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Feijóo esquiva el debate del aborto consciente de que divide al PP y da votos a Vox
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Feijóo esquiva el debate del aborto consciente de que divide al PP y da votos a Vox

El líder gallego esperará a que el Constitucional le marque el camino para evitar un cisma. Si la Justicia avala los plazos, asume que será muy complicado volver a una ley de supuestos

Foto: El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Xoán Rey)
El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Xoán Rey)
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El Gobierno busca tomar la iniciativa del debate político para enterrar la crisis Pegasus. Han sido semanas difíciles y ahora pone el foco en una nueva ley del aborto para arrastrar al PP a un terreno donde se mueve con dificultad. Si se cumple el calendario, el Consejo de Ministros del próximo martes dará luz verde a la norma que regula la interrupción voluntaria del embarazo. El plan es que sustituya a la aprobada por José Luis Rodríguez Zapatero y que Mariano Rajoy recurrió ante el Tribunal Constitucional en 2010. Desde entonces, se espera un pronunciamiento que se prevé que se haga público en unos días, tras más de una década encallado por la pugna entre magistrados conservadores y progresistas.

La ley que presentará la ministra de Igualdad, Irene Montero, ahonda en que las menores de edad puedan interrumpir voluntariamente su embarazo sin permiso de sus padres. Este fue uno de los ocho puntos que el PP planteó en su recurso, donde se abogaba por el derecho a la objeción de conciencia de los médicos. También se expuso que el aborto libre hasta la semana 14 vulneraba los derechos del no nacido que reconoció el Constitucional en una sentencia de 1985. ¿Cuál es la postura del PP de Feijóo sobre este asunto? ¿Apuesta por una ley de plazos o de supuestos, como en su día planteó el ministro Ruiz-Gallardón? En Génova se parapetan en “no valorar las urgencias mediáticas” del Gobierno para evitar un posicionamiento que no desvelarán hasta que no conozcan el contenido de la norma.

Foto: Foto: EFE/Joédson Alves.

En el partido siguen la consigna de hablar de “señuelo”, pero asumen que una vez abierto el melón, Vox lo utilizará para desgastarles. Los de Abascal ya estudian presentar un recurso en los tribunales en cuanto la 'ley Montero' reciba la luz verde. Los populares prefieren esperar a que el Constitucional dicte sentencia. Esta ambigüedad puede penalizar al PP en un momento en que las encuestas lo dan al alza. Es cierto que el plan de Alberto Núñez Feijóo pasa por ensanchar el partido por el centro, pero una fuga de votantes a Vox pone en riesgo esa mayoría suficiente para poder mirar desde arriba a Abascal y dejarlos fuera de los gobiernos. La situación se agrava a un mes de las elecciones andaluzas. El PSOE agitará el mensaje de que el presidente andaluz, Juanma Moreno, no defiende los derechos de las mujeres e intentará equipararle con el discurso antifeminista de Macarena Olona.

En los territorios no esconden que “es un lío”, porque el aborto es un asunto que tradicionalmente divide las filas del PP. Los números, según un barón, están claros: un tercio de los simpatizantes está en contra de cualquier tipo de aborto, otro apoya una ley de plazos como la que aprobó Felipe González y el resto prefiere los supuestos. También destaca el factor del votante católico y cómo las asociaciones provida pueden acabar movilizando el voto a favor de Vox. Aquí tendrá que medir bien su discurso Feijóo. Si se apuesta por una postura muy conservadora, se pierde el centro en favor del PSOE; y si se opta por el extremo opuesto, la transferencia engordará a la ultraderecha. Como presidente de la Xunta, el líder del PP siempre se ha pronunciado a favor de un reglamento que cuente con el consenso de la mayoría, como ocurrió en 1985. El fallo del Constitucional marcará el camino al dirigente popular, que, según ha manifestado en privado en otras ocasiones, ve bien que se mantenga la autorización de los representantes legales en el caso de las jóvenes de 16 y 17 años.

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EP/Alejandro Martínez Velez)

“El tema del aborto no figura entre las prioridades en ninguna encuesta, no decide voto, salvo que te enredes y acabes pareciendo un carca”, apunta un diputado del PP con mando en la etapa de Rajoy, que defiende que hay que “ignorar” el tema. Esta fue la estrategia del antecesor de Pedro Sánchez en los últimos años de su Gobierno previo escarmiento. Con Alberto Ruiz-Gallardón al frente del Ministerio de Justicia se redactó una futura norma que no solo cambiaba el modelo de plazos por el de supuestos, sino que restringía el aborto incluso ante malformaciones graves del feto. Rajoy acabó retirando el proyecto ante la fractura dentro de su propia formación tras testar que no había una demanda social. Ruiz-Gallardón dimitió y desde ese momento el asunto se congeló.

En 2015, ya con Rafael Catalá al frente de Justicia, se introdujo para contentar al electorado más conservador la autorización paterna. Los más veteranos recuerdan que hasta eso supuso un cisma en el Grupo Popular. Pablo Casado se pronunció abiertamente sobre la necesidad de volver a una ley de supuestos. Lo hizo en la campaña para presidir el PP. Una vez en el cargo, pese a su perfil más conservador y las demandas de los 'duros', nunca ha colocado este tema entre las prioridades de su agenda política.

Foto: La ministra de Igualdad, Irene Montero. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

“A la gente le interesa tener trabajo, ir de vacaciones, y esto pertenece a su vida privada”, reflexiona un alto cargo del PP que considera que hay que dejar en evidencia que se trata de una “trampa” de Sánchez. El presidente quiere “retratar” a Feijóo. En el Gobierno empiezan a preocupar los sondeos y la imagen de hombre de Estado del gallego, por eso buscan un 'talón de Aquiles'. Los socialistas confían a su vez en movilizar al electorado de la izquierda en Andalucía. El resultado de la maniobra está por ver y de momento la 'ley Montero' ha evidenciado una nueva grieta en la coalición. En el borrador del Ministerio de Igualdad se incluyen bajas de hasta cinco días para las mujeres que padezcan una menstruación dolorosa e incluso la incapacidad temporal. Este punto ha caído como un jarro de agua fría entre algunos ministros caoba. Tanto la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, como el titular de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, han mostrado sus reticencias.

Ambos coinciden en que puede acabar estigmatizando a las mujeres en el mundo laboral y que se deben plantear otras fórmulas, como que no sea una baja automática, sino avalada por la opinión de un especialista. El pulso entre las dos almas del Gobierno está garantizado. Queda por ver una vez más quién tendrá el favor del césar.

El Gobierno busca tomar la iniciativa del debate político para enterrar la crisis Pegasus. Han sido semanas difíciles y ahora pone el foco en una nueva ley del aborto para arrastrar al PP a un terreno donde se mueve con dificultad. Si se cumple el calendario, el Consejo de Ministros del próximo martes dará luz verde a la norma que regula la interrupción voluntaria del embarazo. El plan es que sustituya a la aprobada por José Luis Rodríguez Zapatero y que Mariano Rajoy recurrió ante el Tribunal Constitucional en 2010. Desde entonces, se espera un pronunciamiento que se prevé que se haga público en unos días, tras más de una década encallado por la pugna entre magistrados conservadores y progresistas.

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