El mapa autonómico de riesgos para Podemos: todo lo que Pablo Iglesias está dispuesto a sacrificar

Podemos alcanzó un total de 89 escaños autonómicos en las elecciones autonómicas de 2015. 46 diputados regionales en las mismas urnas de hace cuatro años. Ahora, corre el riesgo cierto de bajar hasta los 19.

Con estos números, la dirección de Pablo Iglesias habría sido desalojada en cualquier organización democrática. No es el caso de este partido que se encamina mansamente hacia la marginalidad, guiado por la mala gestión de su propio fundador e, incluso, por su propio deseo.

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Olvídense de tratar de predecir la esperanza de vida que tienen las siglas moradas. La supervivencia de Podemos es irrelevante para su máximo dirigente.

Quien se fue (para no dejar de estar) tiene una concepción enteramente instrumental de su propia organización y de las personas que le han venido rodeando.

Su juego es otro, esto va de construirse una comunidad cerrada de adeptos que le generen influencia política y beneficios económicos en su proyecto mediático. Una especie de Tea Party —integrado o no en el Partido Republicano norteamericano— con su propio canal de televisión —su Fox News—. Ese es el objetivo de su ambición personal.

Después del 28-M, Iglesias puede dar un volantazo y pactar con Yolanda a cambio de un puñado de puestos en las listas

Por eso, después del 28-M, Iglesias puede dar un volantazo y pactar con Yolanda a cambio de un puñado de puestos en las listas, pensando en pasarle luego la factura de un resultado, por ser impura, por haber sido tan sumisa a Sánchez. No lo descarten.

Así que centrémonos en la pantalla de las próximas urnas, porque el veredicto de los votos se encargará de iluminar el camino que Pablo tomará hacia la meta que tiene fijada.

Demos por hecho que toda la campaña estará muy centralizada, que se orientará a montar todo el jaleo posible para obtener resonancia y tensar a las bases, generando tirones con el PSOE y con Sumar, teniendo como aliados a ERC y a Bildu. Todo eso está cantado ya.

Lo que queda por averiguar es la implantación territorial, el nivel de representación parlamentaria, que tendrá Podemos tras las próximas elecciones autonómicas. Ese es el objeto de este trabajo: ofrecer el mapa de riesgos que afronta Podemos región a región, reflejar todo lo que Iglesias está dispuesto a sacrificar a cambio de lograr su pretensión.

¿Cómo hemos elaborado el mapa? Primero, seleccionando y aplicando para cada caso los siguientes indicadores:

1. La comparación entre el punto de partida y las encuestas actuales.

2. El estado de cada organización territorial, pacificada o con conflicto.

3. La presencia de la sombra de Yolanda Díaz en cada lugar, dónde Podemos tiene competencia y dónde no.

4. Los recursos económicos disponibles, siempre determinantes para el desarrollo de cualquier campaña electoral.

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Y, después, volcando el análisis en dos categorías de riesgo. Los lectores que quieran quedarse con la impresión general del mapa no necesitan más que leer lo que viene a continuación:

A/ Comunidades en las que Podemos afronta un riesgo bajo o moderado de quedarse sin representación parlamentaria: Asturias, Canarias, Navarra, Baleares, Aragón y Murcia.

B/ Territorios de riesgo elevado o peligro extremo: Cantabria, Extremadura, La Rioja, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Madrid.

Y, para los demás lectores, los más cafeteros, comienza ahora la información pormenorizada…

Riesgo bajo o moderado de desaparición

Asturias. Podemos obtuvo en 2019 el 11% de los sufragios y cuatro diputados, por lo tanto, tiene recursos para afrontar esta carrera. Las encuestas sitúan a la formación morada cerca del 15%. Compite, como en la anterior ocasión, con Izquierda Unida. Su candidata, Covadonga Tomé, es partidaria de Yolanda Díaz y está en conflicto con la dirección estatal tras haber ganado las primarias. Esta plaza puede darse prácticamente por segura. Proyección de escaños para el 28-M: tres.

Canarias. En 2019, Podemos-Sí se puede-Equo obtuvo el 8,75% de los votos y tres puestos en el Parlamento, tienen dinero para la campaña. A día de hoy, los sondeos mantienen el ocho para los morados. La dirección regional mantiene una relación fluida con la nacional. Sin embargo, hay competencia por el mismo electorado con el Proyecto Drago. Podría haber bajada, pero lo más probable es que los de Iglesias sigan teniendo representación. Proyección de escaños para el 28-M: tres.

Navarra. La última vez, Podemos obtuvo el 4,7% de los votos y dos diputados compitiendo con IU. En esta ocasión, se ha forjado un frente amplio de izquierdas —más recursos— al que las estimaciones demoscópicas otorgan un 8%. Sí que hay confrontación interna con la dirección estatal. Conviene, además, recordar que el umbral para obtener representación está fijado en el 3%. Proyección de escaños: tres.

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Baleares. En 2019, Podemos alcanzó el 9,7% de los votos y seis puestos parlamentarios. Habrá dinero. No hay conflictos relevantes con la dirección nacional. Sí que existe un competidor por el mismo electorado: Més per Mallorca, que podría hasta superar ligeramente a los morados. La demoscopia apunta hacia el 8% para Podemos. Proyección de escaños: cuatro.

Aragón. En la anterior cita con las urnas, Podemos-Equo obtuvo el 8% de los sufragios y cinco diputados, forma parte del gobierno, tendrá recursos. La líder territorial está bien valorada, mantiene una relación aceptable con la dirección general. Las encuestas no son demasiado propicias, pronostican un 6%. Tienen competidor en la misma zona, la Chunta Aragonesista es cercana a Yolanda Díaz. Afortunadamente para los morados, es necesario obtener un 3% y no un 5% para llegar al Parlamento. Proyección de escaños: tres.

Murcia. Podemos-Equo obtuvo el 5,5% de los votos y dos puestos parlamentarios en 2019, tendrán recursos. No hay tensiones orgánicas. Los sondeos anticipan un 6% aproximado. Sin embargo, esta vez, tendrán candidatura alternativa enfrente (Más País-Equo). Como en los dos casos anteriores, les beneficia el listón del 3%. Proyección de escaños: dos/tres.

Riesgo alto o peligro extremo de desaparición

Cantabria. En las últimas urnas autonómicas, Podemos cosechó un pésimo 3,1% que los dejó sin representación —umbral 5%—. Carecen de recursos, no tienen ningún competidor por la misma clientela electoral y la relación con la dirección nacional es aceptable. Los sondeos les dan muy cerca del cinco mágico que necesitan y van a depender muchísimo de la capacidad de movilización final. Pueden terminar dando la sorpresa, pero no será nada fácil. Proyección de escaños: cero.

Extremadura. Podemos-IU-Extremeños-Equo alcanzó el 7,1% de los sufragios y cuatro puestos en el Parlamento. Habrá dinero que gastar. Las últimas encuestas vienen dando números ligeramente superiores al 6%. Y aquí la clave está en que sí entra en juego el umbral del 5% para lograr representación. La relación con la dirección nacional es más que tensa. No hay alternativa, pero sí la seria amenaza de la desmovilización. Si bajan de los 44.000 votos que tuvieron a 35.000, terminarían quedándose fuera. Proyección de escaños: cero.

La Rioja. Una situación más adversa que la anterior. Podemos-IU-Equo llegó al 6,6% del recuento y a los dos escaños en 2019, tendrán recursos, pero todo lo demás está lleno de obstáculos. La relación con la dirección nacional no es pacífica, no hay otra alternativa. Pero las encuestas ya están levemente por debajo de un 5%, que vuelve aquí a marcar la diferencia entre el ser y no ser. Proyección de escaños: cero.

Castilla-La Mancha. Podemos-IU-EQUO se quedó fuera del Parlamento castellanomanchego tras haber obtenido un 6,9% de los votos. Fue penalizado en el reparto por el sistema D´Hondt y todo parece apuntar a que volverá a ocurrir lo mismo en esta ocasión. No tienen alternativa en su sector, pero carecen de recursos, la relación con Madrid es tranquila, aunque las estimaciones demoscópicas les otorgan un resultado medio punto peor. Proyección de escaños: cero.

Comunidad Valenciana. Unides-Podem-EUPV llegó al 7,9% de los votos en 2019, ocho diputados. Tendrán recursos económicos a su alcance, también el apoyo desde la sede nacional. Pero todo lo demás pinta bastante mal. Compromís —que les triplica en las estimaciones— va con Yolanda y las encuestas otorgan en estos momentos un 4,7% para los morados —por debajo del cinco necesario—. La desaparición de facto en este territorio sería estratégicamente trágica para Podemos. Proyección de escaños: cero.

Madrid. En esta comunidad también puede darse la misma situación que en la valenciana. Las elecciones celebradas en 2021 dejaron muy consolidado a Más Madrid —16,9% y 24 escaños— y muy dañado a Podemos —7,2% y 10 puestos—. Hay recursos, hay buena relación con la dirección nacional, pero el peligro que plantea el listón del 5% es máximo. Los sondeos sitúan a los de Iglesias en el filo de la navaja, ligerísimamente por encima o por debajo. Están en manos de la capacidad de arrastre que termine generando Mónica García. Las consecuencias de no traspasar el umbral serían igualmente devastadoras. Proyección de escaños: cero.

Conclusión

Por debajo del jaleo, de la conducta pasivo-agresiva de la dirección de Podemos, de las palabras gruesas y del victimismo, están los números. Son los que son dos ciclos después. La realidad contada en votos es el espejo de un fracaso. Iglesias no es un político alfa, ni siquiera un líder creativo, es un matoncete con cinturón blanco amarillo que sostiene su negocio sobre el sectarismo y la parasitación del sufrimiento ajeno.