Madrid pone el foco en los jóvenes y estudia cómo limitar fiestas y reuniones privadas
Ayuso insiste en que el principal foco de contagio está en las reuniones privadas que los jóvenes celebran y reconoce que estudian cómo poner coto a estas fiestas en Madrid
La presidenta de la Comunidad de Madrid compareció este miércoles tras el Consejo de Gobierno para confirmar que la región ultima una nueva orden de restricciones que el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, anunciará el viernes para empezar a aplicar el sábado cuando decaiga el estado de alarma. No se refirió en ningún momento al toque de queda como tal, pero dejó claro que en estos momentos estudian cómo poner coto a fiestas y reuniones privadas, convertidas en la principal fuente de contagio en la crisis del coronavirus.
Según explicó Isabel Díaz Ayuso, el debate del posible “cierre de actividad por horas” está encima de la mesa y en este momento su Gobierno estudia las distintas opciones. El objetivo es mantener el pulso de la economía mientras se aplican medidas quirúrgicas donde está la mayor cantidad de contagios. En concreto, la presidenta detalló que el 28% de los casos se están produciendo entre jóvenes de 15 y 29 años con una incidencia de 582 casos por cada 100.000 habitantes, por encima de la media de la comunidad.
Además, tanto la presidenta como el vicepresidente madrileño, Ignacio Aguado, pusieron el acento en que el 80% de los contagios se están produciendo en el ámbito privado y en los últimos dos fines de semana la Policía Municipal de la ciudad de Madrid detuvo 250 fiestas privadas. Ahí está poniendo el foco el Gobierno regional, que pretende actuar en ese ámbito, “que además no aporta nada a la economía”, insistió Ayuso.
Lo que no está claro es la cobertura jurídica que podría tener tomar medidas en ese sentido. En la actualidad ya están prohibidas las reuniones en el ámbito privado de más de seis personas. Según Ayuso, la comunidad tiene algunas competencias que puede empezar a aplicar como la restricción de la actividad en algunos horarios siempre y cuando no se perjudique más a la economía. “Un exceso de cierre en la hostelería, por ejemplo, puede llevar más consumo a los domicilios. Y no conseguimos nada porque los hosteleros se arruinan más si cabe y los contagios no se frenan. No tomar medidas concretas tampoco sirve”, apuntaló la dirigente popular.
La presidenta, eso sí, no entró al contenido. Insistió en que estudian todas las opciones y que será mañana en el consejo interterritorial donde se pongan encima de la mesa todas las medidas. Pero también aseguró que su Gobierno avanzará en “medidas sensatas y quirúrgicas” que debe aprobar el viernes. “Nos encantaría acordarlo con el Ministerio de Sanidad”, dijo en una breve referencia al Gobierno central.
Ayuso volvió a defender su hoja de ruta de actuar por zonas básicas de salud, “porque está funcionando, aunque no nos confiamos y creemos que hay que seguir adelantándose para frenar olas y repuntes”, y aseguró que de las reuniones mantenidas con colegios de profesionales (el lunes lo hizo con los colegios profesionales de médicos, farmacéuticos, odontólogos y enfermeros, entre otros) el Gobierno regional extrajo la conclusión de que “hay que seguir apostando por medidas quirúrgicas que no enfrenten sanidad y economía” y se centren en los focos de contagio.
Afirmó que los profesionales defienden “que la economía es salud”, y advirtió del “aumento de depresiones” y abandono del tratamiento de otras patologías por culpa de la situación actual. “Somos un Gobierno sensato, moderado y liberal”. También dejó claro que “la incidencia acumulada” en Madrid está bajando (“es un 55% menos en comparación con el pico máximo alcanzado en la semana del 14 al 20 de septiembre”) y aseguró que en 20 de los 21 distritos de la capital también ha descendido notablemente. “Puente de Vallecas, que es un distrito complicado por su alta incidencia, ya tiene 494 casos por 100.000 habitantes, es decir, por debajo de 500”, afirmó.
Sí descarto, en principio, un toque de queda solo para jóvenes o restricciones concretas para personas de una determinada edad, dudando de su legalidad. También insistió en que es partidaria de las medidas que “no restrinjan derechos y libertades individuales” (es decir, restricciones en la movilidad que limitan derechos fundamentales).
El debate del toque de queda lo puso encima de la mesa el consejero de Sanidad madrileño, como una posibilidad para la comunidad desde medianoche hasta las seis de la mañana. Una medida que salió a colación en la reunión de lunes con los colegios de profesionales, y que fuentes del Ejecutivo aseguraron que "estudiaban". Sin embargo, el consejero de Justicia, Enrique López, matizó rápidamente esas declaraciones hablando de "restricciones de horarios en la actividad económica" y pidiendo no utilizar ese término, consciente de que el paraguas legal que necesita es complejo.
Los juristas consultados por este diario dudan de si sería necesario el estado de alarma o dependerá de la intensidad de las medidas. Pero el ministro de Sanidad, Salvador Illa, defendió en todo momento que el estado de alarma sería necesario. Fuentes del PP consultadas por este diario dejaron claro que el estado de alarma no es el camino y se remitieron a las explicaciones dadas por López.
La presidenta de la Comunidad de Madrid compareció este miércoles tras el Consejo de Gobierno para confirmar que la región ultima una nueva orden de restricciones que el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, anunciará el viernes para empezar a aplicar el sábado cuando decaiga el estado de alarma. No se refirió en ningún momento al toque de queda como tal, pero dejó claro que en estos momentos estudian cómo poner coto a fiestas y reuniones privadas, convertidas en la principal fuente de contagio en la crisis del coronavirus.