El PP ignora a Podemos en la polémica del solo sí es sí y redirige el desgaste sobre Sánchez

El goteo de reducciones de penas a condenados por delitos sexuales a causa de la aplicación de la ley del solo sí es sí, que cuenta con poco más de un mes de vida, ha puesto en guardia a la oposición y abierto una nueva batalla en el seno del Gobierno de coalición. El PP, que viene de atravesar un par de semanas complicadas por la controvertida ruptura de la negociación para renovar el CGPJ y por la crisis sanitaria en Madrid, ha pasado al ataque. Pero el foco de las críticas del primer partido de la oposición no ha sido Irene Montero. De hecho, los populares obvian a Podemos en su discurso e insisten en poner directamente el foco en Pedro Sánchez.

Los populares creen que el asunto es de tal gravedad y genera tanta sensibilidad en amplios espectros de la sociedad que terminará pasando factura al jefe del Ejecutivo, quien, por el momento, no ha abierto la puerta a reformar la ley para corregir las fallas técnicas que han llevado a la revisión a la baja de las condenas de agresores sexuales. Génova evitó pedir de forma expresa la dimisión de Irene Montero o del equipo de Igualdad, pero sí extendió la responsabilidad por "el fracaso" de la norma a Pedro Sánchez.

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El argumento que esgrimen diferentes miembros de la cúpula del partido es que, pese a que la norma parte del Ministerio de Igualdad y del ala morada del Ejecutivo, es el Consejo de Ministros en su totalidad, con tres ministros jueces en su seno —Pilar Llop, Margarita Robles y Fernando Grande-Marlaska—, quien dio luz verde a la llamada Ley Orgánica de Garantía Integral de Libertad Sexual que, a juicio del PP, ha provocado un "daño irreparable" a mujeres y niños víctimas de agresiones sexuales. Recuerdan, además, que el PSOE no planteó ninguna enmienda a la norma para corregir las dudas legales del texto.

Para Génova, la "prioridad" pasa por lograr una modificación de la ley por la vía urgente en la Cámara Baja antes que dirimir responsabilidades, sin obviar el hecho de que serán necesarias "dimisiones". La lectura que hacen los populares es que, haga lo que haga Sánchez, tendrá consecuencias políticas para Pedro Sánchez: si espera a que la Justicia fije doctrina, como ha expresado el propio jefe del Ejecutivo, seguirá el goteo de revisiones y, por tanto, crecerá la contestación social, y si da marcha atrás en la ley del solo sí es sí, quedará "retratado" y habrá asumido un "error garrafal".

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En todo caso, en la dirección del PP se asume que el desgaste de Sánchez no será inmediato, por la coyuntura temporal. La polémica estalla a las puertas del mes de diciembre, en el que el suflé político suele bajar con motivo de las fiestas navideñas. "Las encuestas hay que verlas a partir de enero", analizan voces autorizadas de la cúpula de Génova. Por ese motivo, el primer partido de la oposición ha acelerado ese desgaste sobre el jefe del Ejecutivo. Ayer presentó una moción exprés en el Senado que forzará al PSOE a posicionarse el próximo miércoles sobre la necesidad de revisar o no la ley del solo sí es sí, sin pasar por alto la evidente división entre el socio mayoritario y el minoritario de la coalición.

Los populares han activado también la maquinaria parlamentaria en el Congreso, donde trabajan en una proposición no de ley para instar al Gobierno a revertir la modificación introducida por la normativa de Igualdad; y otra proposición de ley para "volver a la situación de septiembre" y recuperar los tipos punitivos asociados a los delitos diferenciados de abuso y agresión sexual. "Tan culpable de este fracaso es Irene Montero (...) como Pedro Sánchez", reiteraba el portavoz del PP en el Senado, Javier Maroto, que incidía en la circunstancia de que estos días hay "delincuentes sexuales frotándose las manos" gracias a los dos mandatarios.

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El próximo martes 22 de noviembre, Feijóo y Sánchez tendrán una nueva oportunidad para confrontar modelos en el Senado, con motivo de la sesión de control al Gobierno que se celebrará en la Cámara Alta. El PP ya avanza que el jefe de la oposición centrará su discurso en la otra polémica que arrecia sobre la Moncloa: la relativa a la reforma del delito de sedición y el de malversación como "pago" al independentismo catalán a cambio de la aprobación de los últimos presupuestos de la legislatura. El partido da por hecho, no obstante, que será el marco idóneo para tratar de acorralar a Sánchez por la polémica de Igualdad. "No tiene escapatoria", inciden en Génova.