El PP buscará el apoyo de PNV o Cs en el Congreso tras el portazo de Sánchez a su plan fiscal
Feijóo enviará a Moncloa una propuesta económica detallada y madurada con exministros y agentes sociales. El gallego se lanza a "marcar la agenda" del Gobierno y menguar su mayoría
Que Feijóo daría sus primeros pasos como jefe de filas del PP centrándose en la economía era algo que nadie en el partido dudaba, pero no son pocas las voces que aseguran estar sorprendidas por la premura con que el nuevo líder ha elaborado su primera carta de presentación en este terreno. Apenas 20 días después de su coronación, el presidente popular ha remitido formalmente a Moncloa un amplio documento con iniciativas maduradas no solo con su núcleo de confianza en Génova —su nuevo 'capataz' económico es Juan Bravo—, sino junto a un grupo de 25 'gurús' económicos —como Fátima Báñez, Cristóbal Montoro o los hermanos Nadal—, no sin antes abrir la propuesta a patronal y sindicatos. Oficialmente, el objetivo es que Pedro Sánchez se siente a debatir sus medidas o, al menos, se abra a incorporar alguna propuesta en su plan 'anticrisis'. Pero no se detendrá ahí. Si hay otro portazo, como todo apunta que sucederá, el PP seguirá dando la batalla por otras vías, con la vista puesta en el Congreso y en otras fuerzas que se han situado en sus mismas coordenadas en otras ocasiones, como el PNV o Ciudadanos.
Desde su llegada a la séptima planta de Génova, Alberto Núñez Feijóo se ha propuesto como meta "ensanchar" sus lindes, ser "el partido situado a la izquierda de la derecha y a la derecha de la izquierda", capaz de abrir vías de entendimiento en ambos sentidos. Y no solo eso. Aunque el respeto de los procedimientos sigue siendo escrupuloso y no moverán ficha en la Cámara Baja hasta no tener una respuesta oficial por parte de Sánchez a su plan fiscal, el planteamiento de abrir su propuesta económica a otros partidos está encima de la mesa.
"Es una propuesta madura, moderada y acotada en las formas y en el fondo. Muchos se podrían sumar sin problema", comenta una fuente de la dirección del PP en la Cámara Baja. "Hasta el PDeCAT podría apoyarla perfectamente", comenta otra voz de peso en el Congreso, que recuerda que el partido catalán ya abrazó iniciativas relativas al ajuste del IRPF. La "incógnita", coinciden, sería Vox, a los que tampoco tendrían problema de sumar a su alternativa económica, así como a otras fuerzas más minoritarias.
El objetivo de abrir negociaciones no es tanto lograr que el proyecto salga o no adelante, sino "reflejar" el sentir del Congreso y demostrar que hay una "alternativa" a Sánchez que también puede movilizar a diferentes grupos parlamentarios. Las fuentes consultadas señalan, además, que serviría para combatir el argumento de que el PP solo pacta con Vox —aireado por el PSOE tras el inédito acuerdo en Castilla y León— y demostrar a la opinión pública que la nueva dirección sí es capaz de plantear mayorías alternativas más allá del bloque granítico de la derecha. A diferencia de su predecesor, Feijóo quiere "marcar la agenda" de Sánchez, y no al revés.
El momento es, además, propicio. Aunque en el PSOE no creen que peligre su decreto económico, que se debatirá en el Congreso el próximo 28 de abril, Sánchez ha sufrido un nuevo revés por parte de sus socios de investidura. ERC, Bildu, PNV, Junts, PDeCAT, CUP, BNG, Más País y Compromís han impulsado un frente común por el escándalo de los presuntos espionajes a través de Pegasus, hasta el punto de que algunas fuerzas han dejado en el aire su respaldo al plan 'anticrisis' del Gobierno.
El PP no ha aclarado aún el sentido de su voto a la propuesta 'estrella' del Ejecutivo para paliar los efectos de la crisis económica provocados por la guerra de Ucrania, que no contempla ningún guiño a rebajas fiscales más allá de la prórroga de incentivos impositivos actuales —IVA del 21% al 10%; suspensión del impuesto sobre generación del 7%, o la bajada del impuesto especial eléctrico al mínimo legal—. Feijóo vincula abiertamente el voto favorable de su grupo en el Congreso a que Sánchez complemente su paquete de medidas con algunas de las iniciativas articuladas por el PP, como la deflactación del IRPF a rentas inferiores a 40.000 euros; la ejecución de ayudas directas de hasta 300 euros anuales para las rentas más bajas; rebajar el impuesto de sociedades, o reducir el IVA en suministros básicos al tipo superreducido.
Fuentes con asiento en la nueva dirección nacional asumen que no convencerán a Sánchez de sus planteamientos, pero confían en ponerle difícil que explique el porqué de su rechazo. El primer paso en esa estrategia ha sido abrir las puertas de Génova a patronal y sindicatos —y lograr el apoyo de la primera— antes de enviar un documento definitivo a Sánchez. El siguiente pasaría por tratar de seguir sumando adeptos en el arco parlamentario a algunas de sus recetas económicas, teniendo además en cuenta que el plan de choque planteado por el Gobierno, aunque puede prorrogarse, tiene una fecha de caducidad: el 30 de junio.
"El Gobierno debe devolver a los ciudadanos el sobresfuerzo que están haciendo por la inflación, que está generando una recaudación récord". ⁰
— Partido Popular (@populares) April 21, 2022
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A principios de abril, el PP ya registró en la Cámara Baja una proposición de ley para "deflactar el IRPF" y ajustarlo a la inflación, con el objetivo de "evitar que aumente la recaudación tributaria exclusivamente por el alza de precios y no por el crecimiento real de la economía", iniciativa que aún no se ha debatido en el Congreso y para la que el primer partido de la oposición buscará ampliar sus respaldos. Además, el PP también tiene en cartera una iniciativa relativa a la contención del gasto público, en línea con la "racionalización" de los costes burocráticos y la reducción de la estructura gubernamental que incluye el plan de Feijóo.
Cs, PNV y el "alivio fiscal"
En este momento, en el PP se mueven entre la abstención y el voto negativo al decreto económico de Sánchez, una horquilla en la que también se encuentra Ciudadanos, que ya ha avanzado que no avalará con sus nueve votos el plan del Gobierno en la Cámara Baja por considerarlo "insuficiente". En la cúpula de Inés Arrimadas, no obstante, sonríen al plan fiscal de Feijóo, pero denuncian que muchas de las medidas impulsadas por el gallego son una "copia" de las que Ciudadanos ya ha presentado. "Nosotros con menos cupo ya hemos conseguido que se tenga que votar la deflación del IRPF, y ellos aún no", recuerdan en la dirección de los naranjas. Aseguran que, sea cual sea la fórmula que utilice el PP para llevar su plan al Congreso, apoyarán "todo aquello que sea bueno para los españoles, sobre todo si se trata de iniciativas en las que el PP ha seguido el camino marcado por Ciudadanos", insisten.
Más reticentes se muestran en el PNV. El partido que lidera Aitor Esteban en el Congreso no solo avanzó su voto a favor al decreto económico del Gobierno, sino que se mostró contrario a acometer una "bajada generalizada de impuestos". En el PP sostienen que sería relativamente "fácil" sumar a los nacionalistas vascos a su plan, ya que se trata de una propuesta de carácter "temporal" y "selectiva", aplicada a determinadas rentas que, además, incluye ayudas directas que recuerdan al cheque energético que presentó Unidas Podemos el pasado mes de marzo, en el marco de esa intención de ensanchar su espectro, también en el ámbito económico.
📽️ @AITOR_ESTEBAN insiste en que la solución a la actual situación no pasa por una bajada generalizada de #impuestos: "No somos partidarios de una bajada general; además, creemos que para tocar el sistema impositivo debe hacerse con una visión de conjunto". pic.twitter.com/QqlZknp572
— EAJ-PNV Kongresua (@EAJPNV_Congreso) March 29, 2022
Feijóo dilata su encaje de bolillos
"La prioridad del presidente es la economía", suscriben una y otra vez diferentes dirigentes del PP, que ven cómo el líder nacional dilata sin fecha la resolución del encaje de bolillos que queda por resolver, tanto en Génova como en el Congreso y el Senado. La premisa que trasladan las fuentes consultadas es que Feijóo no moverá ninguna ficha a destiempo que pueda empañar su propuesta fiscal, a la que, de momento, quiere dirigir todo el foco mediático.
El objetivo que se ha marcado el gallego es enmendar los "errores" del pasado y limitar en la medida de lo posible que el PP sea noticia por sus conflictos orgánicos, como ocurría en la época de Pablo Casado. El nuevo jefe de la oposición quiere ser el que "marque el debate político" con su propia hoja de ruta, y no ejercer su labor de oposición con base en los temas que marque el Gobierno. "Hoy, Casado hubiese pegado un repaso a la actualidad de arriba abajo, desde la visita de Sánchez a Ucrania al caso Pegasus. Feijóo no. Está centrado en su propuesta", resume un barón regional del PP, que asistió al Comité Ejecutivo Nacional que se celebró en Génova este miércoles, cuando el líder nacional desgranó algunos de los detalles de su plan fiscal a los suyos.
Entre las tareas pendientes del gallego está la designación de los secretarios de área que trabajarán a las órdenes de los cinco vicesecretarios que ya desveló durante el congreso de Sevilla: Esteban González Pons, Carmen Navarro, Pedro Rollán, Miguel Tellado y Juan Bravo. Además, se esperan algunos cambios en las direcciones del Congreso y del Senado, donde el líder gallego podría aterrizar una vez confirme su renuncia a la presidencia de la Xunta.
Que Feijóo daría sus primeros pasos como jefe de filas del PP centrándose en la economía era algo que nadie en el partido dudaba, pero no son pocas las voces que aseguran estar sorprendidas por la premura con que el nuevo líder ha elaborado su primera carta de presentación en este terreno. Apenas 20 días después de su coronación, el presidente popular ha remitido formalmente a Moncloa un amplio documento con iniciativas maduradas no solo con su núcleo de confianza en Génova —su nuevo 'capataz' económico es Juan Bravo—, sino junto a un grupo de 25 'gurús' económicos —como Fátima Báñez, Cristóbal Montoro o los hermanos Nadal—, no sin antes abrir la propuesta a patronal y sindicatos. Oficialmente, el objetivo es que Pedro Sánchez se siente a debatir sus medidas o, al menos, se abra a incorporar alguna propuesta en su plan 'anticrisis'. Pero no se detendrá ahí. Si hay otro portazo, como todo apunta que sucederá, el PP seguirá dando la batalla por otras vías, con la vista puesta en el Congreso y en otras fuerzas que se han situado en sus mismas coordenadas en otras ocasiones, como el PNV o Ciudadanos.
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