Un diputado de ERC oculto tras el alias Konan redactó los comunicados de Tsunami

Las diligencias del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional sobre Tsunami Democràtic ubican en el núcleo directivo de la plataforma al diputado autonómico de ERC y secretario cuarto de la Mesa del Parlament, Rubén Wagensberg Ramon. El sumario revela que lideró la estrategia de comunicación y propaganda de las movilizaciones contra la sentencia del 1-O y que trató de ocultar su implicación en los disturbios escondiéndose tras el alias Konan, según han confirmado a El Confidencial fuentes próximas al caso.

La Guardia Civil, responsable de las pesquisas, atribuye a Wagensberg un papel destacado. Además de participar en las decisiones del aparato político que comandaba Marta Rovira, alias Matagalls, fue el encargado de redactar y difundir los comunicados oficiales de Tsunami a través de Telegram y otras redes sociales. También impartió órdenes a otros altos cargos de la estructura de ERC que formaban parte del aparato de marketing, como el empresario Oriol Soler Castanys, alias Rigoberto, experto en medios de comunicación, ideólogo del referéndum de 2017 e imputado en el caso Voloh por el presunto desvío de fondos públicos al procés.

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Wagensberg (Barcelona, 1986) es hijo de un empresario y directivo catalán educado en la Escuela Suiza de Barcelona. Antes de dedicarse a la política, puso en marcha la iniciativa Casa nostra, casa vostra para exigir a las instituciones públicas la acogida masiva de refugiados y migrantes. En febrero de 2017, consiguió sacar a más de 200.000 personas a las calles de la Ciudad Condal y celebró un macroconcierto en el Palau Sant Jordi bajo el lema "Queremos acoger". Pero, a medida que se acercaba el 1-O, empezó a aproximarse al independentismo y pasó a encabezar colectivos como En Peu de Pau, orientados a la defensa de las urnas, la lucha contra el Estado y la neutralización del artículo 155.

La mutación de Wagensberg quedó oficializada en diciembre de 2017, cuando ERC anunció su fichaje para las elecciones autonómicas de la posconsulta y salió elegido diputado del Parlament por la circunscripción de Barcelona. En febrero de 2021, volvió a presentarse de la mano de la formación de Oriol Junqueras y fue reelegido, ascendiendo al cargo de secretario cuarto de la mesa del Parlament. Pero, en el lapso de tiempo entre esos dos comicios, Wagensberg llenó su hoja de servicios para el independentismo con una activa participación en la estructura de Tsunami que no había trascendido hasta ahora.

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Las fuentes consultadas subrayan que Konan, el nombre que eligió el diputado de ERC para diluir su responsabilidad en la plataforma, en referencia al personaje de literatura fantástica Conan el Bárbaro, fue uno de los grandes cabecillas de este movimiento clandestino, copado casi en su totalidad por el partido de Junqueras. Con un doble papel, público y clandestino, el de Esquerra fue una de las personalidades que se ocuparon de oficializar en las redes sociales el nacimiento del movimiento. Junto a Oriol Junqueras o Carles Puigdemont y Quim Torra, difundió en Twitter el mensaje de estreno del movimiento en el que se pedía "recuperar la iniciativa".

La secretaria de ERC, Rovira, alias Matagalls, se encargó presuntamente de conseguir la adhesión de Junts per Catalunya, la CUP y las principales entidades secesionistas; Oriol Soler Castanys ayudó a Wagensberg con la propaganda; Oleguer Serra Boixaderas, alias Pare Carbasser, actual consejero ejecutivo de Òmnium Cultural, la plataforma más próxima a ERC, asumió la movilización de las bases, y Xavier Vendrell, alias Índigo y Escobar, exconsejero de Gobernación y exmiembro de Terra Lliure, sacó también a miles de personas a las calles y coordinó la colocación de escenarios, altavoces y cartelería con la empresa de la órbita del partido Iniciatives Events SL, como avanzó este diario el pasado lunes.

Opinión

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La Mesa del Parlament, en la etapa de Carme Forcadell como presidenta, jugó curiosamente un papel relevante en el desarrollo del andamiaje legislativo del Parlament. Cuatro exmiembros fueron juzgados por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña en julio de 2020 y el TSJC acabó condenándoles a 20 meses de inhabilitación y una multa de 30.000 euros por desobedecer las órdenes del Constitucional y permitir o avalar la tramitación de resoluciones vinculadas al referéndum del 1-O. El Supremo ordenó recientemente repetir la vista por vulneración del principio de imparcialidad.

"Algún muerto"

Carles Puigdemont también participó en la campaña de disturbios, aunque en un discreto segundo plano. En las horas siguientes a la publicación de la sentencia contra los responsables del 1-O, compartió un mensaje con el resto de dirigentes políticos de Tsunami, que fue interceptado por la Guardia Civil y que figura en las actuaciones de la Audiencia Nacional, en el que asumía que los altercados podían provocar "algún muerto". Si eso ocurría, sostuvo Puigdemont, se produciría la derrota del independentismo.

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Lo cierto es que, durante el bloqueo del aeropuerto de El Prat, falleció un turista francés de 65 años que sufrió un infarto después de recorrer a pie cuatro kilómetros de distancia para no perder el vuelo en el que debía volver a su país. Se trata del primer y único muerto del procés, pero los enfrentamientos con la Policía y el bloqueo de la AP-7 a la altura con Francia acabaron silenciando esa muerte y la tragedia no provocó ninguna crisis para los promotores de Tsunami.

La plataforma intentó generar la apariencia de que se trataba de un movimiento espontáneo, algo parecido a una respuesta natural y masiva de la sociedad civil catalana a la sentencia del procés. Pero las investigaciones que dirige el juez Manuel García-Castellón indican que se trató de un plan diseñado y promovido desde el principio por los actores habituales del secesionismo y que todas las acciones fueron milimétricamente calculadas para volver a poner contra las cuerdas al Estado y amplificar la proyección internacional del conflicto con el resto de España.