Sánchez necesitará al PP para subir el gasto militar ante el rechazo frontal de sus socios

El compromiso de Pedro Sánchez de aumentar el gasto en Defensa, hasta situarlo en el 2% del PIB, obliga al Gobierno a buscar vías alternativas a los presupuestos para cumplirlo. El rechazo no solo de varios de los socios parlamentarios, sino también de Unidas Podemos, con Yolanda Díaz reconociendo su discrepancia, cierra la puerta a poder pactarlo en las próximas cuentas públicas. El Ejecutivo se verá abocado a buscar el apoyo de los populares, que sí aplaudieron la medida, para contribuir con un mayor gasto militar a la OTAN, superior a los 7.200 millones si se pretende pasar del 1,4% actual en que lo situó Sánchez al 2% fijado por la Alianza, al que acordaron adherirse los Veintisiete en la cumbre de Versalles el pasado viernes.

Si no hay apoyos para incluirlo en los presupuestos, la vía más factible sería a través de una ampliación de crédito, que posteriormente debería ratificar el Congreso en la norma por la que se genere ese gasto. La evolución de la situación también podría provocar que la Alianza urgiese a adelantar un gasto excepcional, sobre todo en caso de ataque a territorio de la OTAN en su flanco este. A final de mes se celebrará una cumbre extraordinaria de la OTAN, a la que acudirá el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para abordar el "fortalecimiento adicional de la disuasión y defensa" de la Alianza. Biden asistirá asimismo al Consejo Europeo, donde se prevé ratificar el acuerdo sobre el aumento del gasto en Defensa.

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"No lo vamos a apoyar, punto", zanjaba la portavoz de los 'comuns', Aina Vidal, cercana a la vicepresidenta segunda. "No estamos a favor de aumentar el gasto. No me parece apropiado que el presupuesto en Defensa sea el doble que lo que gastamos en Ciencia o Innovación", remachaba el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique.

Desde el entorno de la vicepresidenta segunda, reconocen sus discrepancias "lógicas" con el anuncio de Sánchez, aunque mostrando respeto por su decisión. Estas mismas fuentes añaden que el incremento del gasto en Defensa debería determinarse en los próximos presupuestos, un proyecto que todavía no se ha negociado en el seno de la coalición y que, en cualquier caso, no contaría con su apoyo. De ahí que, de precisarse un gasto extraordinario para cumplir con el objetivo fijado por la OTAN, Sánchez tendría que buscar la vía Feijóo.

Los populares, por su parte, han tendido la mano avalando esta medida, que vienen reclamando antes incluso del inicio de la invasión rusa de Ucrania. Su portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, celebraba lo que calificaba como una rectificación de Sánchez, "y le animamos a que siga rectificando".

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Los socios minoritarios de la coalición y otras formaciones que han apoyado hasta ahora los presupuestos del Gobierno, como ERC, EH Bildu y Más País-Compromís, coinciden en que la prioridad es destinar el gasto a reforzar el estado de bienestar para responder a la crisis económica generada por la guerra. De hecho, el objetivo de que el presupuesto en Defensa alcance el 2% se apartará de las negociaciones para los "pactos de país" que el Ejecutivo buscará consensuar con todas las formaciones parlamentarias.

El Plan Nacional de Respuesta a las Consecuencias Económicas de la Guerra, que se aprobará a través de un decreto el próximo 29 de marzo, busca recoger tanto las respuestas acordadas en el seno de la UE, principalmente la fijación de un precio máximo al gas, como otras medidas en clave nacional. Entre estas últimas, destacan las rebajas fiscales a los productos más castigados por la inflación, como la energía y los carburantes. La prioridad pasa por que haya unidad política, de ahí que el aumento del gasto en Defensa se excluya de estas primeras negociaciones.

EL Gobierno arrancará las conversaciones con el PP este mismo miércoles y continuará la ronda reuniéndose con el resto de grupos parlamentarios, de mayor a menor. Incluido Vox, siempre que los de Santiago Abascal accedan a sentarse a la mesa de negociación. Por parte del Ejecutivo, liderarán las negociaciones las tres vicepresidentas, Nadia Calviño (Economía), Yolanda Díaz (Trabajo) y Teresa Ribera (Transición Ecológica), junto al ministro de la Presidencia, Félix Bolaños. En Moncloa tienen altas expectativas de que, al contrario de lo ocurrido para hacer frente a la pandemia, se produzcan unos "grandes acuerdos de país", como los han bautizado.

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"Creemos que el acuerdo se va a dar porque la situación es inédita e histórica, y no estar en este acuerdo sería un error histórico", advertía la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, preguntada por la suma del PP al plan de respuesta a la guerra. La unidad en el plan de respuesta se buscará también con las comunidades autónomas, con quienes se celebrará el próximo lunes una conferencia sectorial, y con los agentes sociales para impulsar un pacto de rentas que distribuya los costes de la inflación.

Desde Moncloa, restan importancia a que sus socios se opongan al aumento del gasto en Defensa y dicen que el Gobierno actuará con "una única voz" para tratar de consensuar estos acuerdos de país. El hecho de que la líder del sector de Unidas Podemos en el Gobierno, Yolanda Díaz, esté presente en las negociaciones por la parte del Gobierno refuerza este objetivo de actuar con "una misma posición".

Desde Moncloa explican, ateniéndose a los compromisos marcados en estos momentos con la OTAN, que el 2% no se va a alcanzar de un año para otro, sino que se trata de un "horizonte" sin concretar si el objetivo es situarse en este porcentaje al final de la legislatura. Con todo, la evolución de la situación es cambiante, según reconocen también desde el Ejecutivo, de ahí que el plan de respuesta a la guerra "es abierto y dinámico", bajo la premisa de que estamos en una "situación inédita y que no sabemos adónde va a llegar". "La evolución no es estable y no sabemos hasta dónde llegará esta situación, las consecuencias de la guerra de Putin y cuál será su afectación a Europa", trasladaba la portavoz del Ejecutivo, apostando al mismo tiempo por trabajar para ofrecer "serenidad y tranquilidad".