Ayuso y la derecha rebelde: así ha recuperado el PP el voto de los jóvenes
La irrupción de la nueva política absorbió el voto de los jóvenes descontentos a uno y otro lado, pero su caída y el contexto político actual ha revertido ese efecto
La noche del 4 de mayo, Génova se convirtió en una fiesta. Decenas de asistentes agitaban banderines azules y rojigualdas al ritmo de la música del DJ. Entre los que vitoreaban a la reelegida presidenta muchos ni siquiera superaban la treintena, un público que hacía tiempo que no se identificaba con la opción azul como en esa jornada electoral.
La victoria de Ayuso en la Comunidad de Madrid es, por su hegemonía, única en la región. No solo la mancha azul ha impregnado todo el territorio; ha conseguido ser transversal en todos los tramos de edad, incluso aquellos –los más jóvenes– a los que el partido hacía tiempo que había perdido el pulso.
La evolución es clara en dos años. Si se compara la intención y simpatía de voto del último CIS y el recuerdo de voto de las autonómicas de 2019, el Partido Popular ha pasado de captar el 12% del voto entre los 18 y los 24 años, a quedarse con el 29%. Solo Más Madrid consigue una evolución similar, pero se queda por debajo con un 27% del voto en esa franja.
El principal motivo se encuentra en la fagocitación que el Partido Popular ha hecho de Ciudadanos, que concentraba el voto juvenil dentro de la derecha desde que la nueva política irrumpió en el panorama español. “Hubo un momento que el voto joven fue un problema para los dos grandes partidos, sobre todo tras el 15-M y acentuado con la entrada de Podemos y Ciudadanos. Ahí se produjo una brecha generacional muy grande entre los menores de 35, que optaban por las nuevas opciones, y los mayores de 45, que seguían votando al PP y el PSOE”, considera Eduardo Bayón, analista político. “Ciudadanos ofrecía una opción de aspiración a un modelo de vida y un componente de reformismo y regeneración política frente al desgaste de la marca que tenía el Partido Popular”.
El PSOE recuperó parte de ese electorado con la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa, pero en las autonómicas de Madrid no ha conseguido mantener ese efecto, y esta vez ha sido Más Madrid el que le ha hecho perder a los progresistas más jóvenes. De hecho, como puede verse en el gráfico anterior, tanto Ciudadanos como PSOE son los dos únicos partidos que bajan en la franja de 18 a 24 años, de manera opuesta al PP y Más Madrid. Vox y Podemos prácticamente no han variado su cantidad de votantes entre ambas citas electorales.
“Aunque el voto joven pueda tener más peso en los partidos nuevos que en los viejos, cuando un partido clásico se convierte en 'atrapalotodo', como ha pasado con el PP en Madrid, lo capta igual”, explica Pablo Simón, politólogo de la Universidad Carlos III. “Los votantes jóvenes son reactivos al clima de polarización y la confrontación, y ya en las encuestas de marzo y abril se veía que los que cumplían la mayoría de edad y votaban por primera vez, se identificaban sobre todo con los dos polos: PP y Podemos. Hay una parte del contexto que les ha ayudado a recuperarlos, más que por propuestas en su programa, porque esta campaña no ha ido de eso”.
En el contexto en el que se movía la campaña, la figura de Ayuso también ha influido en la atracción del voto joven. En parte por la edad, pero no solo. Cuando Casado llegó a liderar el partido con 38 años, el PP registró su peor resultado en unas generales. Su discurso y su imagen de padre de familia con dos hijos no apelaba tanto a la juventud como lo hace Ayuso. “Ayuso de alguna manera ha encarnado la rebeldía frente al Gobierno. Incluso en el cartel de campaña iba con una chupa de cuero. Es algo que también ocurre con Vox pero en una franja de edad más alta. O lo que pasó con Aznar cuando llegó a la Moncloa: representaba la oposición a la progresía después de 14 años de gobiernos socialistas y arrastró también mucho voto joven”, apunta Bayón.
"Ayuso de alguna manera ha encarnado la rebeldía frente al Gobierno"
Se suma además un componente que ya se vio en la izquierda con Carmena: el candidato como icono pop. El 'Lady Madrid' del que se ha vestido para intentar acercar el partido a la calle y que se ha transformado en carteles con su cara en los bares. “Se la ha subestimado como política, y lo cierto es que ha conseguido un tono que le ha funcionado bien, muy coloquial y campechano, que la ha identificado como una más para la gente, es un voto muy emocional”, ahonda Bayón.
La 'libertad' y la derecha ‘cool’
El propio Partido Popular presumía esta semana de que el mantra de que los jóvenes votan a la izquierda es “un mito”, como publicaban en un tuit este jueves en referencia a una encuesta que les da el 58% del voto joven. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el voto, tanto el joven como el resto, se divide ahora mismo en tres partidos a la izquierda, mientras que en la derecha solo lo hace en dos. De hecho, si se observa el mapa que dejó la noche electoral por bloques y no por partidos, la izquierda sigue siendo mayoritaria en muchas zonas donde lo era tradicionalmente.
Que los jóvenes votan a la izquierda, otro mito. pic.twitter.com/wgNWjUVENx
— PP Comunidad de Madrid (@ppmadrid) May 6, 2021
Aunque el caso de Madrid es muy particular por su contexto, la mayor identificación de los jóvenes con partidos de derechas no es exclusiva de estas elecciones, ni de España. Mientras el feminismo y el ecologismo movilizan ahora mismo a miles de jóvenes en todo el mundo, también está surgiendo un sector para quien decirse de derechas “suena transgresor e incluso ‘cool’”, como señalaba hace poco el historiador Paolo Stefanoni en esta entrevista. Frente a la crisis de la izquierda como movimiento que viene a revolucionar el 'status quo' y su desconexión con las clases trabajadoras, partidos de derechas y ultraderecha de todo el mundo sacan la pancarta de la 'libertad' con reminiscencias capitalistas y neoliberales. Incluso la laicidad o la libertad sexual han dejado de ser tabús para la derecha por la asimilación que tienen estos temas entre las nuevas generaciones.
Ese argumentario basado en la 'libertad' ha sido omnipresente en la campaña de Ayuso, especialmente enfocado a la vida de ocio que atrae más a las generaciones más jóvenes. “Ha construido un mensaje en torno al horizonte de vuelta a la normalidad, y la gente joven lo que quiere es volver a la vida antes del covid. No solo por la caña de cerveza, es la vida social en general”, explica Bayón. De hecho, aunque la edad media del votante popular ha bajado, en la franja donde más se ha notado respecto al recuerdo de voto de las elecciones de 2019 no es en la de nuevos electores, sino entre los 25 y los 44 años.
Lo que no está claro todavía es si este cambio de tendencia responde al fenómeno Ayuso y es concreto del contexto madrileño, o si por el contrario el PP se mantendrá su atractivo entre los jóvenes también en unas generales. “El voto del PP se va a rejuvenecer, es lógico si desaparece Ciudadanos, pero parte va a seguir con Vox y el contexto de Madrid es distinto al de unas generales, donde creo que costará más conseguir ese efecto”, considera Simón. “A nivel nacional, el PP sigue aguantando en intención de voto gracias a los mayores de 55 y 65. Lo que ha pasado en estas elecciones es algo muy concreto de Ayuso”, coincide Bayón.
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La noche del 4 de mayo, Génova se convirtió en una fiesta. Decenas de asistentes agitaban banderines azules y rojigualdas al ritmo de la música del DJ. Entre los que vitoreaban a la reelegida presidenta muchos ni siquiera superaban la treintena, un público que hacía tiempo que no se identificaba con la opción azul como en esa jornada electoral.
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