De 19 a 23 años y sin experiencia política: Ayuso busca su 'alter ego' para transformar NNGG

Isabel Díaz Ayuso sigue tachando objetivos en su lista de tareas pendientes en su papel de baronesa del PP. La primera y prioritaria fue cambiar de arriba abajo la estructura del PP de Madrid, que heredó de manos de sus rivales políticos: desde 2018, la organización estuvo liderada por Pío García Escudero y orquestada, en la sombra, por Ángel Carromero y el propio Pablo Casado. La segunda es el ingente trabajo detrás de la confección de las listas para las municipales de mayo 2023, donde la madrileña debe despejar su apuesta para los 178 ayuntamientos de la región. Y la tercera y no menos importante que ha fijado en el calendario es la transformación de Nuevas Generaciones de Madrid, una organización que ha estado pilotada por Ana Isabel Pérez Baos —enfrentada a Ayuso desde hace tiempo— durante nueve años ininterrumpidos. La presidenta madrileña pondrá fin a esta situación en un congreso que se celebrará previsiblemente durante el próximo mes de octubre.

Los rumores han comenzado a correr como la pólvora entre los 'cachorros' del PP madrileño, expectantes ante la decisión de quién se hará con las riendas de una organización clave para afianzar el voto joven durante las próximas elecciones autonómicas. Ayuso se ha dado unos meses de plazo para encontrar a un perfil que aporte "un soplo de aire fresco" a Nuevas Generaciones, aún marcada por la sombra de la anterior dirección de Génova. La presidenta, como trasladan fuentes de su entorno, busca un 'alter ego' universitario, que "entienda más sobre cómo se mueve la facultad que de la vida política", que no tenga "experiencia en cargos públicos", y que esté dispuesto a dar la "batalla ideológica" —a la que Ayuso sí da prioridad— en las aulas.

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El objetivo, por tanto, pasa por encontrar un nuevo líder para Nuevas Generaciones entre los 19 y los 23 años, "comprometido" con las siglas del partido, pero que, al mismo tiempo, no tenga ínfulas de acceder al cargo como vía para "quedarse en la poltrona" y ascender políticamente en el escalafón. Ayuso descartará aquellos perfiles que, a pesar de su juventud, ya hayan ocupado cargos políticos en concejalías o escaños. La dirigente ha planteado una "limpieza profunda" en la organización y conformar un equipo más reducido, "activo" y con "iniciativas", que sirva para "canalizar" las propuestas del partido en la región y redirigirlas a los más jóvenes.

Ayuso borrará todo rastro de la anterior etapa, no solo en cuanto a los rostros que componen la organización, sino en el propio funcionamiento de una organización que está cuestionada dentro del propio partido por haberse convertido, según algunas voces populares, en una estructura de "acomodados" sin apenas funciones ni actividad política, que esperan su oportunidad para escalar puestos en la organización popular. Por ejemplo, la corporación juvenil que sigue encabezando Ana Pérez Baos no cuenta con página web activa donde consultar iniciativas o equipos. Algunas voces de NNGG justifican la falta de actividad por la inusual situación en la que se encuentra la organización, con una presidenta prácticamente en funciones y con un equipo cuyo recambio debería haberse realizado hace años. NNGG Madrid no celebra un congreso desde el año 2013, cuando los estatutos establecen que deberían convocarse cada tres.

Ayuso busca un "soplo de aire fresco" para Nuevas Generaciones que no busque "quedarse en la poltrona" de la política

Aunque la nueva estructura se edificará a la imagen y semejanza de Ayuso, la dirigente se ha propuesto corregir el descrédito de una organización que debería servir para "trabajar, trabajar y trabajar" —emulando el lema del propio Núñez Feijóo— y atraer y blindar el voto joven a través de propuestas, campañas o seminarios en las universidades. En las últimas elecciones autonómicas, Ayuso abrió una brecha en los partidos que han capitalizado el voto joven en procesos electorales, como Vox o Podemos. Según la encuesta poselectoral de junio de 2021, el 26,1% de los jóvenes votantes de entre 18 y 24 años optó por la papeleta del PP, superando al 23,6% de Más Madrid y quedándose muy por encima del 5% de Rocío Monasterio.

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Tras tomar posesión como máxima autoridad del PP de Madrid —la pugna por el liderazgo de la organización fue el detonante de la crisis que acabó con la carrera política de Pablo Casado—, Ayuso no escondió que purgaría a todos aquellos que pusieron en cuestión su "honor" durante la afrenta con la anterior dirección de Génova por el contrato sanitario adjudicado a su hermano. La caída de Ángel Carromero, anterior jefe oficioso de Nuevas Generaciones en Madrid, provocó un repliegue interno dentro de la organización y un cambio de lealtades ante la "incertidumbre" de la nueva etapa y las dudas sobre hasta dónde llegaría Ayuso con la labor de saneamiento.

Como publicó El Confidencial, en las últimas semanas entraron en las quinielas nombres como el de Elisa Vigil (PP Tetuán), Ricardo Calle (PP Chamartín) o Marina Pont (Majadahonda), pero algunos de estos nombres se caerían del puente de mando si Ayuso lleva hasta el final su intención de no fichar a un cargo que ya ejerza activamente la política. Otro perfil que ha adquirido fuerza en las cuitas internas de los populares es el de Alfonso Álvarez-Cascos, uno de los hijos del exvicepresidente del Gobierno que, actualmente, es responsable de Formación en organización nacional de NNGG bajo la batuta de Beatriz Fanjul. En la primera planta de Génova advierten que, a pesar de la rumorología, lo cierto es que Ayuso no tiene aún ningún 'favorito' encima de la mesa.

Un otoño ajetreado para Ayuso

El nuevo curso político vendrá cargado de compromisos para Isabel Díaz Ayuso. Además del congreso de Nuevas Generaciones, octubre será el mes en que está prevista la celebración de una "gran convención" ideológica para rearmar al PP de cara a la nueva cita con las urnas en mayo de 2023 y estructurar el nuevo "poso programático" del partido. En contraposición con la hoja de ruta de Feijóo, que apuesta por minimizar el discurso identitario y priorizar el económico, Ayuso sí da prioridad a la batalla de las ideas como arma para desarmar a la izquierda en las urnas. Por el momento, Génova descarta un cónclave parecido a pesar de que el congreso extraordinario del pasado mes de abril no incluyó debate de ponencias programáticas.

Además, la dirigente trabaja a contrarreloj para dar carpetazo a los cabeza de lista de las próximas elecciones municipales, que ascienden a 178 si no se cuenta al alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, que ya tiene la confianza de Ayuso y Feijóo para optar a revalidar el puesto. Ayuso anunció esta semana la primera remesa de candidatos, priorizando las 16 grandes ciudades donde el PP continúa en la oposición. La madrileña se ha marcado Fuenlabrada como uno de sus principales objetivos, ya que es el único municipio donde nunca ha gobernado el Partido Popular. Ayuso ha confiado a la actual portavoz adjunta de la Asamblea, Noelia Núñez, el desafío de hacerse con las riendas de la localidad.

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Ayuso despejará los nombres de más candidatos a las alcaldías madrileñas a la vuelta de las vacaciones de verano, sin descartar que algunos de sus consejeros engrosen también esa lista. Priorizará en este punto a los municipios donde el PP no gobierna para que sus candidatos puedan darse a conocer con meses de antelación a la apertura de urnas, aunque espera tener el listado completo para las municipales "antes de Navidad".