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El PSOE descarta un 'tamayazo' y se moviliza para sortear presiones e investir a Sánchez
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MULTITUD DE MENSAJES "AMENAZANTES"

El PSOE descarta un 'tamayazo' y se moviliza para sortear presiones e investir a Sánchez

La dirección se declara "alerta", pero también tranquila, porque está segura de que ninguno de sus diputados votará no. Bildu se ofrece a cambiar al sí para impedir que se "sabotee" la investidura

Foto: Pedro Sánchez y el ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, escuchan al Rey durante su discurso en la Pascua Militar, este 6 de enero. (EFE)
Pedro Sánchez y el ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, escuchan al Rey durante su discurso en la Pascua Militar, este 6 de enero. (EFE)

Llegó el momento decisivo y final. La segunda votación de investidura de Pedro Sánchez. La definitiva. La que requiere de más síes que noes. De la mayoría simple del Congreso de los Diputados. Bastaría con que se repitiese el resultado de la primera vuelta, 166 apoyos, 165 votos en contra, 18 abstenciones. Una mayoría por los pelos, ajustadísima, pero mayoría suficiente. Pero en las últimas horas las presiones han arreciado contra los diputados socialistas —aunque no solo—, desde distintos frentes, para que al menos uno de ellos cambie su voto y se oponga a la elección del secretario general como presidente del Gobierno. Presiones que ellos mismos denuncian (y que Ferraz llevará a los tribunales), y que están sirviendo para lo contrario, para reafirmarles en su convicción de que deben apoyar a su líder y poner fin a más de ocho meses de bloqueo. La cúpula se confiesa "alerta" para que este martes todo salga sobre ruedas, y se asegura de que sus parlamentarios estén en Madrid con margen de tiempo, aunque a la vez está tranquila. Insiste en que no habrá 'tamayazo': ninguno de los 120 miembros de su grupo, proclama, se saltará la disciplina de voto.

Los diputados socialistas ya habían advertido de que sus correos electrónicos se estaban llenando de mensajes "amenazantes", "insultantes" o "groseros" de ciudadanos, espoleados por una campaña que ha circulado a través de WhatsApp, por la que se facilitaba las direcciones de e-mail o las cuentas de Twitter de los parlamentarios. "ESCRIBE al diputado del PSOE en tu provincia y pídele que se niegue a votar este infame pacto con ERC y PNV en el Congreso de los Diputados. Lo que nos afecta a tod@s lo tenemos que decidir entre tod@s. ¡¡Basta con que 17 diputados del PSOE valientes se abstengan!! ¡Anímales!". Los 'mails' y los mensajes en redes sociales, después de la primera votación de investidura y a escasas horas de la ronda final, no han cesado, según confirman algunos de ellos en conversación con este periódico. "Unos son más duros, otros menos, pero no paran", indicaba este lunes una diputada miembro además de la ejecutiva socialista.

placeholder Campaña de WhatsApp para presionar a los diputados del PSOE. (EC)
Campaña de WhatsApp para presionar a los diputados del PSOE. (EC)

Pero el ambiente se ha hecho más espeso en estas horas previas también porque acecha la sombra de un presunto 'tamayazo' del que no hay indicio alguno y porque la presión de la derecha ha ido en aumento. Inés Arrimadas, portavoz de Ciudadanos, imploraba el sábado a la bancada socialista que surgiera algún "valiente" capaz de votar contra Sánchez. "Un sueldo público, un cargo público nunca justifica tanta humillación para el conjunto de los españoles", les lanzó. El domingo, insistía y ponía el ejemplo de Ana Oramas, que votó en contra del aspirante, desoyendo la instrucción aprobada unánimemente por su partido, Coalición Canaria —desobediencia que le puede costar un expediente, por cierto—. El propio candidato cargaba contra la diputada naranja por alentar el "transfuguismo" de los parlamentarios del PSOE, "cuando hace años" esa práctica fue "denostada y rechazada por muchos partidos políticos". "Es el síntoma preocupante de la colonización del discurso del espacio conservador por la ultraderecha", criticó.

Los socialistas culpan a Arrimadas, que pidió que surjan "valientes" en las filas de Sánchez y voten contra él, de alentar el "transfuguismo"


"Hemos visto a la derecha hacer muchas cosas desesperadas, pero nada semejante al ridículo que ha hecho usted alentando 'tamayazos' —señaló en la tribuna la portavoz del PSOE, Adriana Lastra—. Mire, yo no sé a qué tipo de diputados está acostumbrada a tratar usted, pero los diputados de esta Cámara ni son arribistas, ni son tránsfugas. Así que si lo siguiente que tenía pensado era traer una bolsa con dinero, se lo vamos a ahorrar. En política hay algo peor que estar en la oposición, y es estar en la irrelevancia". Arrimadas continuó este lunes llamando en redes sociales a los socialistas "valientes". También el PP: su líder en Castilla-La Mancha, Paco Núñez, se manifestará con su partido en Toledo, a las puertas de la sede de la Junta, para pedir al jefe del Ejecutivo regional, Emiliano García-Page, que sus nueve diputados "paren esta locura".

Foto: Pedro Sánchez y la vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo, este 5 de enero en el Congreso. (EFE)

"Están desbocados"

El parlamentario por Segovia José Luis Aceves publicaba este lunes en su cuenta de Twitter los mensajes de WhatsApp que está recibiendo un compañero suyo, creyendo que se dirigían al diputado. "Me envían mails pidiéndome traicionar a Sánchez y al PSOE, pero denuncio públicamente campaña de las derechas que están haciendo a un compañero del PSOE de Segovia que piensan soy yo como diputado y que hoy ya [de]generan en insultos (desde luego que denunciaremos)". El parlamentario adjunta la conversación de WhatsApp. "¿Tú eres diputado del PSOE José Luis Aceves?", escribe ese interlocutor anónimo. Quien recibió el mensaje respondió "no". Pero la persona siguió dirigiéndose a él, encadenando diversos insultos "No. Mis huevos", "putos sociatas de mierda", "no sabéis lo que vais a hacer, nos vais a matar. Os debería dar vergüenza". Aceves señalaba este lunes a El Confidencial que ya se ha puesto en contacto con la Policía y que hay más mensajes "amenazantes" que prefiere no desvelar. "Están desbocados", añade.

Los parlamentarios protestan por los "insultos" y las "amenazas", pero se reafirman. "¿Cómo no vamos a votar sí? ¡Qué barbaridad!", dice un manchego

"Al igual que recibimos insultos, presiones y acoso para que cambiemos nuestro voto, también estoy recibiendo mensajes de taxistas que se ofrecen a ayudar al que tenga cualquier percance para garantizar que podemos llegar a votar. Este país quiere un Gobierno de izquierdas", escribió en Twitter otro diputado, César Ramos. Él y otros compañeros de bancada han sido señalados también por dirigentes de otras fuerzas —PP, Ciudadanos y Vox, precisa Ramos o la parlamentaria y exministra Beatriz Corredor— por haber "aplaudido" el discurso de la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, cuando la grabación del pleno hecha por el Congreso prueba que el vídeo que se difundió por redes era un montaje y que a quien aplaudía el Grupo Socialista era a la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, por defender la "libertad de expresión" de sus señorías tras las protestas de la derecha por las palabras de la dirigente 'abertzale'. "Traidores a España es lo más bonito que nos dicen", se queja otro parlamentario. "Nos acusan de traición, de romper España, de arrodillarnos ante los etarras, de insultar a las víctimas...", protesta Corredor.

El PSOE se muestra preocupado por las presiones a los diputados

Precisamente ella ha sido una de las diputadas que ha recibido uno de los mensajes más duros por correo electrónico. "¿Pero cómo puedes ser tan puta [como] para apoyar la investidura de un traidor?", le escribieron el pasado 3 de enero. Sonia Ferrer, parlamentaria por Almería, cuenta que en su bandeja de entrada ya hay "como 300 'mails', la mayoría en buen tono, pero otros no tanto", en los que le piden que cambie de opinión y vote contra Sánchez.

Sin embargo, los miembros del grupo consultados por este diario insisten en que esos mensajes no hacen sino reafirmarles en su decisión de apoyar al candidato. Lo dicen también aquellos de federaciones más frías con Ferraz, como Castilla-La Mancha. "¿Cómo vamos a votar que no? ¡Pero qué barbaridad! Saldrá el sí y terminaremos con este tipo de neofranquistas", sostiene uno de ellos. "¿De verdad de que hay alguna duda de que los 25 diputados socialistas andaluces van a votar que sí?", se pregunta hasta irritado un alto cargo del PSOE-A, el territorio que lidera una debilitada Susana Díaz, que ya acudió el sábado a la primera jornada del debate de investidura para arropar a Sánchez.

Las "amenazas" irán a los tribunales

Fuentes de la dirección del PSOE consultadas por este diario ya avanzan que "todas las amenazas" que están recibiendo estos días "serán llevadas a los tribunales", y por eso han pedido a sus diputados que no borren esos 'mails'. Acción que confirmó Lastra ya este martes a primera hora. La cúpula se declara "alerta, como es lógico", para que en la segunda y última votación no haya sorpresas, pero se manifiesta tranquila respecto al marcador final. No tiene dudas de que sus 120 parlamentarios votarán sí a Sánchez. En la bancada socialista, además, no hay miembros díscolos, como sí los había en la legislatura 2016-2019 —la vallisoletana Soraya Rodríguez se dio de baja nada más convocarse las generales para acabar integrando las listas de Ciudadanos—, porque Ferraz se aseguró la composición de un grupo fiel.

La dirección avisó a sus diputados de que debían pernoctar en Madrid para evitar contratiempos. Presiones también las ha tenido Teruel Existe

Lo que sí hizo la cúpula parlamentaria fue movilizarse para cerciorarse de que sus diputados no se despistan. "El martes día 7 votaremos a primera hora de la mañana. Por tanto, teniendo en cuenta las dificultades del tráfico madrileño en un día laborable, es preciso que todos y todas pasemos en Madrid la noche del día 6 al día 7. Saludos". Ese fue el mensaje que la dirección mandó por lista de difusión a todos los integrantes del grupo.

Rafael Simancas, como secretario general del grupo, es el responsable de la intendencia interna. Él fue quien sufrió, precisamente, el 'tamayazo' en junio de 2003. Entonces, el PSOE podía volver a presidir la Comunidad de Madrid tras ocho años de mandato del PP. Ya estaban en marcha las negociaciones con IU para un Ejecutivo bicolor. Pero dos diputados socialistas, Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez, dieron la espantada e impidieron primero que su partido liderara la Cámara y después que Simancas llegara a Sol. Las elecciones autonómicas se repitieron en octubre de ese año y concedieron al PP de Esperanza Aguirre, por un escaño, la mayoría absoluta. La región sigue en sus manos, ahora en coalición con Ciudadanos y con el apoyo de Vox.

placeholder Los diputados Tomás Guitarte (i), de Teruel Existe; José María Mazón (d), del PRC, y Jon Iñarritu (c), de EH Bildu, este 5 de enero en el pleno de investidura en el Congreso. (EFE)
Los diputados Tomás Guitarte (i), de Teruel Existe; José María Mazón (d), del PRC, y Jon Iñarritu (c), de EH Bildu, este 5 de enero en el pleno de investidura en el Congreso. (EFE)

No solo el PSOE ha recibido presiones. También el diputado de Teruel Existe, Tomás Guitarte, que se declaró avergonzado incluso por la agresividad de los discursos vividos en la sesión de investidura, en la que fue víctima de los ataques directos de Santiago Abascal, líder del partido de la ultraderecha. La plataforma ha tachado de "lamentable" el acoso "tremendo" que está padeciendo desde que decidió apoyar a Sánchez. Pero no se arrugará. Su portavoz, Manuel Gimeno, confirmó este lunes en la SER que mantendrá su sí. El dirigente de Podemos Pablo Echenique acusó a la ultraderecha de promover esa campaña contra el PSOE y Teruel Existe para "dinamitar" el Gobierno de coalición progresista. Les manifestó todo su respaldo a los parlamentarios y sus familias. "En Podemos tenemos cinco años de experiencia en acoso facha", manifestó en Twitter.

Lo probable: 167-165-18

"Espero que no haya 'tamayazo", decía Gabriel Rufián, portavoz de ERC, este fin de semana. No se espera, pero, por si acaso, Bildu (cinco diputados) se ofrece a cambiar su abstención por un sí para asegurar que la investidura de Sánchez sale adelante. Jon Iñarritu, parlamentario 'abertzale', señalaba este lunes en Catalunya Ràdio que si se comprobara, en el curso de la votación —que es pública y por llamamiento—, que entre los que tienen que proclamar su sí o la abstención finalmente mostraran su rechazo al candidato, entonces las fuerzas que apuestan por facilitar su elección (ellos y ERC) podrían cambiar al voto a favor para impedir el "sabotaje de las derechas". O sea, "un plan 'antitamayazo". "No hay ningún riesgo —explican sin embargo en las alturas del PSOE, en el núcleo duro del jefe del Ejecutivo en funciones—. No es necesario hablar con otros partidos porque los 167 votos van a estar ahí. No va a haber 'tamayazo". Ni siquiera se ha intentado convencer al PRC de Miguel Ángel Revilla para que vuelva al sí, después de que girara 180 grados por considerar "inasumible" el pacto PSOE-ERC.

Ferraz señala que lo "lógico" es que los ministros que sean diputados dejen su escaño para que no peligren votaciones. No lo hará el presidente

Se esperan, por tanto, esos 167 apoyos. Los de PSOE (120), Unidas Podemos (35), PNV (6), Más País-Equo (2), Compromís (1), Teruel Existe (1), BNG (1) y Nueva Canarias (1). Frente a ellos, 165 noes: PP (88), Vox (52), Ciudadanos (10), Junts per Catalunya (8), CUP (2), Unión del Pueblo Navarro (2), Foro Asturias (1), Partido Regionalista de Cantabria (1) y Ana Oramas. Las abstenciones serán 18, las 13 de ERC y las cinco de EH Bildu. Oramas seguirá en el no, confirmaron desde su entorno, pese a que el comité permanente de CC le exigió que rectificara.

En esta segunda votación, habrá 167 síes porque sí viajará a Madrid la diputada de En Comú Aina Vidal. Ella no pudo acudir al Congreso el domingo porque no pudo tramitar el voto telemático. La parlamentaria se encuentra enferma de un cáncer "raro, extenso y agresivo". "El 7 no fallaré. Por nada del mundo me perdería una investidura que será más que una votación. Ganaremos un Gobierno, uno que tendrá la responsabilidad de estar a la altura de una sociedad feminista, ecologista y que clama por recuperar la justicia social", explicaba ella misma en Twitter, en un mensaje redifundido ampliamente por la red social en señal de solidaridad con ella.

De cualquier modo, Sánchez saldrá investido, si no hay sorpresas, por una mayoría ajustadísima. Y eso es indicativo de cómo podrá discurrir la legislatura. De ahí que la dirección se esté planteando adoptar la misma decisión que cuando el secretario general formó Gobierno tras ganar la moción de censura: que los ministros que sean diputados abandonen su escaño para impedir que las votaciones parlamentarias peligren por su agenda como miembros del Ejecutivo. Se les liberaría así de sus obligaciones en el Congreso, pero la desventaja es que pierden esa conexión con la Cámara, centro de la actividad política.

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Entonces, en 2018, fueron tres quienes salieron del hemiciclo Margarita Robles, Meritxell Batet y José Luis Ábalos—, pero ahora podrían ser la mayoría, empezando por quien será la vicepresidenta primera, Carmen Calvo. "Renunciaron a su acta la vez anterior y es lógico que lo hagan esta, pero está sin cerrar", señalan desde la cúpula, que precisan sin embargo que el presidente no dejaría su escaño en ningún caso. Cuatro de los cinco ministros de Unidas Podemos (Pablo Iglesias, Irene Montero, Alberto Garzón y Yolanda Díaz) —todos menos Manuel Castells (Universidades)— tienen asiento en el Congreso.

Pero todo eso llegará después. Lo primero, para socialistas y morados, es procurar que la investidura no descarrile. Solo hay dos votos de ventaja. Muy pocos. Nada para ellos puede fallar.

Una sesión corta y definitiva que concluirá sobre las 13:30

Este martes, 7 de enero, se reanuda la sesión de investidura a las 12:00 en el Congreso de los Diputados. La presidenta de la Cámara, la socialista Meritxell Batet, dará la palabra al candidato socialista, Pedro Sánchez, que dispondrá de un máximo de 10 minutos para dirigirse a sus señorías y pedirles su confianza. Después, intervendrán los grupos parlamentarios (hay 10), de mayor a menor, y cerrará el PSOE. Tendrán cada uno cinco minutos para fijar su posición, según estipula el artículo 171.5 del reglamento del Congreso.  

Concluido el minidebate, arrancará la votación, que nunca empezará antes de las 12:45, que es la hora a la que concluyó la primera votación, en la que se exigía mayoría absoluta. La Constitución y las normas de la Cámara imponen que entre las dos vueltas medien 48 horas. Se escogerá el nombre de un diputado al azar y a partir de ahí irán votando, en orden alfabético, las 350 señorías. Es una votación pública y por llamamiento, lo que quiere decir que cada parlamentario habrá de contestar en voz alta "sí", "no" o "abstención" cuando sea citado. Los miembros del Gobierno con escaño en la Cámara y los de la Mesa son los últimos en pronunciarse. 

El Congreso de la #14Legislatura se reunirá de nuevo el martes, 7 de enero, para la segunda votación de investidura de Pedro Sánchez. Así se han desarrollado las dos primeras jornadas de esta #SesiónDeInvestidura.
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En este proceso se tarda aproximadamente media hora. Teniendo en cuenta que el minidebate previo se prolongará alrededor de 60 minutos (10 minutos Pedro Sánchez y 50 minutos los 10 grupos), la previsión es que la votación arranque sobre las 13:00 y termine cerca de las 13:30. El candidato necesitará esta vez mayoría simple. Más síes que noes. Si obtiene la confianza de la Cámara, Batet se lo comunicará al Rey para que firme el real decreto de nombramiento del presidente del Gobierno. Una vez publicado en el BOE, Sánchez podrá prometer su cargo ante Felipe VI en la Zarzuela (se espera que lo haga el miércoles 8, aunque no está decidido) y formar su nuevo Ejecutivo, el primero en coalición en España desde la II República. 

Llegó el momento decisivo y final. La segunda votación de investidura de Pedro Sánchez. La definitiva. La que requiere de más síes que noes. De la mayoría simple del Congreso de los Diputados. Bastaría con que se repitiese el resultado de la primera vuelta, 166 apoyos, 165 votos en contra, 18 abstenciones. Una mayoría por los pelos, ajustadísima, pero mayoría suficiente. Pero en las últimas horas las presiones han arreciado contra los diputados socialistas —aunque no solo—, desde distintos frentes, para que al menos uno de ellos cambie su voto y se oponga a la elección del secretario general como presidente del Gobierno. Presiones que ellos mismos denuncian (y que Ferraz llevará a los tribunales), y que están sirviendo para lo contrario, para reafirmarles en su convicción de que deben apoyar a su líder y poner fin a más de ocho meses de bloqueo. La cúpula se confiesa "alerta" para que este martes todo salga sobre ruedas, y se asegura de que sus parlamentarios estén en Madrid con margen de tiempo, aunque a la vez está tranquila. Insiste en que no habrá 'tamayazo': ninguno de los 120 miembros de su grupo, proclama, se saltará la disciplina de voto.

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