Calvo, sobre Delgado: "Se va a defender ella estupendamente" y "se va a mantener"

El Gobierno sostiene a la ministra de Justicia, Dolores Delgado. Al menos por ahora no la dejará caer ni cree que tenga motivos para ello. Eso sí, la defensa no es del todo encendida y vehemente. Prueba de ello lo eran las primeras palabras de la vicepresidenta del Ejecutivo —a la cabeza del Gabinete esta semana, dado que su jefe está en EEUU hasta el sábado—, Carmen Calvo, en los pasillos del Senado. "Se va a defender ella estupendamente", aseguró a los informadores, a los que les costó arrancar unas declaraciones suyas. Más tarde, aseguro que "se va a mantener" en su cargo. Para entonces, Pablo Iglesias, líder de Podemos y socio de los socialistas, ya había marcado distintas y había reclamado la cabeza de la responsable de Justicia tras desvelarse sus conexiones con el policía encarcelado José Manuel Villarejo.

La número dos del Gobierno se remitía por tanto a las explicaciones, confusas y cambiantes, que Delgado ha ido ofreciendo hasta ahora. La presión ambiental sobre ella ha crecido en los dos últimos días, con los audios difundidos por el portal 'Moncloa.com', que dan cuenta de una comida, en octubre de 2009, en la que ella participó junto con el exmagistrado Baltasar Garzón y el comisario José Manuel Villarejo, hoy en prisión por el caso Tándem. En la segunda entrega de grabaciones se le oye referirse a su actual compañero de Gabinete y ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, como "maricón", y también muestra sus preferencias por tribunales "de tíos" porque sabe "por dónde van".

Marlaska no se da por ofendido tras conocerse que Delgado se había referido a él en 2009 como "maricón" y dice que importan los hechos

Delgado dijo primero este martes, en un desayuno informativo, que no se refería a Marlaska, y que los audios habían sido "troceados", manipulados. Más tarde su departamento matizó esa misma versión: la ministra, en realidad, sí aludía en aquel almuerzo de 2009 al hoy titular de Interior, pero su pretensión no era denigrarlo por su condición sexual, por ser gay. El titular de Interior, no obstante, no se da por ofendido y cree que lo importante son los hechos, y no las palabras.

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Palabras contadas

El presidente del Gobierno no se ha referido aún públicamente al caso que rodea a Delgado, aunque fuentes de su entorno sí relataron ayer lunes que ambos hablaron y que él la respalda y sostiene su versión de que está siendo víctima de la estrategia procesal de Villarejo, de un intento de "chantaje al Estado" por parte del policía retirado y hoy acusado de graves delitos.

La portavoz del Ejecutivo subraya la "plena confianza" del Gabinete en la titular de Justicia, en el centro de la polémica por los audios de Villarejo

Calvo no quiso atender a las preguntas de los informadores a su llegada a la sesión de control en el pleno del Senado. Tras responder a dos senadores de la oposición, de nuevo fue interpelada. "Se va a defender ella estupendamente", replicó cuando se le inquirió si la va a defender.

Hubo una nueva ocasion para preguntar a la vicepresidenta, después de que abandonase la zona de Gobierno de la Cámara Alta. Los periodistas le preguntaron si se podía mantener dentro de un Ejecutivo feminista una ministra que había reconocido en aquella conversación privada de hace nueve años que prefería trabajar con un tribunal formado por hombres. "Perfectamente se va a mantener" en el cargo, dio por toda respuesta.

Tiempo después de que salieran del hemiciclo tanto Calvo como Delgado —ella tuvo que afrontar preguntas de la oposición antes de la moción de reprobación del PP—, llegó la titular de Educación y portavoz del Ejecutivo. Isabel Celaá reiteró las palabras suyas del viernes pasado en rueda de prensa: "El Gobierno tiene y mantiene la plena confianza" en Delgado.