La moción de censura de Sánchez divide al PNV y deja en el aire el futuro de Rajoy

"El PNV no está en condiciones de garantizar su abstención en la moción de Pedro Sánchez". Es el mensaje que ha hecho llegar a La Moncloa el presidente del Partido Nacionalista Vasco, Andoni Ortuzar, a menos de 24 horas de que arranque el pleno del Congreso en que se deciden el futuro de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno y la continuidad de la legislatura.

[Sigue en directo la moción de censura a Mariano Rajoy]

Según admiten fuentes del Ejecutivo, sus interlocutores en el Gobierno vasco están convencidos de que les conviene la estabilidad política y económica, aunque solo sea para la ejecución presupuestaria, pero falta el visto bueno de los que “mandan de verdad”: la dirección del partido, el Euskadi Buru Batzar. La ejecutiva del partido ha anunciado que se reunirá este jueves de manera extraordinaria para decidir si dan su apoyo a la moción.

Las últimas gestiones del Gobierno con el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, y las del Grupo Popular con los diputados nacionalistas han sido infructuosas. El primero comunicó que en su partido no quieren quedarse como el último sostén de Rajoy, aunque sea por la vía de la abstención, y los cinco parlamentarios peneuvistas esperan órdenes de sus jefes y se comprometen a guardar silencio hasta que no se pronuncie el EBB.

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“Si está cerrado un acuerdo de última hora, si Urkullu ha avisado de que no se abstienen, o si Ortuzar no ha convencido al resto de la dirección de que no conviene votar a Sánchez, solo lo sabe Rajoy”, insisten en el PP sin dar más detalles del momento de las conversaciones con los nacionalistas vascos.

El secretismo sobre el resultado final de las conversaciones abiertas entre La Moncloa y el PNV se impone igual que en las negociaciones sobre los Presupuestos; pero con la diferencia de que entonces siempre hubo varios cauces abiertos (también el del Ministerio de Hacienda) y un acuerdo básico de entrada que luego se iba 'vistiendo' como tira y afloja sobre distintos factores: cupo, inversiones, mercado energético, aplicación del artículo 155 en la Generalitat catalana y, al final, subida de pensiones.

“Hubo tiempo para las negociaciones y para que ellos [el PNV] fueran 'vendiendo' a sus bases y electorado cada logro que alcanzaban”, comentan en el PP.

En el Grupo Popular se agarran a la convicción de que el Partido Nacionalista Vasco es una formación “seria” y cumplidora con los pactos que alcanza, además de recordar que el compromiso genérico de Mariano Rajoy con sus dirigentes era para dar estabilidad económica para toda la legislatura, como se demostró en la tramitación de los Presupuestos de 2017 y los de este ejercicio. Según las mismas fuentes, no dejaría de ser contradictorio apoyar una semana a Rajoy para asegurar esa estabilidad económica y política y avalar días después una moción para derribar al mismo presidente del Gobierno a quien dieron oxígeno con los Presupuestos acordados.

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Los nacionalistas vascos no desean elecciones a corto plazo, pero tampoco quieren quedarse solos con Ciudadanos para salvar a Rajoy, y tienen enfrente al resto de los partidos nacionalistas e independentistas: los catalanes de ERC y PDeCAT y los batasunos de Bildu.

El PNV asegura en el Congreso que quiere saber qué dirá Sánchez en la moción, y su portavoz, Aitor Esteban, emplaza al aspirante socialista a aclarar "cómo va a mantenerse si saliera adelante en el poder; cuál es su opinión hacia el autogobierno vasco, su concepto sobre el Estado o qué piensa sobre Cataluña y qué piensa hacer".