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El triángulo imposible entre PP, Vox y PNV: "Feijóo tendrá que elegir"
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Equilibrios parlamentarios

El triángulo imposible entre PP, Vox y PNV: "Feijóo tendrá que elegir"

Abascal advierte de que no habrá conexión posible y que los populares tendrán que decidir entre mirar a su derecha o bailar con los 'jeltzales' si gana las elecciones. Los estatutos de Vox prohíben cualquier pacto con "partidos separatistas"

Foto: El líder de Vox, Santiago Abascal. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)
El líder de Vox, Santiago Abascal. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)
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Génova da por sentado que Alberto Núñez Feijóo se sentará en la Moncloa en algo más de un año, cuando se convoquen las próximas elecciones generales. Pero también asume que acercarse a una mayoría absoluta es hoy en día una utopía. El líder del PP nunca ha cerrado del todo la puerta a Vox, pero en paralelo se ha propuesto recoser las ajadas relaciones con el PNV, un socio clave no solo para dar estabilidad a la legislatura, sino también para limitar la posible influencia de Santiago Abascal. Lo que también saben de antemano en la sede popular es que no habrá triangulación posible. Feijóo tendrá que elegir entre mirar a su derecha o 'bailar' con los 'jeltzales' y otras fuerzas minoritarias de la Cámara.

El líder de Vox, por si acaso, volvió a recordarle este jueves que el tango no es cosa de tres. "A mí me tienen que matar antes de apoyar cualquier Gobierno que tiene algún tipo de pacto con el PNV", aseveró Abascal durante una entrevista en esRadio. El dirigente reiteró el mensaje que ha abonado la formación en las últimas semanas, en las que algunos portavoces han calificado de "aberración" el acercamiento de Feijóo a los nacionalistas vascos y han elevado la presión para que vuelva a transitar de forma exclusiva el camino de la derecha.

Foto: El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Biel Alino)

Feijóo, continuó Abascal, "aspira a dos cosas: una posible, aunque difícil, que es la abstención del PSOE, y una imposible, que es chantajear a Vox". El líder de la formación 'verde' reiteró públicamente el mensaje que, por otro lado, espera trasladar en privado al propio jefe de la oposición: "Tendrá que elegir", porque "el pacto Vox-PP-PNV es incompatible". La cita entre los dos mandatarios sigue congelada y sin fecha en el horizonte. En uno y otro partido insisten en que la iniciativa debe tomarla el contrario. "Si le llaman, Feijóo irá", aseguran en Génova.

Precisamente, el líder del PP tiene pendiente otra cita con Andoni Ortuzar que podría llegar antes de que finalice septiembre, tal y como acordaron ambos mandatarios en verano. En el equipo del gallego, aseguran que el asunto "no se ha abandonado", aunque siguen mirando las hojas del calendario. Se trata de un encuentro clave para limar asperezas y reconstruir los puentes que saltaron por los aires tras la 'traición' de los 'jeltzales' durante la moción de censura contra Mariano Rajoy, una operación que llevó a Sánchez a la Moncloa.

Foto: El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, en Bilbao. (EFE/Miguel Toña)

Los guiños del PP al PNV se han multiplicado en los últimos meses. Una de las declaraciones más elocuentes fue la que protagonizó Feijóo hace unas semanas, cuando aseveró en 'El País' que le resulta "mucho más fácil" hablar con los 'jeltzales' que con el PSOE o con Vox. "Ellos creen en las autonomías, y nosotros también", añadió. Las palabras del líder popular cayeron como un jarro de agua fría en Vox, donde se apresuraron a advertir de las consecuencias de firmar un pacto con el partido "de los que gestionaron, con la eficacia de un cirujano, los efectos y réditos políticos del asesinato", unas duras palabras que firmó el vicesecretario de Acción Política de la formación, Jorge Buxadé.

La connivencia del PP de Feijóo con algunos de los postulados del PNV tiene una doble intencionalidad. Más allá de las posibles sinergias parlamentarias, los populares buscan 'atrapar' en esta nueva etapa a votantes que se han ido fugando en los últimos años al partido nacionalista en País Vasco, una región en la que hace años que el PP camina por el desierto. El perfil del gallego tiene buena entrada en la región, por su discurso autonomista y la sintonía que le une a Iñigo Urkullu. De momento, no parece que le vaya del todo mal. La última encuesta del CIS revela que el 14,9% de los votantes peneuvistas ve a Alberto Núñez Feijóo como próximo presidente del Gobierno. En julio, ese porcentaje apenas superaba el 2%.

La clara intención de Feijóo de restablecer una relación de confianza con el PNV incomoda, de forma evidente, a Abascal. Aunque mantiene intacta su fuerza —el último sondeo de IMOP-Insights para El Confidencial sitúa a Vox en los 54 escaños—, el partido 'verde' ha sufrido turbulencias en los últimos meses. Un pacto con el PP es su única oportunidad de llegar a la Moncloa o, al menos, de condicionar un eventual Gobierno encabezado por Feijóo. Por eso, no ha dejado de tender la mano a su homólogo popular, instándole a que no elija otros compañeros de baile. "No hay otra alternativa que ponernos de acuerdo".

Feijóo se ha quedado en medio de un veto cruzado. Además de Vox, cuyos estatutos prohíben de forma flagrante cualquier tipo de pacto con "partidos separatistas", el PNV ya ha dejado claro que no será partícipe de ningún acercamiento a los de Santiago Abascal. A principios del verano, cuando los tambores del deshielo con el PP comenzaban a sonar, Andoni Ortuzar dejó claro que mientras Feijóo siguiese "pegado a la ultraderecha" no tendría nada que hacer con los 'jeltzales'.

El líder del PP ha obviado esa advertencia, y sigue sin cerrar la puerta a un acuerdo con Vox. "Lo que le puedo asegurar es que nunca diré que no podré dormir si pacto con fulanito o con menganito", respondió en La Sexta el pasado miércoles, cuando era preguntado por esta cuestión. Feijóo se siente cómodo en tierra de nadie. Pero llegará el momento en que necesite sacar la calculadora.

Génova da por sentado que Alberto Núñez Feijóo se sentará en la Moncloa en algo más de un año, cuando se convoquen las próximas elecciones generales. Pero también asume que acercarse a una mayoría absoluta es hoy en día una utopía. El líder del PP nunca ha cerrado del todo la puerta a Vox, pero en paralelo se ha propuesto recoser las ajadas relaciones con el PNV, un socio clave no solo para dar estabilidad a la legislatura, sino también para limitar la posible influencia de Santiago Abascal. Lo que también saben de antemano en la sede popular es que no habrá triangulación posible. Feijóo tendrá que elegir entre mirar a su derecha o 'bailar' con los 'jeltzales' y otras fuerzas minoritarias de la Cámara.

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