Casado anuncia que el PP deja la sede de Génova para romper con el pasado

El PP abandonará la sede nacional de la calle Génova de Madrid. El anuncio, que no tiene precedentes, lo hizo Pablo Casado ante el comité ejecutivo de su partido, convocado para analizar los malos resultados en Cataluña. Pero la noticia eclipsó todo lo demás. Los populares asocian la debacle catalana a la reaparición del caso Bárcenas y al pasado del partido ligado a la corrupción. “Esta dirección nacional no va a dar más explicaciones que correspondan al pasado y conductas individuales. No nos lo podemos permitir más con el calendario judicial que se avecina. El coste electoral es tremendo y tenemos que dejar de preocuparnos por nuestro pasado y ocuparnos del futuro”, zanjó el líder popular.

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"Las hipotecas en política no son hereditarias y no podemos seguir pagando facturas de cuestiones que ni conocemos", explicó Casado para anunciar que cambiarán de sede nacional “porque no debemos seguir en un edificio cuya reforma se está investigando esta misma semana en los tribunales”. El líder del PP completaba con este anuncio la apuesta por la regeneración en la que lleva días reafirmándose. El propio secretario general avanzaba en la noche electoral que serían los últimos comicios en el que pagaban un coste por el pasado.

Convención nacional en otoño

Casado no dará marcha atrás al camino de ruptura con Vox tras la debacle de las elecciones catalanas. De hecho, el PP insistirá “en un proyecto de centroderecha, moderado y transversal”, según anunció el presidente a los barones autonómicos y principales dirigentes en el comité ejecutivo de este martes, convocado para analizar lo sucedido el 14 de febrero. Lo hizo junto a su número dos, Teodoro García Egea, y el candidato catalán, Alejandro Fernández, en un claro acto de respaldo a ambos. “No queremos ganar en la radicalidad. Tenemos que seguir en la centralidad para que España lo esté, pero también para que las elecciones vuelvan a ganarse ahí”.

Tras las dudas suscitadas sobre si el popular apostaría por un cambio en su hoja de ruta después de experimentar el primer sorpaso de Vox en unas elecciones, Casado dejó claro que "mantendrá el rumbo" porque "las velas están bien orientadas". Lanzó un mensaje a las voces que ponen en duda la capacidad del partido con su actual equipo: “Habrá veces que soplará menos viento, o que haya peor oleaje, pero tenemos el mejor barco de toda la política española y la mejor tripulación que sois vosotros”.

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Y en la tarea que tiene por delante el PP —"unir a una nueva mayoría para ganar y gobernar España contra el proceso de destrucción institucional y económica del Gobierno de Sánchez e Iglesias"— Casado anunció la convocatoria de una convención nacional en otoño para preparar un documento político estratégico de cara al siguiente ciclo electoral. “Será una convocatoria abierta a los españoles, incorporando a representantes de la sociedad civil, distintos sectores y captando talento dentro y fuera del PP”, explicó el presidente nacional.

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Reconoció que los resultados de su partido en Cataluña “fueron malos”, aunque señaló una vez más los 26 puntos menos de participación con respecto a 2017. Confirmó su apoyo a Fernández, afirmando que su proyecto al frente del PPC “no acaba ahora, sino que empieza” y anunció que ya ha hecho el encargo de “un plan estratégico de recuperación de nuestro espacio electoral” en esa comunidad autónoma.