Arrimadas apela al 'tamayazo' para frenar el pacto con ERC y PNV: "Es una humillación"

Inés Arrimadas se subió a la tribuna del Congreso convencida de que la intervención que le había precedido, la del diputado de ERC, Gabriel Rufián, había sido “una auténtica humillación”. La portavoz parlamentaria de Ciudadanos apeló directamente a la bancada socialista, preguntándose si “ni un solo valiente del PSOE” había decidido “no tragar” tras escuchar las palabras del republicano. La sombra del ‘tamayazo’ sobrevoló toda la intervención de la dirigente naranja, que hizo varios llamamientos a esa misma idea.

Reprochó duramente a Sánchez haberse limitado a “agradecer explícitamente” la negociación entablada poniendo el foco en las “cesiones” que ya están por escrito. Habló de la mesa entre gobiernos con ERC, pero también del acuerdo firmado con el PNV y con el BNG para contar con el apoyo de su diputado. “Y esto, les recuerdo, es solo para la investidura. Así que los nacionalistas pasarán por caja cada vez que haya que aprobar algo. Prepárense para lo que viene”, insistió.

Arrimadas no dudó en reprochar a Sánchez el hecho de que iniciara su discurso de investidura asegurando que España no se rompería y justificando que el PSOE es un partido socialdemócrata: “¿Qué habrán hecho para tener que explicar estas cosas?”, se preguntaba la portavoz para lanzar después el que consideró el “mejor resumen” del acuerdo firmado: “Si Bildu dice que este pacto es una oportunidad para ellos, ¿no le da que pensar que es un riesgo para toda España?”, zanjó.

La representante de Ciudadanos tiró de hemeroteca para poner a Sánchez frente al espejo del mes de abril, cuando tras las elecciones del 28-A y en plena precampaña de la repetición electoral, no dudó en afirmar que no podía formar Gobierno con Unidas Podemos. El mismo que ha terminado pactando. “Nunca he estado en un debate de investidura tan fácil en el que para defender mi postura, solo tengo que repetir frases del propio candidato”, lanzó. “Usted decía que no podría dormir tranquilo con un Gobierno en el que Iglesias fuera vicepresidente. Aquel día usted era muy facha”, ironizó.

Más tarde continuaba: “Otro día dijo el señor Sánchez que España no se merecía un Gobierno en el que la mitad defendiera que hay presos políticos y que ampararían un referéndum. Aquel día era usted de ultraderecha”, dijo Arrimadas, apelando directamente al presidente en funciones: “¿De verdad no le da vergüenza proponer ahora este acuerdo, con todo lo contrario de lo que dijo hace unos meses?”.

Como adelantó este diario, Arrimadas dejó claro que no es cierto que el voto de los españoles buscara el acuerdo actual aunque el PSOE fuera la primera fuerza el pasado 10-N. “Esta infamia no estaba escrita. No es cierto que los españoles lo pidieran en las urnas. Usted se presentó diciendo justo lo contrario”, insistió. “Y hoy por primera vez el PSOE podía no haber pactado con el nacionalismo, sino haberlo hecho con los constitucionalistas”.

Era lo previsible. Que sacara a colación la propuesta que lleva defendiendo un mes y medio: la vía de los 221 escaños, un acuerdo amplio entre PSOE, PP y Ciudadanos para la legislatura completa. “Es la única vía que da estabilidad a España”, repitió. Y volvió a apelar a todos los socialistas históricos —citó a Alfonso Guerra, Juan Carlos Rodríguez Ybarra o Paco Vázquez— preguntando a Sánchez si también los considera unos fachas.