Sondeos del PSOE y PP coinciden: hay suma alternativa para desbancar a Mañueco

"Optimismo" y "prudencia" son los dos conceptos más repetidos en el cuartel general del PSOE en la recta final de la campaña electoral en Castilla y León. Los sondeos internos que manejan los socialistas apuntan a la posibilidad de una remontada en las elecciones del próximo domingo. "Está al alcance de la mano, se toca con los dedos", indican fuentes socialistas, aun reconociendo la incertidumbre que les generan la participación, la movilización de los indecisos y las papeletas destinadas a opciones favorables al cambio en la Junta que no se transformen en representación. Los denominados restos, que en una comunidad con nueve circunscripciones podrían acabar determinando la balanza. De ahí que insistan en que la "única garantía de cambio" pasa por el voto a su formación. Un mensaje especialmente dirigido a los exvotantes de Ciudadanos, pero también a los de Unidas Podemos y de las marcas de la España Vaciada.

El PSOE ha pasado del control de daños al inicio de la campaña, minimizando la presencia de Pedro Sánchez, a sumar mítines extra del presidente del Gobierno en la recta final de la campaña. Se traslada la idea de que la suma para producir un vuelco electoral es posible y que depende de movilizar a los indecisos. "El escaso sentimiento de comunidad, que las elecciones sean solo autonómicas sin votar también a las alcaldías y la época del año, en pleno invierno, podrían pasar factura" a la participación, según entienden fuentes del partido.

A todo ello suman el factor añadido de cuál será el comportamiento de las candidaturas de la España Vaciada. Elementos por los que apelan a la "prudencia" sin dejar de visualizar unas altas expectativas. Según sus encuestas, la tendencia al alza vendría produciéndose desde que desapareció la polémica sobre las macrogranjas. Lo que no ha cambiado en estos sondeos, indican, es la cifra de indecisos. Según el último CIS, publicado este lunes, un 23% de los encuestados que tenían pensado acudir a votar.

Frente al optimismo que trasladan los socialistas, el PP acaba la campaña con una sensación bien distinta a como arrancó. Atrás quedaron los sondeos en los que se rozaba la mayoría absoluta. Ayer, los sondeos que se manejaban en el partido remarcaban la tendencia a la baja de la última semana. La horquilla estaba entre 28 y 31 escaños y empezaba a cundir la sensación de que había “opciones reales” de que el PSOE pueda sumar con el resto de los partidos. “Solo falta que bajen unos muñecos verdes en su nave”, asegura un miembro del equipo del presidente, Alfonso Fernández Mañueco, que lamentaba que se han ido sucediendo acontecimientos y “errores” que han lastrado las expectativas del PP. En estas 24 horas que quedan, el mensaje se centrará en la movilización y la llamada al “voto útil” para intentar rascar a Vox. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, acudirá hoy como estaba previsto al cierre de campaña. También estarán junto a Casado y Mañueco el presidente Alberto Núñez Feijóo y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. Estaba previsto que acudieran también Juanma Moreno y Fernando López-Miras, que han cancelado por agenda institucional.

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El balance de la participación de la madrileña en la campaña es agridulce. Llena todos los actos, pero los cuadros del partido consideran que mensajes como el de explicitar que Vox es el socio preferente les perjudican. Desde ese momento, el candidato ha tenido que ir sorteando las preguntas sobre las alianzas del 14-F: “Nos ha puesto a la defensiva”. Los que van más allá han llegado a plantear que se ha bajado un punto y medio en los 'trackings' tras alguna de sus intervenciones, pero lo cierto es que sigue llenando los actos. Entre sus compañeros molestaron los elogios a Vox y ayer destacaban cómo había tenido que acabar enfrentándose a Rocío Monasterio por intentar relacionar las bandas juveniles con los 'menas'. “Son tan españoles como Abascal, usted o yo”, le espetó la presidenta ayer en la Asamblea a su 'socia'. En la séptima de Génova, remarcaban la contradicción.

“Ya hay poco tiempo”, apuntan desde el partido, en el que esperan que cale entre los votantes la información desvelada en exclusiva por El Confidencial en que se destapa el trato de favor que Interior estaría dando a los presos de ETA dentro de sus negociaciones con el partido de Arnaldo Otegi. El informe de la Guardia Civil deja en evidencia aquel mensaje del líder de Bildu de “presos por presupuestos”. La demoscopia dice que Vox es el único partido que se mantiene al alza y que no fluctúa en función del PP. Son los llamados restos en el reparto de la Ley D’Hondt, que perjudica a los más votados, los que están castigando a los populares en beneficio de las plataformas de la España Vaciada.

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Un destacado dirigente del partido en Castilla y León, por su parte, señala como elemento fundamental que Fernández Mañueco no haya sido capaz de justificar, según su opinión, el adelanto electoral. "La convocatoria es un error de cálculo brutal por parte del PP y el domingo se verá", presagia. La portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, incidía este jueves desde Salamanca en el mismo aspecto: "La responsabilidad de esta convocatoria es de Mañueco, en el momento más inoportuno desde el punto de vista económico y sanitario, cuando estábamos en la nueva ola". La desmovilización del voto conservador ante un adelanto que no entiendan podría ser clave. "Si la participación no supera el 33% a las 14:00, la izquierda tiene opciones de gobernar", señalaba en una entrevista en COPE el director de la encuestadora GAD3, Narciso Michavila.

Tanto PSOE como Unidas Podemos han sintonizado sus discursos para vender estabilidad frente a una convocatoria de elecciones que generaría todo lo contrario. "Fue irresponsable y sabe que tendrá serias dificultades para gobernar", apuntaba Rodríguez en referencia a que Mañueco cambiaría a sus actuales socios de Ciudadanos por Vox. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, se afanaba igualmente en su primera y única incursión electoral este jueves en vender estabilidad, sosteniendo además que todo "está abierto". "Animo a la gente de Castilla y León a que se movilice y el resultado electoral puede cambiar a partir del domingo", aseguraba antes del acto electoral en el que participó acompañando al candidato de Unidas Podemos, Pablo Fernández.

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Los socialistas cuentan en sus mejores expectativas con acercarse a los resultados que obtuvieron en las anteriores elecciones (35 procuradores) y poder sumar hasta la mayoría absoluta de 41 escaños con las fuerzas favorables al 'cambio'. Esto es, Unidas Podemos y formaciones localistas como Soria ¡Ya!, poniendo en duda si Ciudadanos favorecería una reelección de Mañueco con los votos de Vox. De cómo resistan los naranjas y si son claves en la gobernabilidad es otra de las principales incógnitas de producirse unos resultados ajustados. Desde las candidaturas localistas, en caso de tener un papel de bisagra, anticipan que negociarán con base en sus propuestas sin tener preferencia ni por socialistas ni por populares.

La capacidad de los socialistas de pescar en el caladero de exvotantes de Cs podría hacer variar la balanza. Según sus cuentas, entre un 10-15% de exvotantes de Ciudadanos apoyarían ahora al candidato socialista Luis Tudanca. A las candidaturas de España Vaciada no les auguran unos resultados notables, más allá de lograr representación por Soria y quizás una segunda circunscripción. Con todo, los socialistas los ven como potenciales aliados. De hecho, han optado por una campaña de guante blanco con estas candidaturas, poniendo el foco en el voto útil y en lo propositivo para contrarrestar el efecto de una plataforma que, reconocen, conecta bien con un sentir social del que también pretenden hacerse cargo. Tudanca arengaba este jueves a los suyos asegurando que el "cambio está más cerca que nunca". Durante un mitin este jueves en Burgos, en el que también participaron Pedro Sánchez y el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, el candidato socialista contrapuso el estado de ánimo del PSOE con el del PP ironizando que a estos últimos "se les va a hacer larga la campaña. Si dura una semana más, les va a salir a deber procuradores".

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En Génova vivirán la noche electoral contando cada escaño, porque el análisis del resultado estará en función no solo de si logran ganar las elecciones, sino a cuántos diputados queda el PP de la mayoría absoluta y, por tanto, qué grado de dependencia del partido de Santiago Abascal habrá a la hora de pactar. La orden desde la dirección nacional es no formar Gobierno de coalición con Vox. Negociar un apoyo externo como en Madrid o Andalucía. A nadie se le escapa que también se medirá el liderazgo de Casado. Si hubiera una derrota y se perdiese la Junta de Castilla y León, el terremoto sería de gran intensidad. No solo estaría en entredicho Casado, sino también se volvería a pedir la cabeza de su dos, Teodoro García Egea. Aunque ayer había nervios, se reconocía que no se está trabajando en un escenario tan pesimista, pero se preparan para el “ataque” de Ayuso que, como adelantó este medio, aprovechará cualquier síntoma de debilidad para volver a la carga con la convocatoria del congreso regional y ser elegida presidenta del PP madrileño en marzo.

En Andalucía también estarán muy atentos y con calendario en mano. Juanma Moreno intentará aguantar al máximo, pero desde la Junta no ocultan que con el Parlamento en contra por el bloqueo del PSOE y Vox será “muy difícil” agotar la legislatura. Un mal resultado sería demoledor para los planes de Moreno y el círculo virtuoso que tendría que llevar a Casado a la Moncloa. Los más críticos con el equipo de Casado advierten de que será muy difícil explicar que “se ha cambiado a Ciudadanos por Vox”. La guerra está servida salvo subidón de última hora.