Sectores del PP alertan a Núñez Feijóo por acercarse al PNV: "Nunca fueron de fiar"

Alberto Núñez Feijóo quiere restaurar la relación con el PNV y dejar atrás las tensiones derivadas de la moción de censura que expulsó a Mariano Rajoy de la Moncloa en 2018. Pero ese deseo del líder popular choca con los recelos de algunos sectores del partido, sobre todo de dirigentes que un día formaron parte de la 'guardia' de confianza del expresidente del Gobierno y que no han perdonado la "traición" de los peneuvistas. Son las voces que, en privado, alertan al dirigente gallego sobre los riesgos de un excesivo acercamiento a la formación vasca. "Si una vez nos clavaron el puñal, lo volverán a hacer", recelan.

Desde que llegó a Génova, el político gallego ha buscado restaurar la sintonía perdida con el PNV, sobre todo guiado por la necesidad de construir sinergias parlamentarias que minimicen su dependencia de Vox. En privado, diferentes cargos del partido advierten de que los votos de los jeltzales —unidos a los de otras formaciones minoritarias con las que Feijóo ya ha entablado contacto, como Coalición Canaria o el PRC— solo valdrían con una mayoría muy cercana a la absoluta. Y que, aun así, la hipotética 'palabra' del PNV, que ya sirvió de apoyo parlamentario tanto a Mariano Rajoy como a José María Aznar, puede no servir al actual presidente de la formación. "Nunca han sido de fiar", insisten estas fuentes.

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Para estos sectores del partido, el vínculo con los nacionalistas vascos es irreparable. No cuestionarán en ningún caso la agenda y la estrategia del líder nacional, pero reiteran que es imprescindible ir con pies de plomo en esta cuestión. Los cinco diputados que tenía el PNV en el Congreso en 2018 resultaron decisivos para aprobar los últimos presupuestos de Rajoy, pero fueron los mismos que, poco después, facilitaron la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa, previa aprobación de una moción de censura contra el exdirigente popular.

Antes de que el fracaso de la negociación para renovar el Poder Judicial opacase toda la actualidad política, Alberto Núñez Feijóo dio un decisivo paso en su estrategia de deshielo formalizando su primer encuentro privado con Andoni Ortuzar en un hotel de Madrid. Conocida es también la afinidad personal que mantiene el líder gallego con el lendakari, Iñigo Urkullu. En la dirección del PP nunca han escondido su intención de arrebatar a Sánchez su pareja de baile, incluso aunque ello implique alejarse de Vox.

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Durante la reunión que mantuvo Santiago Abascal con Alberto Núñez Feijóo el pasado mes de septiembre, que el PP quiso mantener en secreto, el líder ultraconservador advirtió a su homólogo popular que no participaría en ninguna "ensalada" con el PNV. "Me tendrían que matar", llegó a aseverar Abascal. "En muchas cuestiones, es más fácil hablar con Urkullu y el PNV que con Vox", aseguró Feijóo en agosto en una entrevista, dejando clara su preferencia.

En Sabin Etxea, sin embargo, enfriaron en un primer momento las implicaciones estratégicas del primer contacto formal con el jefe de la oposición y no contemplan, al menos de momento, abandonar su papel de 'socio habitual' del Gobierno de coalición. Los guiños del PP, como la voluntad de ofrecer a los vascos un asiento en el nuevo CGPJ —en caso de no haberse frustrado las negociaciones—, no resultan suficientes para los de Ortuzar, que gobiernan las principales instituciones del País Vasco en coalición con el PSE y han arrancado nuevas concesiones al Ejecutivo central, como el reconocimiento de la oficialidad de las selecciones vascas en disciplinas en las que no concurre España, como la pelota.

Opinión

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Pese a que el panorama para el PP es más sombrío en las encuestas que el que se dibujaba hace un par de meses, lo cierto es que Feijóo sigue liderando las encuestas y, al menos de momento, está en condiciones de buscar alianzas para gobernar. Ello obliga al PNV a mantener, al menos, un comportamiento cordial hacia el actual jefe de la oposición, conscientes de que el tablero puede darse la vuelta en apenas un año. Ese es el equilibrio que mantendrá Ortuzar, quien en declaraciones a los medios de comunicación reiteró la semana pasada las "muchas diferencias" que le separan de Feijóo, pero celebró haber superado el periodo de "hibernación" de la relación.