¿Ministros en Ferraz? El enigma que guarda Sánchez en la confección del nuevo PSOE

Con un secretismo que ya es rutina en el PSOE, Pedro Sánchez está dando los últimos retoques a la Ejecutiva Federal que salga del 40 congreso de Valencia, el fin de semana próximo. Fuentes al tanto del proceso confirman a El Confidencial que dicha Ejecutiva será más reducida, en el entorno de los 30 integrantes. Ahora tiene casi 50. Habrá novedades inesperadas porque se da por hecho que el secretario general incluirá a caras sin pedigrí orgánico. ¿Sus nombres? Todo es especulación y rumorología.

Hay certezas, como la de una Ejecutiva de estructura más delgada, pero también dudas. Una de las principales apunta a la organización interna, algo en lo que Sánchez está obcecado. Quiere que la correa de transmisión entre Moncloa y Ferraz funcione con tal precisión que no va a dejar nada para el último momento. Lleva casi un año dando vueltas a este asunto. Conseguirlo puede resultar más sencillo si en la dirección del partido incluye a ministros y ministras. Indican las fuentes que esta es una de las principales incógnitas a una semana del congreso que el líder ha concebido como el trampolín del nuevo PSOE.

Opción 1. Ministros en Ferraz

Si al final Sánchez opta por nutrir la Ejecutiva de ministros, las miradas se van rápidamente hacia Félix Bolaños, a quien solo por el hecho de ser el responsable de la ponencia sobre cómo debe ser el socialismo dentro de diez años se le coloca en un puesto preeminente. La remodelación del Gobierno hecha en julio, de la que el hoy ministro de Presidencia sale con un brillo intenso, puede que le haya restado posibilidades. O puede que se hayan acrecentado.

Aunque el secretario general, cargo en el que repetirá oficialmente desde el domingo 17 de octubre, tiene manos libres para configurar la Ejecutiva que considere más adecuada para el nuevo ciclo político en el que se ha embarcado, respetará el criterio territorial, de modo que guardará los equilibrios entre federaciones. La que ha conseguido cuerpo y consistencia durante estos últimos tres años es la valenciana, y aquí un nombre comienza a adquirir protagonismo: el de la ministra de Ciencia, Diana Morant. El presidente está gratamente sorprendido de su prestación y trabajo al cabo de estos más dos meses que lleva en el cargo. Su equipo ha visto en ella un futuro más que prometedor, en especial por el bis político de la que ha hecho gala.

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También ministra, y actualmente la persona de confianza del presidente en Aragón, es Pilar Alegría. Como ministra de Educación tiene por delante la aprobación de la Ley de Formación Profesional, que es objetivo primordial de Sánchez porque para él se trata de la palanca que conducirá a los jóvenes a un puesto de trabajo acorde a la sociedad digitalizada en la que ya vivimos.

María Jesús Montero, José Manuel Albares, que además ha sido el coordinador de la ponencia sobre relaciones internacionales; o Raquel Sánchez entrarían en esa cuota de ministros/as con opciones de ejercer puestos espejo en la dirección del Partido Socialista. Son casos que citan las fuentes, coincidentes en que la decisión final es un misterio porque Sánchez está construyendo en secreto la Ejecutiva junto a Adriana Lastra y Santos Cerdán, ambos sí confirmados, pues seguirán como vicesecretaria y como secretario de Organización, respectivamente.

Opción 2. Sin ministros, pero como si lo fueran

Como consecuencia de esa idea fuerza de estrechar al máximo los pasillos por los que circularán los mensajes de Moncloa y de Ferraz, la Ejecutiva será en cualquier caso como una especie de consejo de ministros bis. Cada ministerio tendría como un espejo. Puede que no sea el propio titular del departamento el que gestione el área homónima (o de nombre parecido) en la sede del Partido Socialista, pero quien asuma el cargo tendrá que ser altavoz de la gestión hecha en la administración. Y encargarse de que esta se propague por toda España.

La Ejecutiva actual se hizo para articular la oposición al Gobierno de Mariano Rajoy, en 2017. La que Sánchez va a terminar de diseñar esta semana será una muy diferente porque el objetivo también lo es. Ahora se trata de articular un discurso de gestión, un ideario, una ideología, un cuerpo político. Se trata de asentar un mensaje desde dos atalayas. Desde el palacio de la Moncloa y desde la sede de la calle Ferraz.

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Si al llegar a la Presidencia tras cuajar la moción de censura Sánchez sorprendió a todos por los perfiles de sus ministros y ministras, toca esperar lo mismo en la nueva dirección del PSOE. Para el secretario general ya no es tan importante el factor orgánico, pues de él se encargarán Lastra y Cerdán, sino la capacidad comunicativa. Ello está muy relacionado con el nivel de conocimiento de la materia y con la habilidad política. Profesionales, por resumir los requisitos en una palabra.

Lina Gálvez y Felipe Sicilia (Andalucía); Denis Itxaso (Euskadi); Jonás Fernández (Asturias); o Ana Redondo (Castilla y León) son otros nombres que han ido sonando durante las últimas semanas como candidatos "más que probables" para integrar la Ejecutiva.

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