Malestar en Génova por la negativa de Sánchez a debatir "de igual a igual" con Feijóo

El próximo 18 de octubre, Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo volverán a verse las caras y a enfrentar modelos de gestión en el Senado. Y, por segunda vez, el jefe del Ejecutivo podrá enfrentarse al líder de la oposición sin que haya un equilibrio en los tiempos de intervención. La Junta de Portavoces de la Cámara Alta desestimó el martes la petición del PP y de otros grupos para ampliar el reparto de los minutos tras la comparecencia a petición propia del presidente del Gobierno, una situación que ha generado enorme malestar en el 13 de la calle Génova.

El primer partido de la oposición, comandado en el Senado por Javier Maroto y por el propio Feijóo, solicitó formalmente que los grupos pudiesen intervenir más tiempo, pero el presidente de la Cámara Alta, el socialista Ander Gil, rechazó la posibilidad de impulsar una votación para modificar el Reglamento del Senado —establece que sus señorías tienen un total de 20 minutos, 15 para el primer discurso y otros cinco minutos para la réplica posterior—. La razón expuesta es que la Cámara Alta seguirá el mismo modelo acordado por el Congreso para los portavoces parlamentarios, es decir, el de 15 + 5.

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El patrón, por tanto, será idéntico al del pasado 6 de septiembre, en que los populares ya se quejaron por la "desproporción" entre las casi dos horas de las que dispuso Sánchez frente al tiempo de intervención del líder del PP y del resto de portavoces. Fuentes autorizadas de los populares en la Cámara Alta aseguran que tampoco han recibido un compromiso por parte de Sánchez o del Grupo Socialista de que el jefe del Ejecutivo limite la duración de su alocución, y exigen a Sánchez que se atreva a debatir "de igual a igual" con Feijóo tras el "abuso" de la última jornada.

Los populares se han revuelto contra lo que consideran una "muestra de debilidad" del jefe del Ejecutivo. "Necesitan que Feijóo debata con una mano atada a la espalda para poder tener opciones de ganarle en un debate económico", sintetizan en la dirección de Génova, una lectura que en absoluto comparten en la Moncloa, donde salieron muy satisfechos del último cara a cara con Feijóo en el Senado. Entonces, Sánchez se explayó durante 45 minutos en su réplica a Feijóo, a los que añadió otros 20 minutos de dúplica final.

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Al menos sobre el papel, el presidente del Gobierno utilizará su comparecencia para dar cuenta del alcance de las últimas medidas económicas y fiscales adoptadas por el Ejecutivo, a lo que sumará el papel de las autonomías en su aplicación para justificar su intervención en la Cámara Alta. Tan solo cinco días antes, Sánchez habrá hecho lo propio en el Congreso de los Diputados, donde la réplica del PP volverá a correr a cargo de la portavoz parlamentaria, Cuca Gamarra. Durante el debate sobre el estado de la nación, Feijóo asistió al debate en la Cámara Baja como convidado de piedra, ya que al no tener escaño no tiene permitido intervenir. Pero este jueves no irá al Congreso, según confirman en su equipo.

El Consejo de Ministros aprobó el pasado martes el segundo plan de contingencia energética, cuyas medidas se suman a lo ya estipulado en el real decreto ley de ahorro energético, en vigor desde el pasado mes de agosto, y que incluye iniciativas como la limitación del aire acondicionado y la calefacción o el apagado de escaparates comerciales. En el plano económico, el jefe del Ejecutivo sacará pecho de las nuevas tasas para gravar los beneficios extraordinarios de las empresas energéticas y entidades financieras, a lo que ahora se une el llamado 'impuesto de solidaridad' contra las rentas más altas.

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Todo apunta a que Sánchez volverá a agitar el mantra de que el Gobierno es el defensor de las clases trabajadoras, mientras que el PP se posiciona con los ricos en plena crisis, sobre todo después de que Isabel Díaz Ayuso haya confirmado que recurrirá al Tribunal Constitucional el impuesto a las grandes fortunas por invasión competencial. En efecto, la tasa 'neutraliza' la bonificación al 100% que tanto Madrid como Andalucía tenían aplicada sobre el impuesto de patrimonio.

Sánchez y Feijóo confrontarán sus modelos en otro debate de alto voltaje que tendrá lugar justo en el momento en que la relación entre ambos mandatarios comenzaba a encauzarse a cuenta del principal punto de fricción que ha separado a PSOE y PP en los últimos meses: el choque por la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Tanto la Moncloa como Génova han reconocido "avances" y ven plausible cerrar un acuerdo en el corto plazo. El debate en el Senado, sin embargo, amenaza con romper un entendimiento casi inédito entre Gobierno y oposición.