PSOE había asumido que la enmienda se viera relegada. Estrictamente hablando, existen dos enmiendas que persiguen facilitar los desalojos de okupas en 48 horas: una de los socialistas, otra del PDeCat.

El plan no era retirarlas, sino dejar que decayeran en la votación en comisión, y hoy los socialistas mantienen que no van a renunciar. Aseguran que está incluida en el dictamen del texto que votará el pleno tras su aprobación en comisión, mientras fuentes parlamentarias lo niegan. Lo que se aprobó en ponencia, el paso previo, es un texto en el que figuran los puntos menos polémicos, no así las enmiendas de la discordia, que deberán ser votadas en la próxima sesión de la comisión.

La maniobra es multipista. Por una parte, el PSOE ha cerrado modificaciones a la ley de vivienda con Unidas Podemos y otros socios que dificultan desahucios de personas vulnerables que residan en viviendas de grandes tenedores, pudiendo ser extrapolable a los okupas que cumplan estas premisas. Por otra, ningunean a sus socios y se niegan a contemplar más cambios en el texto, la ley más difícil de la legislatura.

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Y, mientras denuncian la voluntad del PP de "tergiversar, enmascarar y enturbiar" con la okupación, los socialistas no descartan tragarse el sapo de volver a pactar con los populares. Es un planteamiento propio del grupo parlamentario, y distintas fuentes de Justicia y de otros actores políticos asumen que el PSOE tendrá que dejar caer esta norma para poder arrastrar a la mayoría de investidura, y prescindir así de los conservadores.

"No te puedes fiar del PP", resume una dirigente morada, molesta por el hecho de que el PSOE les dé una de cal y otra de arena. Entre sus filas, genera un fuerte malestar que Pedro Sánchez haya decidido esperar para apostarlo todo por la vivienda hasta la precampaña electoral, pese a que durante los últimos años los socialistas han ido rechazando o dilatando las cuestiones relacionadas con la ley de vivienda. Ni entienden que, existiendo una ley de vivienda, se aborde esta materia en una norma que no tiene "nada que ver", ni están dispuestos a facilitar que el PSOE apruebe una modificación que obvia que "el problema de la vivienda es el acceso a la vivienda", y no la okupación. Con el PP bombardeándoles a cuenta de la okupación, distintos portavoces socialistas defendían este diagnóstico, algo totalmente "incompatible" con reivindicar esta enmienda, afirman desde Unidas Podemos.

En el PSOE, intentan convencer de que no hay contradicción, de que defienden todos los planteamientos y artículos de la ley de vivienda, pero que también consideran útil fomentar "la agilización del procedimiento" de desahucio "en trámite judicial", explicaba la secretaria general del grupo, Isaura Leal.

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Por su parte, en el PP no querían adelantar pantallas, aunque tampoco descartaron este escenario. Según fuentes parlamentarias, el portavoz conservador en la Comisión de Justicia, Luis Santamaría, ya ha asegurado que mientras persista la huelga de los trabajadores de la Justicia "va a votar en contra de la ley". También dudan del apoyo del PP a esta norma porque "no comporta transferencias económicas" a las comunidades autónomas que ya tienen competencias sobre Justicia. "Si se sienten presionados, estarán en la abstención", abundan.

De hecho, y más allá del refranero, en el PP se quejan de que el Ejecutivo de Pedro Sánchez no negocie con ellos las distintas normas que tramita la Cámara —a las que suelen oponerse mayoritariamente—. También critican que, una vez el PSOE ha constatado que no tiene respaldos, y tras meses mareando la perdiz, ahora desliza que recurrirá a ellos porque no tiene más remedio, por mera aritmética parlamentaria. O a Dios, o al diablo, vienen a decir.