Cospedal ficha al abogado del PP y rompe el intento del partido de alejarse de Kitchen

María Dolores de Cospedal y su marido, Ignacio López del Hierro, ya tienen abogado, y no es ningún desconocido para el Partido Popular. La que fuera secretaria general del partido, caída en desgracia por sus contactos con el comisario jubilado José Manuel Villarejo, ha fichado a Jesús Santos, el letrado que ha representado a la formación en sus ya tradicionales causas de corrupción. Con su elección, la exministra torpedea los intentos del PP de alejarse de los fantasmas del pasado.

Aunque Santos no forma parte del PP y pertenece a un bufete externo, su imagen se vincula de forma inevitable con la imagen del partido. Por ejemplo, hasta hace solo unas semanas, era él quien se sentaba en la bancada de las defensas del juicio por la presunta caja B y su relación con las obras de la sede de Génova. También se encuentra personado en el caso Gürtel. Desde esta función, que asumió hace ya años, mantuvo reuniones durante largos periodos con un enlace de Luis Bárcenas. La publicación de esos encuentros abrió un nuevo roto a los de Casado, que tratan a la desesperada de distanciarse de esa etapa. Con poca suerte, eso sí.

Hace poco más de tres semanas, fue Santos quien se encargó de defender al PP en los informes finales del mencionado juicio por la presunta caja B. El 12 de mayo, dirigiéndose al tribunal, reprochó a Bárcenas su "mala praxis" y el "abuso de la confianza" depositada en él para llevar las cuentas del partido, así como para anotar ciertas cantidades en unos documentos que no hacían referencia a la contabilidad oficial de la formación política. Frente a la implicación de la formación en la contabilidad opaca y la acusación en su contra como presuntos responsables civiles subsidiarios, cargó las tintas contra Bárcenas que, dijo, se aprovechó de su condición de gerente para amasar en Suiza hasta "47 millones de euros".

El pasado febrero y tras la confesión de Bárcenas a la Fiscalía Anticorrupción, en la que el extesorero indicaba que dos emisarios del partido redoblaron en los últimos años los esfuerzos para tratar de garantizar su silencio, se conoció que uno de ellos es precisamente el abogado, que mantuvo varias citas con un amigo íntimo de Bárcenas desde que terminó el juicio sobre la trama Gürtel, en 2017.

Santos ha llevado de forma histórica la representación del partido en distintos procedimientos, casi todos vinculados con la anterior etapa. En un intento quizá de marcar una línea roja también en este terreno, la formación ha optado por otro conocido abogado, José Antonio Choclán, para representar sus intereses en la nueva etapa. Fue Choclán, por ejemplo, quien asumió laborales de acusación en nombre del PP en el caso Delcy. No obstante, al menos de momento, Jesús Santos sigue siendo la imagen más reconocible de la defensa del PP.

En las filas populares, la imputación de Cospedal es un golpe en la línea de flotación. A pesar de que Casado lucha por separar “el nuevo PP del anterior”, la secretaria general en la época de Mariano Rajoy no es una dirigente más. Lo que representa su figura en la formación no tiene comparación posible y, además, fue su apoyo en el congreso de 2018 lo que de verdad garantizó la victoria de Casado frente a Soraya Sáenz de Santamaría, al cederle todos sus delegados. Probablemente por eso el líder popular guardó silencio en Ceuta este jueves cuando le preguntaron por la cuestión, imponiendo la 'ley del silencio' que él mismo promulgó hace meses, dejando claro que no volvería a hablar de cuestiones que no atañen a su presidencia.

Perfil bajo y silencio

El resto de la cúpula nacional busca mantener perfil bajo con las novedades en la trama Kitchen y solo el alcalde de Madrid y portavoz del partido, José Luis Martínez-Almeida, se sacudió el asunto de encima pidiendo respeto para la presunción de inocencia y dejando claro que “mientras no haya una sentencia condenatoria, Cospedal es inocente”.

Otros dirigentes reconocen que hace falta seguir marcando distancias con lo que llaman “el viejo PP”. En realidad, el grupo parlamentario en el Congreso cerró filas ante el periplo de la exministra de Defensa cuando llegó a declarar en la comisión que investiga Kitchen a pesar de que la comparecencia se había suspendido. Los principales miembros la acompañaron en todo momento.

El PP de Casado ha hecho muchos esfuerzos por separarse de todas las causas judiciales que acompañan anteriores etapas del partido, hasta el punto de que el pasado febrero, aprovechando la debacle de las elecciones catalanas, anunció una mudanza histórica de la calle Génova. El objetivo no era otro que romper con todas las connotaciones que tiene el cuartel general de los populares con los casos de corrupción, incluida la reforma ilegal del mismo. La cuestión es que tres meses después no se sabe nada de la nueva sede y todo apunta a que el proceso será lento. La victoria de Madrid les dio un respiro y volvieron a salir al balcón de las victorias, pero semanas después llega esta imputación de Cospedal y su marido. Un dirigente madrileño lo resume bien: “Parece el cuento de nunca acabar”.