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Sánchez busca la Generalitat e inquieta a ERC, aunque favorece acuerdos tras el 14-F
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Sánchez busca la Generalitat e inquieta a ERC, aunque favorece acuerdos tras el 14-F

La candidatura de Illa hace que ERC se esfuerce en situar al PSC junto al constitucionalismo, pero el actual ministro de Sanidad tiene mejores relaciones con el independentismo

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), conversa con el ministro de Sanidad, Salvador Illa (d). (EFE)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), conversa con el ministro de Sanidad, Salvador Illa (d). (EFE)

La candidatura de Salvador Illa para presidir la Generalitat de Cataluña tiene un efecto contradictorio respecto a ERC, uno de los principales socios del Gobierno de Pedro Sánchez. Por un lado, inquieta sobremanera a los independentistas y, por otro, facilita eventuales acuerdos tras las elecciones autonómicas catalanas del 14 de febrero.

La decisión de Pedro Sánchez, tras la petición de Miquel Iceta, busca provocar un revulsivo en el PSC, según los socialistas catalanes. Según un miembro del Gobierno, que como casi todos se enteró este miércoles por la prensa, “es una jugada inteligente, pero arriesgada” del presidente del Gobierno. Inteligente, porque impulsa al PSC y busca abiertamente la presidencia de la Generalitat, y arriesgada, porque lo hace en plena pandemia, con la tercera ola de contagios y con la campaña de vacunación en marcha.

Todos los sondeos dan hasta ahora como ganador a ERC, pero en las últimas semanas empieza a cundir el temor entre sus dirigentes

Las encuestas indicaban falta de movilización del electorado del PSC, sin que llegara a liderar claramente a los llamados votantes constitucionalistas, ni restar apoyos a los independentistas más moderados. El último sondeo del CIS situaba al PSC solo ligeramente por encima del resultado desastroso de 2017. Esa encuesta señalaba a Illa como el segundo político mejor valorado, después de Oriol Junqueras (ERC) y muy por encima de Iceta. Y el Centro de Estudios de Opinión (CEO) de la Generalitat daba al PSC 25 escaños, a 10 de ERC.

Todos los sondeos dan hasta ahora como ganador a ERC, pero en las últimas semanas empieza a cundir el temor entre sus dirigentes. Entre otras cosas, porque ya ocurrió en diciembre de 2017, aunque fuera en unas circunstancias especiales por la aplicación del 155, que los sondeos daban como ganador a ERC y, finalmente, ganó la candidatura de Carles Puigdemont. El último sondeo del CEO solo daba a ERC entre tres y cinco escaños de ventaja sobre la lista de Puigdemont. Además, en sectores independentistas y nacionalistas, empieza a utilizarse un argumentario, dirigido al potencial electorado que se disputan, que acusa a los de Pere Aragonès y Oriol Junqueras de haber pactado a la baja con el Gobierno de España, especialmente los Presupuestos.

También la presencia en la candidatura de Junts per Catalunya de Carles Puigdemont provoca inquietud en ERC. Unido a la imposibilidad material de hacer campaña con parte importante de sus líderes en prisión. Y ya es imposible, por el trámite que se precisa, que los indultos puedan llegar antes de las elecciones catalanas.

Ahora, la candidatura de Illa provoca también la inquietud de ERC, porque las encuestas lo sitúan por encima en valoración de Iceta, con mayores opciones.
Illa, además, llega con la experiencia de la gestión de la pandemia, que es, precisamente, lo que más preocupa a los ciudadanos en este momento.

Fuentes del PSC explican que se trata de buscar también apoyo de nacionalistas moderados, alejados ya del independentismo, pero partidarios de una salida política y negociada. Esto último será la gran apuesta política de Sánchez para 2021. Por eso, aseguran que ahora aspiran a ser el partido más votado.

El empeño de ERC será ahora intentar empujar al PSC y a Illa hacia el constitucionalismo, españolismo o unionismo

El empeño de ERC será ahora intentar empujar al PSC y a Illa hacia el constitucionalismo, españolismo o unionismo, según la terminología que cada uno quiera utilizar. Así se adivina en el tuit con el que Oriol Junqueras recibió el anuncio: "Illa representa la apuesta del PSC para ir a buscar los votos de Ciudadanos. Estas elecciones habrá que elegir entre ERC y el PSC. ¡Los hemos ganado en las dos últimas elecciones, y lo volveremos a hacer! ¡¡Vamos!!".

Gabriel Rufián, portavoz parlamentario, escribió en esa línea: “El Estado elige: Illa/PSC. O un pacto con PP/Cs para acabar con el independentismo o un pacto con JxC para repartirse la Generalitat como se reparten la Diputación. Y solo lo puede frenar Esquerra. Este 14F no nos jugamos unos escaños, nos jugamos un país. A ganar. Otra vez”.

El Gobierno ya tenía prevista una cierta radicalización de ERC durante la campaña, una toma de distancia casi pactada para mostrar perfiles más independentistas en busca de la hegemonía en ese electorado. El revés de la moneda es que Illa mantiene unas relaciones estrechas con ERC, mucho mejores que las de Iceta con los independentistas. Entre otras cosas, Iceta no perdona a ERC que hace un año bloqueara su acceso a la presidencia del Senado. Illa negocia habitualmente con ERC y su nombre fue incluido por Sánchez para formar parte de la mesa de diálogo, aunque solo logró reunirse en una ocasión. Es decir, si hay condiciones para ello, la presencia de Illa hará más fácil los acuerdos con ERC.

Para el Gobierno de coalición y su continuidad, es necesario que ERC tenga buen resultado y, por supuesto, lo peor sería que ganara la lista de Puigdemont. Porque si ERC fracasa, podría replantearse los acuerdos con el Gobierno en el Congreso de los Diputados y podrían caer en desgracia los dirigentes que como Aragonès o Gabriel Rufián han favorecido esos acuerdos.

Foto: El ministro de Sanidad, Salvador Illa (i), acompañado del secretario general del PSC, Miquel Iceta . (EFE)

También la candidatura de Illa es un serio inconveniente para En Comú, que esperaba hacerse con apoyo procedente de independentistas desencantados. Fuentes socialistas explican que, no obstante, su objetivo sigue siendo recuperar voto que en las anteriores autonómicas se fue hacia Ciudadanos, el de aquellos contrarios al proceso independentista y temerosos de una victoria de quienes lo encabezaron. Ciudadanos, entonces liderado por Inés Arrimadas en Cataluña, logró un espectacular resultado como primera fuerza política y con respaldo en zonas tradicionalmente del PSC, como el cinturón de Barcelona.

Lo arriesgado para Sánchez es apartar al ministro de Sanidad en este momento, comprometiendo la capacidad que pueda tener para transmitir mensajes no partidarios. De hecho, el PP lleva meses advirtiendo de que Illa preparaba su salto a la candidatura del PSC en su gestión al frente de Sanidad.

La candidatura de Salvador Illa para presidir la Generalitat de Cataluña tiene un efecto contradictorio respecto a ERC, uno de los principales socios del Gobierno de Pedro Sánchez. Por un lado, inquieta sobremanera a los independentistas y, por otro, facilita eventuales acuerdos tras las elecciones autonómicas catalanas del 14 de febrero.

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