Sánchez e Iglesias aceleran su negociación para facilitar la investidura antes de Navidad

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias tienen ya avanzado el programa de gobierno de un hipotético Ejecutivo conjunto y, a falta de perfilar algunas cuestiones menores, sería "cuestión de días" que cerrasen este acuerdo, según fuentes cercanas a las negociaciones. La intención es tenerlo listo antes de que arranquen formalmente las negociaciones para la investidura con las formaciones minoritarias, las cuales ya en la primera toma de contacto que mantuvieron con la socialista Adriana Lastra le trasladaron la petición de conocer el programa de gobierno antes de entrar a profundizar más. El PNV es quien más ha incidido en esta cuestión.

Estos avances en el desarrollo de la acción de gobierno permitirán ajustar mejor el calendario para facilitar que la investidura se produzca antes de Navidad, como desean PSOE y Unidas Podemos. "Espero que la próxima Nochebuena los españoles puedan cenar con un Gobierno", zanjaba este jueves Pablo Iglesias. El líder de Unidas Podemos no ha querido adelantar una fecha para la investidura, limitándose a recordar que es una cuestión que depende tanto del presidente en funciones como "de la presidenta o presidente del Congreso de los Diputados".

La fecha se fijará tras las preceptivas consultas del Rey con los partidos y dependerá sobre todo de cómo evolucionen las negociaciones con ERC, uno de los principales escollos hasta ahora para sacar adelante la investidura y cuya abstención se hace imprescindible para que sea exitosa. Es en esta empresa en la que se están centrando ahora todos los esfuerzos, trabajando "desde el diálogo, la empatía y con mano izquierda", según resumió Iglesias antes de presentar sus credenciales como diputado en el Congreso. La interlocución es a varias bandas y los 'comuns' también están ejerciendo un papel de puente con los republicanos catalanes.

La acción de gobierno para la próxima legislatura será lo primero que se ponga así sobre la mesa del resto de partidos, dado que la intención de Sánchez e Iglesias pasa por no dar a conocer la estructura del próximo Ejecutivo antes de celebrar la investidura. "En el momento en que se haya producido felizmente la investidura, ustedes conocerán todos los detalles respecto a la composición del próximo Gobierno", respondía Iglesias ante las preguntas de los periodistas en el Congreso.

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Los líderes de PSOE y Unidas Podemos negocian ahora la posibilidad de que Unidas Podemos cuente con un cuarto ministerio —para encajar mejor las competencias que les correspondería desarrollar a los morados—, que se sumaría a las carteras de Igualdad, Trabajo y Universidades, además de la vicepresidencia social. El preacuerdo firmado hace dos semanas entre Sánchez e Iglesias se desarrolló sobre la base de que los morados ocuparían una vicepresidencia social bajo la batuta del líder de Podemos y tres carteras dependientes de este cargo, con compartimentos estancos para cada formación.

Sin una "fecha límite"

El deseo de ambas partes pasa por tener Gobierno "cuanto antes" y poder arrancar el año con un Ejecutivo que ya no esté en funciones. Desde Unidas Podemos, son optimistas en que así pueda suceder, pero, con todo, aseguran que Sánchez e Iglesias no se han fijado una fecha límite. "No hay ningún 'deadline", insisten, por lo que tampoco les preocuparía en demasía si la investidura se va al mes de enero. Lo importante, concluyen, es contar con un Gobierno.

La única certeza ahora mismo es que las Cortes de la XIV Legislatura se constituirán el próximo martes 3 de diciembre. Tras ello, se prevé que la ronda del Rey con los representantes de los distintos partidos arranque cuando los apoyos estén más o menos amarrados. Si todo fuese según lo previsto, el debate de investidura se podría celebrar en la semana del 16 de diciembre.

Socialistas y morados habrían concluido prácticamente sus deberes de desarrollar un programa de gobierno, que tiene como base el pacto presupuestario que ya firmaron en octubre del pasado año. La subida progresiva del salario mínimo interprofesional (SMI) para que al final de la legislatura se sitúe en el 60% del salario medio será una de las banderas del Gobierno. Asimismo, entre los objetivos que se están discutiendo con base en aquel primer acuerdo que supuso el primer gran consenso entre ambas formaciones, se encuentran un aumento significativo de las ayudas a la dependencia; el apoyo a la ley de violencias sexuales propuesta por Podemos; mejorar las becas y reducir las tasas universitarias; desarrollar el modelo de transición energética, o la recuperación del subsidio de desempleo para mayores de 52 años.

Menos consenso se ha producido durante las negociaciones en materia de vivienda o de bajada de la factura de la luz. Los socialistas se han opuesto a desarrollar medidas para el control de precios en aquellas zonas especialmente tensionadas, así como a modificar el decreto sobre vivienda para mejorar la protección frente a las subidas de alquiler consideradas abusivas o los desahucios. Tampoco ha habido acuerdo para impulsar el denominado 'impuesto a la banca' ni para "elaborar un plan de actuación de Sareb para garantizar la firma de convenios con comunidades autónomas y ayuntamientos que impulsen la utilización de viviendas para alquileres sociales", como sí se incluía en el acuerdo presupuestario.