Telecinco salta la banca del feminismo con Rociíto: "Bienvenido sea"

El domingo, Telecinco arrasó en audiencia como hacía tiempo que no lo conseguía una cadena en esta franja. El documental sobre Rocío Carrasco mostró por primera vez la versión de la hija de Rocío Jurado sobre su matrimonio con Antonio David Flores, quien durante años ha pronunciado todos los titulares sobre la relación como colaborador de la misma cadena.

Los 3.700.000 espectadores que siguieron ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva’, que alternaba durante cuatro horas la tertulia con el testimonio al estilo Netflix de la hija de la artista, fueron inauditos incluso para una cadena especializada en apelar a las pulsiones más primarias para subir la cifra de televidentes. Desde días antes y hasta ahora, tanto 'Sálvame' como otros espacios de Mediaset no han dejado de comentar y repetir el testimonio de Rocío Carrasco para llenar la parrilla. Y presumiblemente será así durante los ocho capítulos que quedan de docuserie, visto el impacto generado en la opinión pública.

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Pero no es la primera vez que la prensa rosa, y concretamente esta cadena, exhibe un testimonio de malos tratos de una mujer famosa. Carmina Ordoñez, Romina Power, Raquel Bollo, Fanya Bethencourt… La lista de casos que también tuvieron espacio y fueron objeto de tertulia es interminable, aunque sin la notoriedad ni el tratamiento del documental del domingo.

¿Qué ha cambiado con el documental de Rocío Carrasco?

“Creo que ha habido un cambio muy claro en la manera de abordar el tema del maltrato. Para empezar, porque se añadieron especialistas de otras áreas, como la directora de 'Público', Ana Pardo de Vera, o la psicóloga experta en violencia de género, aportando contexto”, explica Ana Bernal-Triviño, profesora de la Universidad Oberta de Cataluña y experta en Género. “Eso es un punto de inflexión que no es común en este tipo de programas”.

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Pero también hay quien ve en la emisión del programa y la actitud de la cadena más oportunismo que compromiso con ninguna causa social. “No entiendo cómo se tolera este lavado de imagen corporativo usando el sufrimiento de una mujer”, decía en un tuit el periodista Antonio Maestre tras recordar que horas antes el mismo programa estaba entrevistando a Antonio David Flores en la puerta de su casa.

“Tengo una posición dividida”, reconoce el jurista especialista en Derecho Constitucional e Igualdad de Género, Octavio Salazar. “Por un lado me parece muy positivo que a través de un formato con tanta audiencia se haga visible una realidad que cuesta trabajo explicar, como es la violencia psicológica prolongada en el tiempo, y se ponga de relieve también lo difícil que es de probar. Pero por otro, me parece que se trató el tema como un espectáculo, con tertulianos como Belén Esteban que no aportan nada pedagógico, o entrando al juego macabro de los detalles personales. Eso le quita entidad”.

Nada más acabar la primera parte del documental, los tertulianos habituales de Jorge Javier Vázquez hicieron balance de lo emitido. Lo primero que entonaron es un ‘mea culpa’ por cómo habían tratado a la víctima todos los años en los que decidió guardar silencio mientras era tildada de ‘mala madre’. Después de una década cuestionando la versión de la hija de la cantaora, la misma cadena que daba pábulo al exmarido lo apartaba en unas horas como colaborador (hay que recordar que Rocío lo demandó por malos tratos en 2016, causa que ha sido provisionalmente sobreseída y está recurrida ante el Supremo).

“Yo he contribuido a esto y me arrepiento”, fue la declaración de intenciones del programa, recitada incluso por parte de Jorge Javier, un presentador que hace poco más de un año hacía bromas en relación al testimonio de Carlota Prado, la exconcursante de Gran Hermano que presenció su propio abuso sexual mientras estaba inconsciente en el programa.

"Se trató el tema como un espectáculo, con tertulianos que no aportan nada pedagógico"

Por eso, el jurista califica de “cínico” el cambio de postura repentino de la cadena “que ha alimentado durante años ese monstruo". "Ahora le dan la vuelta a la tortilla para posicionarse como feminista, a la vez que sigue teniendo multitud de contenidos sexistas”, añade. De hecho, Telecinco esperó al lunes para prescindir del exmarido de Rocío Carrasco, a pesar de conocer desde hacía tiempo el contenido del documental. Aunque la cadena lo niega, varios medios han publicado que el despido era parte del trato con Rocío Carrasco desde hace más de un año.

“Telecinco ha humillado y cuestionado a las mujeres desde siempre. ¿A qué viene ahora ese arrepentimiento? Se han subido al carro porque consideran que les puede dar rentabilidad, por eso no hablan de otra cosa desde el domingo. Pero estos temas hay que tratarlos con seriedad y rigor, no es un tema para los tertulianos que había ahí”, considera también Mariti Pereira, presidenta de la Federación de Asociaciones de Asistencia a Víctimas de Violencia Sexual y de Género (Famuvi). “Por ejemplo, ayer mismo puse unos minutos 'Sálvame' y habían llevado a una mediadora familiar, ¡en un caso de violencia de género no puedes tener mediador familiar, porque no están en igualdad de condiciones!”.

"Hace tiempo que es habitual que ['Sálvame'] dedique espacio a temas de feminismo"

Bernal-Triviño, sin embargo, ve en el formato de 'Sálvame', que acompañaba a la docuserie, un cambio desde hace tiempo. “Diría que desde el caso de Carlota Prado ha habido un giro en la manera de abordar la violencia hacia las mujeres. Hace tiempo que tienen un espacio de temas sobre feminismo, más incluso que otras tertulias de corte político. ¿Qué Mediaset lo esté usando como lavado de imagen? Puede ser, pero ni más ni menos que cualquier medio cuando hablan de estos temas cuando llega el 8 de marzo”, apunta Bernal-Triviño.

El tono de espectáculo propio de 'Sálvame' chirrió en muchos momentos de la noche por la sensiblidad que se presupone al tema que se estaba tratando. Por ejemplo, Jorge Javier no dudó en interrumpir varias veces el programa para animar a participar en un concurso de 12.000 euros vía SMS. La ganadora entró entusiasmada al final del programa como extraño broche a cuatro horas de debate sobre la cara más horrible del patriarcado.

“No deja de ser Telecinco”, abunda Bernal-Triviño, quien cree que en este caso hay que fijarse más en el contenido que en el formato. “No estamos para exquisiteces en materia de violencia de género. Todavía es complicado que la gente haga clic y si eso lo motiva un medio de comunicación, bienvenido sea. Hace unos días, por ejemplo, muchas mujeres me escribieron por un video que puse en redes de 'Sálvame' donde Fanya [exconcursante de 'Gran Hermano'] relataba sus malos tratos por parte de su expareja [Carlos, ‘el Yoyas’]. Decían que su testimonio había cambiado su visión del tema, eso es lo que importa, llegar a esa audiencia”.

Los réditos del 'MeToo'

Hace solo dos años, Raquel Bollo afeaba a sus compañeros de 'Sálvame' que nadie la defendiese cuando otra invitada —María Jiménez— la acusó de hablar “demasiado” de los malos tratos de su exmarido, Chiquetete, hasta el punto de “arruinarle la carrera”.

Que Telecinco, una cadena que hace una década era capaz de acumular en un año hasta 1.696 quejas ante el Observatorio de la Imagen de las mujeres (16 dirigidas a 'Sálvame'), haya abrazado el feminismo no parece casual. La docuserie de Carrasco se ha emitido al calor del 'MeToo', que sigue dando que hablar, y casi coincidiendo con otros estrenos parecidos, como el del caso Nevenka, que también supuso un antes y un después sobre otra problemática en la violencia contra las mujeres, la del acoso.

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“No hay que olvidar que es una empresa, y que va a buscar sus beneficio económico, por eso hace un concurso y no recauda dinero para las víctimas de la violencia de género. El mercado entiende que está de moda y lo aprovecha y es probable que Telecinco haya querido aprovechar el potencial que tiene un tema así ahora mismo”, considera Salazar. “Y en eso de captar son muy buenos, yo mismo piqué el anzuelo y me lo puse el domingo, cuando nunca lo veo”.

Prueba del impacto que ha conseguido generar es que, antes de que acabase el programa, políticas de todo signo como Irene Montero, Adriana Lastra o Rocío Monasterio publicaron tuits en apoyo de Rocío. Incluso la ministra entró a 'Sálvame' el lunes a comentar el relato de Carrasco. Esto ayudó a elevar el tema de asunto del corazón a cuestión casi nacional.

Algo similar ocurrió en 1997 con Ana Orantes, la mujer que narró por primera vez en antena los malos tratos físicos por parte de su pareja y que propició la puesta en marcha de la Ley de Violencia de Género. Fue en otro programa de entretenimiento, un magacín de sobremesa de Canal Sur. La comparación se ha repetido hasta la saciedad estos días, pero para Salazar no es tan clara. “En primer lugar, ella fue sin cobrar un duro, nadie la conocía y el tratamiento por parte de la cadena, que era pública, fue muy distinto”.

Sin embargo, a nivel de impacto sí reconoce la importancia que puede tener el testimonio de Rociíto, “porque además es alguien que mucha gente conoce y llega a espacios que no están tan acostumbrados a estos temas. Estoy seguro de que muchas mujeres se sintieron de repente identificadas, es un altavoz muy potente”.

“Cuando la oía, escuchaba el relato de miles de mujeres con las que he tratado, idéntico”, reconoce Pereira. “Y es un testimonio valiente que puede hacer que otras mujeres den el paso, porque es verdad que a menudo estas personas mediáticas mueven ciertas conciencias para denunciar o salir de la situación que de otra manera sería difícil. Para mí es una contradicción, porque es importante que se trate este tema, aunque sigue siendo Telecinco”, reitera.