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El boicot de UP a la Cumbre de la OTAN torpedea a Sánchez y daña la imagen exterior de España
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NI GASTO EN DEFENSA NI ARMAS A UCRANIA

El boicot de UP a la Cumbre de la OTAN torpedea a Sánchez y daña la imagen exterior de España

Sánchez alerta sobre "la falsa narrativa" rusa, que asocia la crisis alimentaria con las sanciones de la UE, y los morados culpan a la Alianza de incendiar el conflicto en Ucrania acarreando graves consecuencias económicas

Foto: Sánchez, en una reunión en Moncloa con el secretario general de la OTAN, Stoltenberg. (EFE/Emilio Naranjo)
Sánchez, en una reunión en Moncloa con el secretario general de la OTAN, Stoltenberg. (EFE/Emilio Naranjo)
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Frente a los esfuerzos organizativos de Moncloa para que la Cumbre de la OTAN en Madrid sirva de lanzadera para la proyección internacional de Pedro Sánchez y de la imagen exterior de España, el socio minoritario del Ejecutivo ha optado por poner pie en pared. Unidas Podemos no solo se ha desentendido de la cita, con una oposición pasiva a la reunión, sino que ha optado calentar los actos contra la cita este fin de semana y cuestionar tanto la propia existencia de la Alianza como algunas de las decisiones previstas. Desde el aumento del gasto en Defensa hasta un mayor envío de armas al ejército ucraniano, pasando por el refuerzo de la OTAN en la vecindad sur. El Gobierno tiene especial interés en incluir este compromiso en el concepto estratégico que la Alianza marque en la cumbre de Madrid para proteger las fronteras de la inmigración ilegal subsahariana, mientras que los morados ponen en cuestión este modelo migratorio así como el cambio de posición respecto al Sáhara.

Una enmienda a la totalidad que visibiliza la división del Ejecutivo de coalición en una cuestión trascendental y en la que Moncloa ha centrado todos sus esfuerzos confiando en su "rédito tremendo para el país" tanto en el plano político, como económico y de imagen exterior. La delegación del Gobierno en la cumbre se limitará al presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, y la ministra de Defensa, Margarita Robles. A la 'cena euroatlántica', que organiza Moncloa con todos los asistentes y las autoridades de la UE el próximo miércoles en el Museo del Prado, tampoco se ha cursado invitación, por el momento, a los representantes de Unidas Podemos en el Gobierno.

Foto: El portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique. (EFE/Mariscal)

No está prevista la presencia de ministros de Unidas Podemos en la manifestación anti-OTAN de este domingo, aunque desde el entorno de Alberto Garzón lo dejan en el aire. Sí acudirán, sin embargo, algunos de sus altos cargos del Gobierno y de ejecutivos autonómicos. El número dos Derechos Sociales, el secretario de Estado Enrique Santiago, ha confirmado su asistencia y el vicepresidente segundo de la Generalitat Valenciana, Héctor Illueca, está tratando de cuadrar su agenda para poder estar hoy en Madrid en las protestas, según indican desde su entorno. Esta semana ya participó en diversos actos anti-OTAN en Valencia y este viernes lanzaba un mensaje para denunciar la cumbre y animar a la movilización. Al igual que lo han hecho cargos orgánicos e institucionales, tanto de Podemos (la diputada en el Congreso y miembro de la dirección morada Lucía Muñoz) como de IU (la eurodiputada y portavoz federal Sira Rego o el también eurodiputado Manu Pineda), con su participación en las jornadas organizadas por Plataforma Estatal por la Paz OTAN NO.

"Ahora más que nunca, la sociedad tiene que movilizarse para defender la paz y denunciar la cumbre de la OTAN que va a celebrarse en Madrid", arengaba el también consejero de Vivienda del gobierno del Botànic, a través de un vídeo distribuido en las redes sociales. Según su lectura, el "despliegue militar de la OTAN hasta la misma frontera con Rusia" hizo que el conflicto en Ucrania se convirtiese "casi en inevitable", poniendo el foco en sus perjudiciales efectos económicos, en la militarización de las relaciones internacionales y la limitación del progreso democrático, según sus palabras.

"Falsa narrativa de Rusia"

El presidente del Ejecutivo, por su parte, trataba de combatir este mensaje el pasado viernes, alertando sobre lo que denominó como "la falsa narrativa que Rusia está impulsando". En una comparecencia desde Bruselas tras el Consejo Europeo, Sánchez arremetía contra el mensaje de que la crisis alimentaria tenga que ver con las sanciones europeas. "Si hay algún culpable de la guerra es Putin, las sanciones en ningún caso afectan a las exportaciones de alimentos ni a Ucrania ni a Rusia", zanjó.

La lectura que están haciendo desde Podemos es que la implicación de la UE y, por tanto, de España, en el envío de armas está avivando el conflicto y alimentando así una recesión económica con una creciente inflación que no dejará de golpear a las familias más vulnerables. La ministra de Derechos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra, exigía esta semana un alto el fuego inmediato, la retirada del ejército de Rusia y el cese inmediato de cualquier invasión o injerencia unilateral en Ucrania o en cualquier país europeo con el posterior envío de personal de mantenimiento de la paz de la ONU. "No es el momento de aumentar el gasto militar, sino de aumentar la protección social. Hay que ser claros y contundentes: con balas no se come, con bombas no se cura y con tanques no se apagan incendios", aseguraba Belarra esta semana en una reunión con integrantes del Movimiento Europeo por la Paz.

Foto: Eurofighter españoles del Ala 14. (J. F.)

Pedro Sánchez, en cambio, pretende solemnizar en la cumbre de la OTAN el compromiso de España con el aumento del gasto militar, hasta situarlo en el 2% del PIB como viene exigiendo la Alianza a sus Estados miembros. Este choque pone en duda el compromiso del presidente del Gobierno, a ojos de los países OTAN, al no contar con el apoyo de sus socios y contra lo que la vicepresidenta Yolanda Díaz también se ha revuelto. Pero va más allá de la imagen internacional y la credibilidad de la acción del gobierno español en este asunto. La oposición de los morados amenaza los Presupuestos para el próximo año, en los que se pretende incluir este aumento del gasto, y con ello la hoja de ruta de Sánchez para intentar llegar al final de la legislatura.

Los morados también han intensificado su oposición al envío de armas y la ayuda militar a Ucrania que han ratificado los países de la Alianza: "La solidaridad con las y los ucranianos debe ser el principal motivo para buscar un acuerdo que ponga fin a la guerra. Pero también lo es imaginar un futuro de Europa en paz, en la que los recursos se dediquen a consolidar estados del bienestar, y no a un conflicto entre estados", replicaba la líder del partido en el encuentro antes mencionado con otras formaciones europeas de izquierdas, además de IU y Bildu.

Otro de los puntos que más dividen a los socios tiene que ver con la política migratoria y el refuerzo de la OTAN en el flanco sur. Una insistente reclamación de Sánchez que tiene previsto incluirse en el nuevo concepto estratégico que salga de la cumbre. "Queremos que quede bien reflejado, que cobre protagonismo. Hemos insistido mucho en ello", indican fuentes de Moncloa. Sánchez participará en la segunda jornada de la cumbre en una sesión dedicada a discutir sobre los desafíos y amenazas de la vecindad sur. El presidente del Ejecutivo ha cambiado el tono de su discurso tradicional tras la mejora de las relaciones con Marruecos. Después de la tragedia provocada en el salto a la valla de Melilla de este viernes, con al menos 23 muertos, aseguraba que los responsables de este "asalto violento y organizado" son las "mafias que trafican con seres humanos en una ciudad que es territorio español".

El propio secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, manifestaba en una entrevista con la agencia EFE que está "absolutamente convencido de que los aliados de la OTAN estarán al lado de España si se enfrenta a amenazas y desafíos", al ser preguntado si el paraguas de seguridad de la Alianza abarca también las ciudades españolas de Ceuta y Melilla, en el norte de África. "La OTAN está para proteger y defender a todos los aliados contra cualquier amenaza. Y tenemos unos compromisos claros en el tratado fundacional de la OTAN. También tenemos unas definiciones claras del alcance geográfico de la alianza, afirmaba. Más allá de criticar con dureza el cambio del Gobierno en la posición sobre el Sáhara que ha permitido retomar relaciones con Marruecos, la líder de Podemos defendía ayer que "el respeto a los derechos humanos debe guiar siempre nuestra política exterior", para concluir tras las consecuencias en vidas humanas del último asalto a la valla que es urgente "repensar el modelo migratorio y la externalización de fronteras".

Resignación en el PSOE

La cacofonía dentro del Gobierno es notoria y no contribuye a que España, como país anfitrión de la Cumbre, contribuya a trasladar una imagen de cohesión política que, precisamente, es otro de los objetivos de la cumbre. Esto es, según explicaban fuentes de Moncloa implicadas en la organización de esta cumbre, que los países de la Alianza y también de la UE "proyecten una imagen de unidad, cohesión y complementariedad para hacer frente a los desafíos". Una "ocasión única" para trasladar este mensaje, con Madrid como escenario, que quedaría empañado por la oposición interna en la coalición y en las calles de Unidas Podemos.

La sensación que trasmiten los socios es que el choque respecto a la política exterior a propósito de la cumbre está amortizado. Los socialistas parecen tener digerido este conflicto, que llegó a su culmen tras definir al PSOE como "el partido de la guerra", y algunas voces con responsabilidad en la dirección asumen con resignación que sus socios de gobierno mantienen posiciones duras vinculadas a su identidad fundacional. La fundación de Izquierda Unida, precisamente, se produjo al calor de las movilizaciones contra la entrada de España en la OTAN.

La génesis de Podemos estuvo en el 15-M, pero el movimiento del 'no a la guerra', en el contexto del conflicto en Irak respaldado por el Gobierno de Aznar, fue la primera escuela política en la que se fraguaron buena parte de los fundadores de esta organización. Las tensiones en el seno de la coalición respecto a esta cuestión estratégica y geopolítica tienen mucho de política identitaria y, por tanto, de mensaje dirigido a las bases.

Frente a los esfuerzos organizativos de Moncloa para que la Cumbre de la OTAN en Madrid sirva de lanzadera para la proyección internacional de Pedro Sánchez y de la imagen exterior de España, el socio minoritario del Ejecutivo ha optado por poner pie en pared. Unidas Podemos no solo se ha desentendido de la cita, con una oposición pasiva a la reunión, sino que ha optado calentar los actos contra la cita este fin de semana y cuestionar tanto la propia existencia de la Alianza como algunas de las decisiones previstas. Desde el aumento del gasto en Defensa hasta un mayor envío de armas al ejército ucraniano, pasando por el refuerzo de la OTAN en la vecindad sur. El Gobierno tiene especial interés en incluir este compromiso en el concepto estratégico que la Alianza marque en la cumbre de Madrid para proteger las fronteras de la inmigración ilegal subsahariana, mientras que los morados ponen en cuestión este modelo migratorio así como el cambio de posición respecto al Sáhara.

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