La Moncloa irrumpe en la crisis sanitaria en Madrid para atacar a Ayuso

La Moncloa ha encontrado en la crisis sanitaria por las urgencias extrahospitalarias un flanco para atacar a Isabel Díaz Ayuso. Este lunes, al calor de los reproches cruzados entre los sindicatos y el Gobierno autonómico durante el primer día de huelga, el Ejecutivo de Pedro Sánchez irrumpió por sorpresa para liderar la estrategia de desgaste contra la presidenta madrileña a apenas siete meses para las elecciones del 28 de mayo. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, aprovechó la jornada para contraatacar ante Sol y situarse como la punta de lanza de este frente común de la izquierda. "Vamos a estar con quienes defienden el sistema sanitario público y en contra de quienes, con sus políticas, están desmantelando la sanidad pública en esta comunidad autónoma", subrayó la titular del ramo.

Las palabras de la ministra de Sanidad amplían el foco de este conflicto, que trasciende ya del debate político regional, como ocurrió hace dos años con las medidas y los cierres durante la pandemia. El Gobierno de la Comunidad de Madrid se enfrenta a una situación complicada, en el punto de mira desde hace más de una semana, y ninguno de sus rivales quiere desaprovechar la oportunidad. El Ejecutivo central, acostumbrado a los envites de Ayuso, ha dado un paso al frente con la intención de convertir el problema en una cuestión de preocupación nacional. "Esta ministra dice alto y claro que estamos del lado de los profesionales sanitarios, y no de quienes los señalan y los acusan sin ninguna responsabilidad", declaró Darias a los medios antes de la reunión de la Alianza por el PERTE de Salud de Vanguardia, en alusión a las críticas de Ayuso al personal de huelga por su "activismo político".

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La propia Isabel Díaz Ayuso, de hecho, también situó la problemática sobre la sanidad en una esfera mucho más elevada y deslizó que la Administración central tiene su cuota de culpa en esta situación, al no establecer un marco común para los territorios. "Médico que esté en paro, médico que esta misma tarde yo contrato en la Comunidad de Madrid. El problema es que yo no puedo estar quitándole médicos al País Vasco y Cataluña, quitándoselos a Murcia… Esto es insensato, un problema nacional que el Gobierno tiene también que atender, además del problema de la demografía", aseveró la dirigente popular durante una entrevista en Telecinco.

Lo cierto es que el Gobierno de Sánchez no ha hecho más que aprovechar la inercia de los últimos días para subirse a la ola impulsada por los sindicatos sanitarios, Más Madrid y el propio PSOE madrileño. La ofensiva de la izquierda es total desde que la Consejería de Sanidad anunciase el nuevo modelo para los 80 centros que reabrieron hace apenas diez días y que hasta la fecha no han podido funcionar con normalidad por la falta de médicos, enfermeros y celadores. Al tiempo que la Comunidad de Madrid habla de un "boicot" de los profesionales, con hasta un 60% de baja, los facultativos denuncian el "caos" organizativo en los puntos de Atención Primaria, con avisos sin apenas margen de maniobra para incorporarse a los nuevos puestos de trabajo.

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Este lunes fue el primer día de la huelga y las posturas siguen alejadas a pesar de la nueva oferta. La Consejería plantea ahora mantener abiertos los 80 centros sanitarios con 46 puntos fijos que dispondrán de médico, enfermero y celador y otros 34 con solo dos enfermeros y dotados con equipos para videoconsultas. Es decir, que el propio Ejecutivo reconoce implícitamente la imposibilidad de que todos funcionen con el personal asignado. "Esta semana la Consejería de Sanidad sigue hablando con los médicos por si aquellos que estaban en un centro determinado quieren seguir y que en su vida personal no se desestructure, que atiendan a ello, que hagan una planificación de guardias hasta final de año para que los profesionales puedan organizarse, pero luego lo que hay detrás es un profundo activismo político", explicó Ayuso.

El principal argumento de Sol es que los problemas vividos en los centros, que en algunos casos abrieron sin que hubiera médicos o enfermeros, es fruto de una campaña de la izquierda para desgastar al Gobierno y acabar con el modelo de la Comunidad de Madrid. No obstante, la presidenta madrileña tendió la mano a los sindicatos para encontrar una solución cuanto antes. "Vamos a seguir hablando con los médicos viendo de qué manera se cierran las guardias y los calendarios a largo plazo y pactamos el refuerzo, mientras dotamos de más material tecnológico y de las mejores herramientas", añadió la también líder del PP de Madrid.

La idea de implantar las consultas telefónicas o telemática llega tras un fin de semana de tensión y dimisiones, que han llevado la crisis a una situación crítica. El sábado dos vocales del Colegio Oficial de Médicos de Madrid presentaron su renuncia como miembros de la mesa de Atención Primaria. “Nuestros compañeros no entienden la impasibilidad y la falta de apoyo de la Junta Directiva ante unos problemas gravísimos”, justificaron. Pero el verdadero problema está en el organigrama de la Sanidad madrileña, donde las renuncias se suceden desde hace días. La dimisión en bloque de los responsables de los ambulatorios del sureste fue el último episodio, el pasado viernes, pero antes hubo más. El jueves pasado hizo lo propio la número dos de la gerencia de Atención Primaria, Nuria Fernández de Cano, y antes lo hizo la máxima responsable de este departamento, Sonia Martínez Machuca.

Además, Pedro José Suárez Sánchez fue cesado este lunes como gerente adjunto de Gestión y Servicios en la Gerencia Asistencial de Atención Primaria del Servicio Madrileño de Salud (Sermas) que desempeñaba desde abril de 2021. El departamento que dirige Enrique Ruiz Escudero encuadró este cese "dentro del proceso de cambio para formar un nuevo equipo en la Gerencia de Atención Primaria", tras las salidas de las dos máximas responsables de la Gerencia de Atención Primaria.

Negociación con sindicatos

La última propuesta se enmarca en el primer día de una nueva huelga por la sanidad pública. La Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts) convocó este lunes por la mañana una concentración a las puertas de la Consejería de Sanidad en protesta por el nuevo modelo de urgencias. Amyts fue el único sindicato que hace dos semanas se descolgó del acuerdo conjunto con la Consejería, en el que sí permanecieron CCOO, UGT, SATSE y CSIT, y que borró el gran parón que en un principio iba a comenzar el 25 de octubre, dos días antes de abrir los nuevos Puntos de Atención Continuada (PAC).

El sindicato de Enfermería SATSE también se mostró muy crítico desde primera hora con las consultas ‘online’. “Las enfermeras seguirán en sus puestos, pero ya no tendrán el respaldo necesario. Necesitamos protocolos claros”, expuso el órgano sindical, que arremetió contra el anuncio “unilateral” de la Consejería de Sanidad y del que dijo haber tenido conocimiento a través de los medios de comunicación.

La Administración autonómica se comprometió el viernes a emplazar lo antes posible una nueva reunión de la mesa sectorial con los representantes sindicales. Y Comisiones Obreras advierte que cualquier punto de encuentro tendrá que pasar por aceptar que "todo esto no responde a ninguna conspiración". Así es como responden a las acusaciones de boicot vertidas por el Gobierno regional, que en reiteradas ocasiones sugirió que sindicatos y profesionales trataban de obstruir la inauguración del nuevo modelo de urgencias extrahospitalarias. "Lo que ocurre es el resultado de una nefasta, insensata e inoperante gestión".

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¿Puede haber otra huelga conjunta?

Ante los últimos vaivenes, los sindicatos que el viernes rompieron puentes con Sanidad se emplazaron a una nueva reunión este lunes al mediodía para decidir una nueva postura conjunta. De momento, no parece que haya nada en firme para una nueva huelga suscrita por todos ellos. O al menos, no de forma inminente. Los órganos debaten a la interna qué rumbo tomar ante las últimas decisiones de la Comunidad, que tachan de “unilaterales” y aseguran haber conocido “únicamente por la prensa”, según varios de estos órganos sindicales.

Pero la idea cobra fuerza en algunos sectores. Sobre todo desde que el resto de organizaciones anunciaron el viernes el fin del acuerdo con Sanidad, señalando un incumplimiento de los pactos alcanzados por parte de las autoridades. “Volvemos a tener un objetivo común. Desconozco si se está trabajando en una nueva huelga común, pero nosotros no lo descartamos”, avanzó el portavoz de Amyts, Ángel Bayo, a la vuelta de la concentración que reunió a “unas 60 personas” frente a la Consejería que dirige Enrique Ruíz Escudero.