El PP rehúye el conflicto interno con la energía: vía judicial para Ayuso, diálogo para el resto

El PP de Alberto Núñez Feijóo se define a sí mismo como una orquesta en la que todos tocan la misma partitura, aunque cada uno con su instrumento. A esa metáfora se le puede añadir un matiz que también se cumple casi siempre. El instrumento que suena más fuerte siempre es el que lleva Isabel Díaz Ayuso. Y el director, el líder gallego, ha decidido que suena bien, por lo que ha dado luz verde para que la presidenta de la Comunidad de Madrid sea punta de lanza en la crítica del PP al decreto de ahorro energético.

El Gobierno madrileño llevará el texto del Gobierno central al Tribunal Constitucional por invasión de competencias. Minutos antes de conocerse esta decisión, el vicesecretario de Organización del PP, Miguel Tellado, abrió la puerta a que cada comunidad hiciera lo que considerase con una norma que considera "improvisada" y que es una "imposición" del Ejecutivo de Pedro Sánchez. Pero tampoco se posicionó claramente a favor del recurso al alto tribunal.

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El resto de comunidades gobernadas por los populares se han limitado a reclamar la retirada parcial del decreto para renegociar los artículos más controvertidos. Según explicó el consejero andaluz de Política Industrial y Energía, Jorge Paradela, la propuesta pasa por levantar el capítulo uno del quinto título, que recoge la regulación de la temperatura en 27 grados, la colocación de puertas y el apagado de los escaparates a partir de las 22:00.

Paradela también criticó que el texto suponga una intromisión en el "autogobierno" de las comunidades, pero sin ir más allá de esa retirada a la que Teresa Ribera se niega. El consejero andaluz también habló de aplicar "incentivos", algo en lo que coincidió con el castellanoleonés, y de poner en marcha medidas a largo plazo, como inversión en renovables y en infraestructuras para su desarrollo. El debate sobre la energía nuclear, que también divide al PP, no salió a la palestra.

La gestión de esta polémica es un nuevo capítulo de esa teoría de la orquesta, como ya adelantó El Confidencial, por la cual Feijóo deja vía libre a Ayuso en su versión más dura de la oposición. El político gallego está dejando ver esa versión más territorial del PP que él practicó en la Xunta y que se hizo notar perfectamente durante la campaña de las elecciones andaluzas del 19 de junio. El resultado es de sobra conocido, una mayoría absoluta histórica en una comunidad donde el PSOE gobernó durante 37 años de forma ininterrumpida.

Juanma Moreno encarna la versión más moderada del PP, consciente de que el electorado andaluz se ha autodefinido históricamente como de centro izquierda. Su objetivo era lograr el voto prestado para ampliar su mayoría y lo hizo apelando a la "serenidad". El presidente de la Junta se presentó como dique de contención de Vox y eludió el choque con el partido de Santiago Abascal. Ayuso en Madrid desactivó a Vox por la vía contraria, con las constantes apelaciones a la libertad y un modelo más abiertamente liberal.

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Con el debate sobre el decreto de ahorro energético, Ayuso ha vuelto a coincidir con Vox y a separarse de sus compañeros de partido sin crear traumas en el seno de Génova. "Mañana por la noche, los únicos escaparates de Europa que estarán apagados serán los de España", dijo la presidenta en un tuit que sirvió como confirmación del recurso. Lo llamativo es que los argumentos que utiliza la presidenta madrileña sí coinciden con los del resto de sus compañeros. Asegura que al decreto le falta diálogo, que impacta en competencias autonómicas y que tiene efectos en el sector privado.

Este rechazo solo lleva a Madrid a acudir al Tribunal Constitucional, frente a la vía pactista que defiende Génova y que han puesto en práctica todas las comunidades del PP en la reunión sectorial con las ministras Ribera y Reyes Maroto. El propio presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, se ha alineado con su predecesor y reclama una Conferencia de Presidentes que sirva para abordar la fórmula de ahorro energético que contente a todos. Una vez más, el PP aplica su teoría de adaptar sus principios a cada territorio para ser más eficaz electoralmente.

El PP fomenta la teoría de que el partido debe adaptar su discurso a cada territorio para así ser más eficaces electoralmente

La decisión del PP llega días después de que el vicepresidente de Castilla y León, el dirigente de Vox Juan García-Gallardo, reclamase a su presidente, Alfonso Fernández Mañueco, una reunión para abordar un posible recurso al TC. Finalmente, Vox ha optado en Castilla y León por imitar al partido a nivel nacional y llevará a las Cortes regionales una proposición no de ley con varias medidas energéticas, como un plan de contingencia o la extensión de la vida útil de las centrales nucleares.

El PP castellanoleonés tendrá que retratarse cuando llegue la votación de esta proposición no de ley, prevista para septiembre. También tendrá que hacerlo a nivel nacional, ya que el partido de Santiago Abascal registró la pasada semana un texto similar en el Congreso. A la Cámara Baja también tiene que ir el polémico decreto que entra en vigor, en parte, en la medianoche del miércoles. Miguel Tellado ha admitido que con la actual redacción el PP no apoyará la convalidación del texto, aunque ha abierto la puerta a hacerlo si el Gobierno matiza las partes más controvertidas del mismo.