Podemos pide a su militancia "rebeldía" para evitar que "maten" al partido, entre dardos a Yolanda Díaz

Podemos y Yolanda Díaz viven en una suerte de guerra fría tras el lanzamiento de la candidatura a la Moncloa de la vicepresidenta segunda, pero los morados no dejan pasar la ocasión de lanzarle recados. En un mensaje difundido en redes sociales este martes, llamando a su militancia a participar en un acto este mismo fin de semana, los morados cargan contra la impulsora de Sumar, pero también contra Alberto Garzón y Joan Subirats, los ministros de Unidas Podemos sin carné morado, además de férreos aliados de la vicepresidenta segunda.

Lo hacen sin ninguna sutileza, aprovechando para marcar distancias entre las ministras de Podemos, Ione Belarra e Irene Montero, y la vicepresidenta, el líder de IU y el ministro de los comunes, a cuenta de que se pusieran "de perfil", con la OTAN y la guerra de Ucrania. Según los morados, esto "indigna" a sus seguidores: "Podemos es el militante de toda la puñetera vida que alucina y se indigna cuando ve que sus ministros se ponen de perfil con la OTAN y la guerra de Ucrania, y que solo Ione dice lo que él piensa", asegura una voz en off.

Desde hace meses, pero cada vez de forma más explícita, Podemos critica que Díaz evite ciertos temas que, a su entender, debería abordar con un enfoque más combativo. En algunos casos, directamente, ha rechazado posicionarse. Que la vicepresidenta segunda no fuera más explícita a cuenta de la reforma de la ley del solo sí es sí, o que evitara aclarar qué piensa sobre el envío de armas a Ucrania, son los últimos capítulos de un largo historial que los morados, y en particular Pablo Iglesias, no dudan en recordar cada vez que tienen ocasión.

"Este es un mensaje para ti, que nunca te pones de perfil en una discusión de política con compañeros de trabajo", arranca el vídeo, que arenga a la militancia morada a rebelarse, a no dejar que aplaquen su "espíritu de rebeldía". A pelear por "hacer entender que, para seguir transformando este país", su formación es necesaria. La grabación llama también a reivindicar esa "rebeldía" frente a quienes quieren "volver a matar a Podemos", en un momento de fuertes tensiones con la vicepresidenta segunda, aliada con el resto de fuerzas a la izquierda del PSOE para construir su candidatura a la Moncloa. Los morados sostienen que Díaz y el resto de partidos quieren rebajar la dureza de posiciones que ellos han defendido hasta ahora, renunciar a la batalla cultural desde la izquierda.

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Podemos trata de insuflar oxígeno a su militancia, de visibilizar músculo organizativo —algo de lo que Díaz, que no cuenta con estructura de partido, carece—, y reivindica la utilidad de la formación: "Podemos es mucho más que un partido, que dos ministerios, que sus dirigentes de hoy y de ayer", sostiene. "Tenemos que ser muchos", apostilla, llamando a asistir a la fiesta de la primavera de los morados, viernes y sábado de esta semana, en Zaragoza.

El acto, pensado para cerrar filas de cara a la campaña electoral, contará con un mitin central con Belarra y Montero, así como con varias mesas redondas —algunas, simultáneas— en las que se sentarán la plana mayor del partido y el propio Iglesias, la figura morada más crítica con Díaz.

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El vídeo también glosa algunas de las intervenciones de los principales líderes de Podemos, como las palabras de Belarra sobre el presidente de Mercadona, Juan Roig, tildándole de ser un "capitalista despiadado". Y, entre alusiones a las formaciones alineadas con Díaz y a la propia vicepresidenta —"Hay quien piensa que toda esa gente [la militancia morada] es poca", que están "condenados a vivir en una esquinita del tablero"—, también guardan dardos para el líder de Más Madrid, Íñigo Errejón.

La "esquinita del tablero" va por Díaz, y la referencia a quién "no entiende que esta gente es el núcleo que irradia", es un recado a Errejón. "Para seguir transformando este país se necesita la rebeldía de los que no callan", arengan. Reivindican su modelo de comunicar, y lo contraponen con el de la vicepresidenta, que rechaza el ruido político y los debates públicos sobre la interna. Evitan nombrarla, pero las referencias son inconfundibles.