Los hosteleros piden actuar ya con claridad: "Si hay que cerrar todo, necesitamos saberlo"

Madrid se prepara para su fin de semana más crítico por el Covid-19. Comunidad y ayuntamiento lo han advertido: habrá un “repunte elevado” de infectados y vendrán “días muy difíciles”. Las autoridades han pasado de lanzar recomendaciones a apelar directamente a la responsabilidad individual de todos los ciudadanos. Extremar precauciones, salir lo mínimo de casa y limitar la vida social. Con este panorama, los empresarios madrileños del sector hostelero afrontan un fin de semana sin consumidores en cafeterías, bares y restaurantes. La Consejería de Sanidad ya ha confirmado que cerrará las discotecas y restringirá las terrazas de los bares.

Desde que el miércoles los colegios echaran el cierre en toda la comunidad y la mayor parte de empresas mandaran a sus empleados a teletrabajar, los hosteleros notan pérdidas. Muy pocos cafés a media mañana y todavía menos menús al mediodía. Advierten que poco a poco se desangran y que existe el riesgo de que cuando quiera hacerse el torniquete, no haya ya tiempo para las empresas ni para el empleo. Los empresarios madrileños creen que las medidas anunciadas por Pedro Sánchez este jueves se quedaron cortas. En lo sanitario y en lo económico.

La decisión de Italia de cerrar todos los negocios del país salvo farmacias y supermercados está en el imaginario colectivo hostelero. Las discotecas han sido el primer paso. Entienden que es cuestión de tiempo y, ante este escenario, reconocen que podría ser acertado hacerlo cuanto antes. Hilario Alfaro, presidente de Madrid Foro Empresarial, es el más contundente con esta idea. “Ha faltado valentía. Tenemos que aplicar las medidas contundentes que están funcionando en otros lugares. Si hay que cerrar absolutamente todo, vamos a cerrarlo ya. Las empresas nos desangramos con estas medidas graduales”, asegura.

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También José Carlos Ramón, secretario ejecutivo de la Asociación Madrileña de Empresas de Restauración (AMER), reconoce el malestar en las empresas por el goteo de medidas y pide certidumbre para los negocios de hostelería. “Primero conocimos el cierre de colegios y universidades. Al día siguiente, que también cerraban las instalaciones municipales, polideportivos, bibliotecas. Después, que se suspenden los partidos de Liga. Este jueves, las discotecas”, enumera, recordando que por cada una de esas medidas, menos ciudadanos se animan a consumir en un bar o en un restaurante por miedo al contagio.

La asociación AMER —que aglutina a 330 empresas, algunas de ellas son cadenas con varios puntos de venta— no dará orden de cierre a los negocios que representa, pero reconoce que “el problema de salud pública es la prioridad” y que hay que seguir “todas las recomendaciones en aras de proteger a los ciudadanos”. Pero, insiste, “las empresas necesitan saber”.

“Si hay una decisión gubernamental en ese sentido, una imposición, la tendremos que acatar igual que han hecho los colegios. No vamos a cuestionar nada que ayude a solucionar el problema, y las cifras van en aumento. Si tuviéramos la varita mágica y supiéramos que cerrando 15 días, por ejemplo, las cosas van a mejorar, nadie diría que no. Al contrario”, explica el secretario ejecutivo de AMER.

En la Comunidad de Madrid, existen en torno a 32.000 locales hosteleros. Todas las asociaciones empresariales consultas por este diario coinciden en que las medidas anunciadas por Sánchez no ayudarán a un tejido que en su mayor parte son pymes y micropymes. La falta de liquidez, insisten, es la prioridad. Y si no hay consumo, no entra liquidez para pagar el alquiler, las facturas mensuales y las cotizaciones sociales de los empleados. “No se producen entradas y solo hay cancelaciones”, lamentan desde AMER.

En esa misma línea se pronuncia Tito Pajares, presidente de los Empresarios de Ocio Nocturno de la Comunidad de Madrid, que ve como una medida inmediata “y más sencilla” que los negocios cierren “y todos prescindamos de nuestro ocio y actividades culturales” para evitar que continúe la propagación de contagios. Este jueves, ya les tocó a las discotecas, esenciales en su sector.

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Eso sí, los empresarios de ocio nocturno reprochan que el Gobierno no haya tenido en cuenta la regulación normativa de la suspensión del pago de los alquileres de los locales en los que se desarrollan todas las actividades. Insisten en que si la actividad se para por completo durante semanas y los empresarios tienen que hacer frente a los alquileres, muy pocos podrán sobrevivir.

De hecho, la primera medida impulsada por el Gobierno de suspender las actividades que aglutinen a más de 1.000 personas o aquellas que han visto reducido su aforo a un tercio (las que congregaran a menos de 1.000 personas) “ya producen pérdidas que se estiman muy cuantiosas”. El cierre de todos los locales nocturnos confirma que la situación irá a más.

A la espera de que en las próximas horas o días se anuncien nuevas medidas, el cierre de negocios 'motu proprio' empieza a ser una realidad. Teresa Beltrán, encargada de El Barbero, uno de los locales de moda del callejón de Puigcerdà, junto a Jorge Juan, explica cómo el negocio ha dado un paso al frente, adelantándose incluso a la Administración: “Nosotros hemos decidido cerrar haciendo un ejercicio de civismo y responsabilidad. Si cierran colegios y en la mayoría de las empresas de Madrid han optado por el teletrabajo, no es coherente que las calles en vez de vaciarse parezcan la feria de Sevilla. Siento necesidad de proteger primero a mi personal y, por extensión, a mis clientes”.