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El difícil equilibrio del PP con el aborto: apoya la ley de plazos, pero niega que sea un derecho
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TRAS EL FALLO DEL TC

El difícil equilibrio del PP con el aborto: apoya la ley de plazos, pero niega que sea un derecho

Génova trata de calmar las críticas procedentes del sector más conservador del partido por el giro de Feijóo. El PP cree que respaldar la normativa es compatible con priorizar el derecho de los "no nacidos"

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Antonio García)
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Antonio García)

La sentencia del Tribunal Constitucional sobre la ley del aborto, enquistada durante 13 años, permitió al PP de Alberto Núñez Feijóo trazar una línea clara sobre un debate que siempre se le ha hecho bola al partido. La dirección mostró un respaldo expreso a la ley de plazos, una norma "correcta" en términos generales y que merece el "respeto" del líder de la oposición. La postura de Feijóo fue avalada por la mayoría de la formación, independientemente de la ideología que profesen en privado. Pero también ha habido quien ha levantado la voz en los últimos días, exdirigentes de la vieja guardia o sectores religiosos que ven como una "traición" el respaldo a la norma. A tenor de las críticas, Génova aclaró este lunes que su postura, en el fondo, no ha cambiado. Y que sigue pensando que el aborto no puede ser considerado como un derecho de la mujer, pese a ser la base de la ley que dice avalar.

En el PP, asumen que se trata de un equilibrio complicado, pero que no pasa de un debate meramente dialéctico. Entienden que el fallo del Constitucional no deja otra vía que la del respaldo absoluto a lo que dicta la ley, y reconocen incluso que es un debate superado por una amplia mayoría social, incluso entre sus votantes. "Hace 13 años el debate estaba en otro punto", sostienen en la dirección, donde admiten una "evolución" en su postura acorde al paso del tiempo y a la modernización de la sociedad, que ya se vivió en otras cuestiones hace décadas, como el divorcio o el matrimonio homosexual.

Foto: El líder de Vox, Santiago Abascal, durante su intervención en la sesión de control al Gobierno este miércoles en el Congreso. (EFE/Mariscal)

Pero el aborto es una cuestión donde el PP navega aún en aguas revueltas, que genera controversia y que afecta a distintas "sensibilidades" dentro del partido. Por ese motivo, Génova quiere abordar el debate de forma superficial, desde el trasfondo jurídico de la cuestión, por la necesidad de regular, dicen, una "realidad" en España. Pero no entrarán en cuestiones "morales o éticas". "No hemos dicho en ningún momento que el aborto sea un derecho", pero "los poderes públicos deben regular este fenómeno para dar certezas y seguridad a las mujeres que deciden emprender este proceso", explicó Borja Sémper, que desde hace unas semanas forma parte del núcleo duro de Feijóo.

En este punto, el político vasco volvió a remitirse a la ponencia social aprobada en 2017 por el PP de Mariano Rajoy como la posición única en esta materia, que no se ha actualizado desde entonces. Génova, por el momento, mete en el congelador la celebración de un congreso ideológico para renovar los estatutos de la formación. "El Partido Popular está firmemente comprometido en la defensa y protección del derecho a la vida", reza el documento. "Consideramos que el aborto no debe entenderse como un derecho, sino como un fracaso de la sociedad (...). Respaldamos que a todos los efectos (...) el concebido se considere como nacido y como un miembro más de la unidad familiar".

Foto: Entrevista a Alberto Núñez Feijóo. (Sergio Beleña)

El aborto es un debate en que el PP siempre se ha movido con dificultad. Cuando Feijóo aterrizó en Génova, hace ya casi un año, el partido se mantuvo en la indefinición a la espera de que la enquistada sentencia del TC les marcase el camino. Con todo, el líder del PP se anticipó al fallo y ya despejó algunas dudas en las semanas previas. Por ejemplo, en una entrevista con El Confidencial, Feijóo aseveró que él no podía "estar en desacuerdo con la ley de plazos", entre otros motivos porque es una regulación normalizada en la mayoría de países comunitarios.

Con todo, el político gallego situó su principal línea de discrepancia con la actual normativa en la necesidad de contar con el consentimiento paterno en el caso de las menores de edad que se planteen interrumpir su embarazo. Y señaló también que, a su juicio, debe existir un periodo de reflexión mínimo entre la decisión de abortar y el momento en que esa interrupción se lleva a término.

Foto: El líder de Vox, Santiago Abascal, en el Congreso (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

El respaldo cerrado del PP a la ley de plazos despertó las críticas del ala dura del partido en esta cuestión. Por ejemplo, el exministro Jaime Mayor Oreja, a través de su asociación NEOS, exigía a Feijóo y al resto de su equipo una "reflexión" sobre su postura. También lo hizo Jorge Fernández Díaz en un artículo publicado este fin de semana en La Razón. "Es la primera vez que el PP se declara partidario del aborto de forma institucional y pública, cuando en sus estatutos todavía se define como defensor de los principios del humanismo cristiano y del derecho a la vida. Deberían reflexionar que esa posición política genera problemas de conciencia a no pocos de sus votantes católicos que, sin duda, esperan un cambio político en España, y no una mera sustitución en la Moncloa", se despacha el exministro.

Génova prefiere no levantar ampollas entre los suyos, y trató de calmar los ánimos de algunos sectores del partido, reafirmando este lunes que su respaldo a la ley de plazos no moverá un ápice su predilección por las políticas "provida", el derecho de los "no nacidos" y la gestión que ponga el acento en la maternidad y en la natalidad. Pero, en el fondo, Feijóo ha cavado ya una profunda trinchera cultural que le aleja no solo de sus rivales de Vox, sino también del ala más conservadora del partido. Génova hará del feminismo una de sus banderas sociales, y no permitirá, según dijo el propio Feijóo, "ningún ataque a la dignidad de la mujer bajo las siglas del PP".

La sentencia del Tribunal Constitucional sobre la ley del aborto, enquistada durante 13 años, permitió al PP de Alberto Núñez Feijóo trazar una línea clara sobre un debate que siempre se le ha hecho bola al partido. La dirección mostró un respaldo expreso a la ley de plazos, una norma "correcta" en términos generales y que merece el "respeto" del líder de la oposición. La postura de Feijóo fue avalada por la mayoría de la formación, independientemente de la ideología que profesen en privado. Pero también ha habido quien ha levantado la voz en los últimos días, exdirigentes de la vieja guardia o sectores religiosos que ven como una "traición" el respaldo a la norma. A tenor de las críticas, Génova aclaró este lunes que su postura, en el fondo, no ha cambiado. Y que sigue pensando que el aborto no puede ser considerado como un derecho de la mujer, pese a ser la base de la ley que dice avalar.

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