Alerta en el Camino de Santiago francés tras perder la mitad de sus peregrinos en diez años
Mientras Galicia advierte de la masificación, esta ruta histórica ha perdido peso progresivamente ante otras opciones. La Junta de Castilla y León, territorio con más kilómetros del trazado, prepara un plan de choque
Todos los caminos llevan a Santiago de Compostela. Podría ser la adaptación de la popular frase sobre Roma a la proliferación de rutas jacobeas que se han popularizado en los últimos años. Pero el Camino de Santiago francés, hasta hace una década la ruta histórica más conocida y prácticamente hegemónica, ha perdido terreno poco a poco en favor de trayectos costeros, más cortos o que conectan ciudades de mayor tamaño. Así, el camino primitivo, el camino del norte, la vía de la plata, el camino portugués o el camino de Madrid han ganado peregrinos hasta despertar la preocupación en los territorios por los que atraviesa el francés. Un cambio de tendencia en las "modas" que se nota especialmente este 2022, año de la recuperación turística tras la pandemia, con cifras de récord.
El casco histórico de Santiago sufre la masificación de turistas y peregrinos, pero no sucede igual en gran parte del camino francés. "Estamos en números similares al 2019 y en algunos lugares un poco por encima, lo cual es bueno porque 2019 fue año de récord", asegura José Ignacio Gutiérrez, portavoz de la Federación de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago de España. Aunque los números que registran en otros tramos no dicen lo mismo.
Según Ángel Luis Barreda, presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Palencia y presidente de Honor de la Federación Camino Francés, "tenemos ahora la mitad de la afluencia que hubo en el Camino Francés en el año anterior a la pandemia". "En la zona de Palencia estuvimos en 2019 en 48.000 peregrinos y no llegamos este año ni con mucho. Aquí el problema de masificación que están viviendo en Galicia no existe, aquí hay albergues para todos", añade.
Castilla y León es la comunidad autónoma con más kilómetros del trazado francés y asegura que en los últimos diez años esta ruta ha pasado a ser elegida por poco más de la mitad de las personas que deciden realizar el Camino de Santiago. En 2009 el 80% de los peregrinos elegían esta opción y actualmente tan solo lo hacen el 54%, según las cifras que ofreció el consejero de Cultura de la Junta de Castilla y León, Gonzalo Santonja, al anunciar que se pondrá en marcha un plan para intentar recuperar el terreno perdido. "La preocupación no es de ahora, viene de hace unos años. El último año Jacobeo, que fue hace dos años, ya notamos la tendencia general de que el camino francés iba perdiendo en relación con otros caminos", explica Ángel Luis Barreda; y subraya: "La aparición de otros caminos sin orden ni concierto, que la propia Junta ha incentivado, ha ido en perjuicio del camino francés, que se ha visto seriamente perjudicado, y además la Junta no ha realizado promoción específica del camino francés en los últimos años".
Las asociaciones están expectantes ante este giro anunciado por el nuevo equipo de la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León, dirigido por Vox, tras el acuerdo de Gobierno de coalición con el PP. También con pocas expectativas. "La Junta ni está ni se la espera", sentencia José Ignacio Gutiérrez, que confirma que nadie se ha puesto en contacto con ellos a pesar de anunciar ese nuevo impulso que quieren dar a la promoción de la ruta Jacobea. Todos coinciden en las críticas a una falta de interés en promocionar el Camino de Santiago en esta autonomía desde hace muchos años.
"Hace quince o veinte años hubo unos artículos en Alemania que decían que el camino francés es muy bonito, pero que la zona de Castilla era muy fea. La Junta lo supo y ni hizo nada ni dijo nada"
"Hace quince o veinte años hubo unos artículos en Alemania que decían que el camino francés es muy bonito, pero que la zona de Castilla era muy árida y muy fea y no merecía la pena. Instaban a los peregrinos a saltársela. La Junta lo supo y ni hizo nada ni dijo nada", cuenta Gutiérrez. Aunque hasta el actual consejero de Cultura está siendo muy duro con la forma de enfocar la promoción del Camino en los últimos tiempos. "Hay que potenciar el Camino Francés respetando su personalidad. Es una peregrinación religiosa y organizar en torno a él una Vuelta Ciclista o un festival de literatura no creo que sean las medidas más apropiadas", dijo Gonzalo Santonja el pasado mes de julio. El plan actual de la Junta de Castilla y León pasa por centrar las inversiones en el camino francés, incentivar la peregrinación de largo recorrido, crear una aplicación móvil de ayuda al peregrino y un plan de mantenimiento de las señales físicas que van guiando la ruta y sus atractivos patrimoniales.
Una falta de impulso, hasta ahora, por parte del Gobierno de Castilla y León, que contrasta con la gestión de la Xunta de Galicia, que sí ha sabido aprovechar el Camino de Santiago como potente recurso económico. Una excelente decisión porque, según el último estudio de la revista 'Peregrino', el dinero que deja un peregrino al cruzar un territorio es superior al turista convencional.
Galicia "engulle" el Camino
"Que los peregrinos abandonen el camino francés, que es el inicial, el más transitado, que viene desde origen medieval, claramente nos preocupa. Se está abandonando por culpa de esa masificación que está provocada por el afán turístico de las instituciones, sobre todo gallegas". Es la contundente opinión de Anselmo Reguera, presidente de la Asociación de Amigos del Camino de León. "Desde la Xunta de Galicia y el arzobispado de Santiago se ha fomentado que completando los cien últimos kilómetros se conceda la Compostela. Esto ha creado un hueco económico desde Sarria hasta Santiago para conseguir la Compostela, y eso no son peregrinos, son excursionistas".
"Lo de los cien kilómetros para obtener la Compostela no es nuevo, viene del año 1948, pero es cierto también que esa fórmula se ha ido incrementando en los últimos años, de manera que la gente no entiende el Camino como lo entendíamos antes como una ruta completa y realiza un Camino degustación que son los cien kilómetros últimos", dice José Ignacio Gutiérrez. Una reflexión que comparten desde la Federación Camino Francés. "La Xunta de Galicia se ha apropiado del Camino, legalmente, y ha hecho una campaña turística so pretexto del Camino. Habla de caminos inexistentes históricamente y la popularidad la ha trasladado a aspectos turísticos".
La proliferación de caminos es la que está perjudicando al francés, pero para los que llevan décadas dedicados a proteger esta ruta religiosa, patrimonial y cultural también está desvirtuando su espíritu. "Llamamos peregrino a cualquier turista que se pone en el Camino, que le llevan la mochila y además le han buscado el hotel. Y así puede llegar un momento en que matemos al Camino", advierte Ángel Luis Barreda, que insiste en que la dureza en verano del tramo que cruza Castilla y León hace que muchos se lo salten. "La parte de Castilla y León es más dura de recorrer que otras zonas y hay un autobús que va desde Carrión de los Condes hasta León y muchos peregrinos lo utilizan. Hacen todo el Camino, pero se saltan esta parte. Pero cada tramo tiene lo suyo, una puesta de sol en Castilla no tiene nada que ver con otra en Navarra, por ejemplo".
El aumento de rutas que llevan hasta Santiago también preocupa a la Federación de Asociaciones de Amigos del Camino de España, que ya trabaja en cómo clarificar y clasificar las distintas rutas para determinar un catálogo de las "oficiales" o "reconocidas" frente al resto que puedan ir surgiendo sin respaldo histórico ni tradición. "Aquí en España nos tenemos que poner de acuerdo asociaciones, comunidades autónomas y Gobierno para ver cómo se puede definir. Se está trabajando en ello, habrá criterios históricos, pero también otros como el camino de Madrid, que históricamente no ha tenido ninguna relevancia, pero que ahora entre los madrileños y el aeropuerto de Barajas, pues, hay que tenerlo en cuenta. En 2018 se superaron ya el número de peregrinos extranjeros a los nacionales". Así que la ecuación es complicada, sobre todo porque la elección de una u otra ruta depende mucho del tiempo que se pueda dedicar al Camino, la preparación y la libertad de elección de cada uno de los peregrinos.
El Camino tras la pandemia
Todas estas tendencias relacionadas con cómo se vive y se hace el Camino de Santiago han estado en constante cambio a lo largo de los siglos, pero los expertos coinciden que estamos viviendo una nueva "transformación" de esta ruta. La pandemia también ha modificado la forma de peregrinar hasta Santiago. Tras dos años de prácticamente parón, el 'boom' de este 2022 deja ver otros comportamientos de los peregrinos que podrían haber llegado para quedarse.
Para el presidente de la Asociación de Amigos del Camino de León, "los albergues tradicionales van a tener que sufrir una transformación y están surgiendo albergues privados con habitaciones más pequeñas donde puedan prestar un servicio más acorde con los tiempos pospandémicos que estamos viviendo". Porque aunque poco a poco se va perdiendo el miedo al contagio, siguen siendo muchos los peregrinos que prefieren alojarse en pensiones o en albergues con habitaciones de pocas personas para disponer de "una cierta intimidad y aislamiento".
La Federación Nacional de Asociaciones de Amigos del Camino también cree que hay cambios que han sido imprescindibles durante la pandemia y que podrían perdurar. "Yo creo que no se perderán los albergues tradicionales, entre otras cosas, por economía. Quizá estos albergues tipo Roncesvalles, que meten ciento y pico personas en un mismo pabellón, pueden tener algún problema, pero la mayoría tienen semihabitaciones. El peregrino será más exigente en la limpieza y en que estén cuidados sanitariamente", reflexiona Gutiérrez.
Aunque para la federación hay más retos que afrontar de forma inmediata porque el Camino de Santiago es un fenómeno global al que hasta ahora no se le ha dado cabida en la estructura de organizaciones encargadas de custodiar la ruta. Se está estudiando cómo dar entrada las numerosas asociaciones europeas y de Hispanoamérica que cada vez tienen un mayor peso en el número de peregrinos que llegan hasta Santiago de Compostela.
Todos los caminos llevan a Santiago de Compostela. Podría ser la adaptación de la popular frase sobre Roma a la proliferación de rutas jacobeas que se han popularizado en los últimos años. Pero el Camino de Santiago francés, hasta hace una década la ruta histórica más conocida y prácticamente hegemónica, ha perdido terreno poco a poco en favor de trayectos costeros, más cortos o que conectan ciudades de mayor tamaño. Así, el camino primitivo, el camino del norte, la vía de la plata, el camino portugués o el camino de Madrid han ganado peregrinos hasta despertar la preocupación en los territorios por los que atraviesa el francés. Un cambio de tendencia en las "modas" que se nota especialmente este 2022, año de la recuperación turística tras la pandemia, con cifras de récord.