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El PSOE teme que el "tirón" de Yolanda Díaz lo haga caer por debajo de los 100 escaños
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Pugna en la izquierda

El PSOE teme que el "tirón" de Yolanda Díaz lo haga caer por debajo de los 100 escaños

Barones socialistas alertan de que tiene un perfil “transversal” que puede atraer a votantes "desencantados" con su partido. El futuro de Sumar despierta diferentes opiniones en el Gobierno

Foto: La vicepresidenta del Gobierno Yolanda Díaz, durante la presentación de Sumar, su nuevo proyecto político. (Sergio Beleña)
La vicepresidenta del Gobierno Yolanda Díaz, durante la presentación de Sumar, su nuevo proyecto político. (Sergio Beleña)
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La determinación de Yolanda Díaz en la presentación de Sumar ha sacudido el tablero de la izquierda. El blanco impoluto que la gallega eligió para anunciar que quiere ser la primera presidenta del Gobierno de España agitó las filas socialistas. La vicepresidenta ha emergido como una candidata “inmaculada” frente al desgaste de Pedro Sánchez. “Es la mejor valorada en todas las encuestas”, recuerda un barón del PSOE, que hace hincapié en que la imagen que transmite Díaz nada tiene que ver con la “radicalidad” de Pablo Iglesias.

En el socialismo, hay un sentimiento contradictorio. Por un lado, son conscientes de que necesitan una muleta a la izquierda para poder mantenerse en la Moncloa, pero por otro se vive con preocupación el alcance del efecto Yolanda. El análisis más pesimista arroja que la vicepresidenta es capaz de movilizar a un votante mucho más transversal que Podemos y eso puede traducirse en un trasvase de sufragios desde el PSOE.

La mala noticia en términos demoscópicos es que los socialistas pierden toda esperanza de pescar en la desbandada de votantes de Podemos, como le ha ocurrido al PP con el desmoronamiento de Ciudadanos. Si hasta este momento el efecto vasos comunicantes entre Podemos y el PSOE no era proporcional a la caída de los primeros, con Díaz en el escenario será aún menor, vaticinan desde los territorios, donde alertan de que la transferencia puede crecer a la inversa y que la plataforma de la ministra de Trabajo sea un “refugio” para los desencantados con Sánchez.

Los sondeos que manejan tanto en el equipo de la vicepresidenta como en Ferraz sitúan al PSOE por debajo de los 100 escaños cuando se introduce a Sumar en la ecuación. Tanto si finalmente hay acuerdo con Podemos como si la izquierda acude dividida en tres a las urnas, Sánchez volvería a cifras similares a las del abismo de 2015, cuando firmó el peor resultado de la historia del partido con 85 diputados. “Bajar 20 diputados sería un rotundo fracaso viniendo de gobernar”, reconoce un dirigente territorial, que ironiza con que sería la segunda vez que el presidente “hace historia”.

Foto: Los purgados por Iglesias reviven con Yolanda. (EFE/Víctor Lerena)

La paradoja es que, pese a volver a caer por debajo de la barrera psicológica de los 100 asientos, Sánchez podría conservar el suyo de presidente si logra reeditar una mayoría como la de la actual legislatura. Para ello, necesita que Díaz absorba a los de Iglesias. La Moncloa ya ha iniciado la presión para remar a favor de un entendimiento de la vicepresidenta con los morados. En el equipo de Sánchez, son conscientes de que Iglesias quiere dinamitar tanto la coalición de gobierno como el futuro de Díaz, pero confían en que “recapacite” para evitar que gobierne la derecha.

“Ella tiene ahora mismo una posición de fuerza”, argumentan desde el PSOE, donde esperan que la cúpula de Podemos ceda ante el descalabro que le auguran las encuestas en las municipales y autonómicas del 28 de mayo. Los hay que no ven factible una fumata blanca entre Díaz e Iglesias hasta después de las urnas.

En el ala caoba del Consejo de Ministros, también hay opiniones encontradas sobre el futuro del proyecto de Díaz. Los que tienen una buena relación con ella son magnánimos en su veredicto. Consideran que será una “socia” más leal que Iglesias en caso de sumar y aunque le auguran “tirón”, uno de los ministros con carné señala a este diario que Sumar es compatible con los intereses del PSOE porque no van a competir por el mismo tipo de votante. “Espero que llegue a un acuerdo con Podemos”, reclama la misma fuente, consciente de la dificultad de mantener la Moncloa si el votante de izquierdas se encuentra con la papeleta socialista, la de Sumar y la de Podemos en unas generales.

Foto: Yolanda Díaz, en el lanzamiento de su candidatura. (EFE/Víctor Lerena)

En la bancada azul del Congreso, también hay quien juzga con dureza la posición política de Díaz y su “deslealtad” con Podemos. La argumentación es que el partido morado es el que ha llevado a la vicepresidenta hasta donde está: “La lealtad en política, como en la vida misma, es un valor”, reprocha otro ministro. Más allá de lo personal, tampoco augura un buen futuro a la plataforma, que define como un “conglomerado de siglas y de egos”.

Los egos serán determinantes para ver la evolución tanto de la relación entre Díaz e Iglesias como entre Sánchez y Díaz. Los dos primeros llevan meses sin hablarse y en público hasta el momento solo ha habido reproches. El exlíder de Podemos bajó ayer el tono en pro de una coalición que amenaza, tanto si se produce como si no, la supervivencia de la marca que fundó tras el 15-M. Sánchez, que mantiene una buena sintonía personal con su vicepresidenta, también se enfrenta a la misma contradicción. Necesita a Sumar, aunque le reste.

La determinación de Yolanda Díaz en la presentación de Sumar ha sacudido el tablero de la izquierda. El blanco impoluto que la gallega eligió para anunciar que quiere ser la primera presidenta del Gobierno de España agitó las filas socialistas. La vicepresidenta ha emergido como una candidata “inmaculada” frente al desgaste de Pedro Sánchez. “Es la mejor valorada en todas las encuestas”, recuerda un barón del PSOE, que hace hincapié en que la imagen que transmite Díaz nada tiene que ver con la “radicalidad” de Pablo Iglesias.

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