Llarena rechaza la entrega de Puigdemont por malversación y retira las euroórdenes

El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena ha rechazado la entrega de Carles Puigdemont solo por malversación, tal y como ofreció la Justicia alemana el pasado 12 de julio. El magistrado denuncia además en el auto la "falta de compromiso" por parte de sus homólogos alemanes, a quienes acusa de haber "anticipado un enjuiciamiento para el cual no tienen cobertura normativa", y opta también por renunciar a las euroórdenes que mantenía activas contra los fugados, evitando así que puedan librarse del delito de rebelión o sedición por el momento.

Para el juez Llarena, el papel de la Justicia germana "debería haberse limitado a comprobar si los hechos descritos por la jurisdicción española están contemplados en la legislación penal de Alemania, y si justificarían por ello que, de haberse perpetrado en el país de ejecución los hechos que se sospechan, se impulsaría una investigación penal semejante a la que aquí se sigue", señala el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña en un comunicado.

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El Tribunal Supremo responde por tanto con dureza a la Audiencia Territorial de Schleswig-Holstein, que el pasado 12 de julio ofreció extraditar a España al expresidente de la Generalitat por presunta malversación, pero no por rebelión o sedición, lo que implicaba que el político solo se enfrentaría a una condena de 12 años y no a la pena máxima de 30 que conlleva el segundo delito.

Según critica el magistrado en el auto, el tribunal de Schleswig-Holstein "llega a valorar en algunos extremos, a efectos de fondo, la declaración del encausado". Y esa ponderación de su relato a la hora de evaluar la antijuridicidad de los hechos que se le atribuyen, argumenta Llarena, confiere "un valor probatorio definitivo a su versión, pese a que la declaración no pueda confrontarse con el resto de fuentes de prueba recogidas en una extensa instrucción que el tribunal de ejecución desconoce”.

En lo que se refiere a retirar las euroórdenes que pesan contra los otros cinco fugados —Toni Comín, Meritxell Serret, Lluís Puig, Clara Ponsatí y Marta Rovira—, Llarena argumenta que los países en los que se encuentran no aceptaron que se les juzgara de acuerdo al ordenamiento jurídico español, lo que podría dar lugar a una situación similar a la vivida con el 'expresident'.

Ahora, la Fiscalía de Schleswig-Holstein espera el auto del Tribunal Supremo español (TS) retirando la euroorden contra Puigdemont, ya que el auto emitido por Llarena no ha llegado aún a esa Fiscalía alemana, indicó a EFE su fiscal y portavoz, Wiebke Hoffelner. En cuanto obre en su poder, se "solicitará de inmediato" a la Audiencia Territorial de Schleswig-Holstein su cancelación, a lo que "previsiblemente" seguirá una respuesta positiva de ese tribunal.

La Fiscalía se suma a las críticas

La Fiscalía también ha acusado al Tribunal Regional Superior de Schleswig-Holstein de "incumplir el marco jurídico europeo que regula la orden europea de detención y entrega" al aceptar la extradición del expresidente catalán Carles Puigdemont solo por malversación y no por todos los delitos por los que era reclamado.

La Fiscalía también ha acusado al Tribunal Regional Superior de Schleswig-Holstein de "incumplir el marco jurídico europeo que regula la orden europea"

El Ministerio Público español opina que el tribunal alemán "ha asumido las funciones de enjuiciamiento legalmente atribuidas a la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, produciéndose una indebida intromisión en la jurisdicción de los tribunales españoles". Así lo ha manifestado la Fiscalía en el escrito que ha presentado ante la Sala de lo Penal para oponerse a la puesta en libertad de los procesados en la causa del 'procés' que se encuentran en prisión provisional.

El TS pidió entregar a Puigdemont por sedición

Ante el miedo a que la Justicia alemana no aceptara la extradición de Puigdemont por rebelión, el juez del Tribunal Supremo pidió el pasado mes de mayo que le entregaran por un delito de sedición, alegando que su convencimiento "de que los hechos que se relatan en el auto de procesamiento (y en la eurooden) son constitutivos de algún tipo de infracción penal en Alemania". Según informaron a El Confidencial fuentes jurídicas, el magistrado español destacó ante sus compañeros alemanes que no era necesario que entraran a valorar el componente de violencia que sería necesario para el tipo delictivo de la rebelión, ya que los hechos por los que se reclama la entrega podían encajar también en el de sedición.

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Agencias

El 25 de marzo, Puigdemont fue detenido poco después de entrar en territorio alemán por Dinamarca. Ingresó en la prisión de Neumünster, donde pasó 12 días tras quedar en libertad condicional al pagar una fianza de 75.000 euros. Y precisamente fue la Audiencia Territorial de Schleswig-Holstein la que descartó el pasado 5 de abril extraditar a Puigdemont por un delito de rebelión, dejándole en libertad bajo fianza y prohibiéndole salir de Alemania mientras estudiaba la entrega por malversación, algo que confirmó tres meses después.

Según explicó el tribunal en un comunicado, la sala primera de lo penal consideró que la imputación del delito de rebelión es "inadmisible" por no cumplirse el requisito de la violencia, pero creía que sí podía ser aceptado el de corrupción, como malversación de fondos públicos, por lo que el proceso de extradición siguió adelante desde entonces. Además, la Audiencia no observó que Puigdemont corriera riesgo de persecución política: "Con la malversación de fondos públicos, al perseguido se le acusa de un acto concreto castigado también por la legislación alemana, no por sus ideas políticas".