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Sánchez: "Cifuentes no tendrá el máster, pero Rivera se está doctorando en cinismo"
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ACTO EN EL CENTRO CULTURAL CONDE DUQUE DE MADRID

Sánchez: "Cifuentes no tendrá el máster, pero Rivera se está doctorando en cinismo"

El secretario general y el líder madrileño arropan al candidato Gabilondo en defensa de la "moción de la dignidad". El portavoz llama a la movilización social a favor de la iniciativa y contra la presidenta

Foto: Pedro Sánchez, José Manuel Franco y su número dos, Carmen Barahona, arropan a Ángel Gabilondo, este 7 de abril en el Conde Duque de Madrid. (EFE)
Pedro Sánchez, José Manuel Franco y su número dos, Carmen Barahona, arropan a Ángel Gabilondo, este 7 de abril en el Conde Duque de Madrid. (EFE)

"No ocurrirá hoy, y eso es importante saberlo". Risas del auditorio y aplausos casi continuos. Tenía razón Ángel Gabilondo, exministro de Educación, portavoz socialista en la Asamblea y candidato a la investidura de la presidencia de la Comunidad de Madrid. No asumirá tan pronto las riendas del Ejecutivo regional. Quizá no las consiga en los aproximadamente 20 días que faltan para que se discuta la moción de censura que él encabeza, y quizá no tenga la oportunidad el próximo año, cuando se celebren los comicios autonómicos. Pero al menos el partido, el PSOE del que él no es militante, está más enchufado y animado. Chute de moral y exhibición del "orgullo" de las siglas. Los socialistas sienten que han cumplido con su obligación, por "responsabilidad", al presentar la "moción de la dignidad", y ahora el papel descansa en los otros actores. En Ciudadanos. La formación a la que Ferraz y el PSOE-M presionan día tras día para que se decida y eche a Cristina Cifuentes de la Puerta del Sol por el escándalo de su máster.

Porque ella quizá no obtuvo ese título académico de forma legal, pero Albert Rivera "se está doctorando en cinismo". Pedro Sánchez quiso subir un escalón más. Un apretón añadido contra las cuerdas para Cs. El secretario quiso apretar las tuercas este sábado en el primer mitin de apoyo del PSOE a Gabilondo. O el "primer acto electoral de 2019", en palabras del líder madrileño, José Manuel Franco. Un encuentro diseñado en las últimas horas y que reunió a unas 400 personas (300 en las butacas, 100 en una sala anexa) en el Centro Cultural Conde Duque de Madrid, y que estaba pensado para animar a las huestes, hacer pedagogía y llamar a la movilización ciudadana a favor de la moción de censura. El papel principal estaba reservado para el candidato, para Gabilondo: él fue el encargado de cerrar y de deleitar a la parroquia socialista con un discurso cargado de humor e ironía. "Está muy bien que el telonero hable al final", rió entre aplausos.

Sánchez sí ejerció más de telonero del actor principal, pero se encargó de tirar más fuerte de las orejas a Ciudadanos. El viernes ya había advertido a Rivera a qué se exponía, y este sábado lo reiteró. "Ya va siendo hora de que haya partidos que se definan y decidan si quieren ser regeneradores o encubridores de la corrupción del PP". "Cifuentes y Rivera tienen algo en común: dime de qué presumes y te diré de qué careces. Cifuentes no tendrá el máster, pero Albert Rivera se está doctorando en cinismo", asaeteó.

Sánchez: "Según el PP, Cifuentes es la cultura del esfuerzo: pilla hasta que te pillen". El líder recuerda que la moción "no va contra ningún partido"


El hilo conductor de todas las intervenciones fue el mismo: es necesario un nuevo Gobierno autonómico que limpie la región, que acabe no solo con la corrupción, sino también con una forma de dirigir las instituciones basada en la "impunidad". "Cifuentes representa la cultura del esfuerzo, según el Partido Popular: pilla hasta que te pillen", glosó sarcástico Sánchez, quien luego se refirió a la defensa que de la presidenta madrileña había hecho la víspera, en la convención nacional del PP en Sevilla, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal. "Tenemos que defender lo nuestro y a los nuestros", proclamó. "Si en lugar de defender lo suyo y a los suyos defendieran lo de todos los madrileños hace tiempo que habrían defendido la dimisión de Cifuentes", respondió el jefe del PSOE.

Foto: Pedro Sánchez y Ángel Gabilondo, el pasado 11 de marzo en Madrid, en los actos por el 14º aniversario de la masacre del 11-M. (EFE)

No a otra 'operación Murcia'

Sánchez insistió, como también hicieron Gabilondo y Franco, que la moción de censura registrada el jueves "no va contra ningún partido, va contra una forma de hacer política". Y tampoco "va de encuestas, va de recuperar la dignidad", el "buen nombre" de las instituciones madrileñas, y por eso no puede prevalecer la "calculadora electoral", como a su juicio hace Rivera.

El PSOE advierte de que no le vale con que suceda a Cifuentes otro diputado del PP, porque el partido está "secuestrado por la corrupción"

Mientras intervenía Sánchez en el atril, se conocía el ultimátum del portavoz de Cs en la Asamblea regional: si el PP no apoya su propuesta de creación de una comisión de investigación, le pedirá en 48 horas la dimisión. El PSOE ya se veía venir que la formación naranja activaría la 'operación Murcia II'. Es decir: exigir la cabeza de la presidenta autonómica para acabar amagando con sumarse a la moción socialista en caso de que ella no ceda. Todo ello con el objetivo de que el PP espabile y ofrezca otro candidato popular a la investidura para conservar el Gobierno en sus manos. Pero los socialistas ya advierten de que esa no es la salida. "Los que han jaleado y aplaudido en pie versiones no ajustadas a la verdad de la presidenta tienen pocas condiciones para ser presidentes de esta Comunidad", señaló Gabilondo.

Foto: El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ofrece declaraciones en la Convención Nacional del PP. (EFE)

Es decir, que otro diputado del PP no puede suceder a Cifuentes. Al PSOE no le vale que se sustituya a la jefa del Ejecutivo "por otro de la misma calaña", avisó Franco. El PP está "está secuestrado por la corrupción, y pongan al que pongan será cómplice de la corrupción". "Por eso queremos un Gobierno decente. ¡Aquí no hay sillones, hay decencia! Todo lo demás son atajos que no conducen a ningún lado", proclamó, con la platea puesta en pie. En primera fila, varios miembros de la ejecutiva federal y de la cúpula en el Congreso: Cristina Narbona, Beatriz Corredor —posible aspirante en la capital—, Toni Ferrer, Paco Polo o Rafa Simancas.

Pedro Sánchez: "Cifuentes no tendrá máster, pero Rivera se está doctorando en cinismo"

"Una forma de concebir el poder"

Gabilondo fue quien tejió el discurso de más calado político, y el que no pudo evitar ejercer de lo que es, por encima de todo. Un profesor. Por eso explicó por qué los socialistas se han "puesto así por un máster". "El máster es un síntoma de una manera de concebir el poder, de concebir la política", y con el escándalo se ha extendido la "sensación de impunidad", de "privilegio", de pensar que el poder está "al servicio de intereses particulares". "Por eso hay que ganar la moción", animó. Y si ha entrado este caso como un cañón "en todas las casas", siendo más corrosivo incluso para el PP que todo el reguero de presunta corrupción, es porque "ha tocado el corazón de toda la ciudadanía", porque es una experiencia, la de los estudios universitarios, que está en casi todos los hogares. Así que ha llegado la hora de "defender la universidad", y eso se hace identificando y apartando a los que proceden inadecuadamente.

Gabilondo señala que la moción no busca señalar a un "retratadísimo" Cs: "Es para que reorienten su política de acuerdo a su proyecto"

El portavoz sostuvo que la moción no se plantea para "retratar" a Cs, que está ya "retratadísimo", porque "ha apoyado al PP una y otra vez" en Madrid. "Es para que reorienten su política de acuerdo a su proyecto, que hablaba de regenerar, de lo joven frente a lo viejo, de los odres nuevos frente a los podridos. Ahora lo tienen a mano". Era su forma de persuadir a los naranjas, convencerles de que la iniciativa no está tan lejos de su proyecto, porque es una cuestión de "dignidad". Solo de eso.

Ultimátum de 48 horas de Ciudadanos a Cifuentes: "O comisión de investigación o dimisión"

"¡Presidente, presidente!"

Se notaba que la militancia disfrutaba de Gabilondo. Le recibió al grito de "¡presidente, presidente!", le correspondió con numerosos aplausos, reía con su humor. Pero en el fondo estaba dándoles una lección. No es infrecuente en él. Suele aprovechar sus mítines para arengar a las bases y decirles que han de moverse y dejar atrás las luchas intestinas del PSOE-M. "Lo más cómodo es restar importancia a las cosas. Pero estamos aquí porque no nos da todo igual: queremos tensión, intensidad y compromiso político, responder a un desafío y a la llamada de la opinión pública, que ha dicho que la situación es insostenible".

Esta moción es una llamada a la movilización, y llamamos a todos los ciudadanos de bien a que se movilicen ante esta situación

El candidato invitó a los suyos a poner las luces largas. A pensar más allá de la votación de la moción de censura, que probablemente pierdan. A no desfallecer y a permanecer unidos. "No tenemos miedo a ganar ni a perder. Pero si luchamos juntos por algo ya hemos ganado para siempre y mereceremos a confianza de los ciudadanos [...]. Trabajemos todos los días, despacio y juntos, para labrar ese proyecto para Madrid". Les llamó a ver el lado positivo: las supuestas irregularidades del máster de Cifuentes son "una ofensa y una agresión", pero también "causa de un despertar, también para nosotros, del letargo de la política en Madrid". En definitiva, quiere que el escándalo rompa con la "sensación de movimiento mortecino". Gabilondo es consciente de que brega con un PSOE-M muy falto de cohesión y dado a la apatía. Se conoce bien el paño.

"Si uno siente que cumple con su deber, ningún riesgo es mayor que quedarse quieto —reflexionó—. Si estamos quietos ya hemos perdido, hemos claudicado, nos hemos resignado". El candidato defendió que la moción es en sí misma "un compromiso de primera magnitud", una acción política que marca la realidad, un "gesto con contenido, no una pura gestualidad".

La polémica por el supuesto máster de Cifuentes eclipsa la convención del PP

A Gabilondo, catedrático de Metafísica, le gusta citar a los grandes de la Filosofía, para traer sus enseñanzas al presente. Este sábado recordó a Platón, y la división entre aquellos que se mueven en el mundo de la opinión y los que buscan la verdad. Los primeros son "unos mirones", los que se limitan a ver lo que pasa. Los segundos "son los que intervienen para hacer que no pase lo que pasa". Los socialistas han de formar parte de este segundo grupo. Han de agitar. "Vamos a movilizarnos y a movilizar. Esta moción es una llamada a la movilización, y llamamos a todos los ciudadanos de bien a que se movilicen ante esta situación insostenible". No es un "acto de burocracia parlamentaria, es un gesto político que pide ayuda, apoyo, respuesta". Gabilondo incluso llamó a la movilización a los que votaron al PP y creen que ya no se puede aguantar más el hedor. "Nuestra acción no es sectaria, sino de convocatoria", abundó.

El PSOE explica la moción de censura contra Cifuentes a militantes de Madrid

Franco, al igual que su secretaria de Organización, Carmen Barahona, apuntaló ese mensaje. Una moción frente a un "clima irrespirable" cuyo "penúltimo suceso" es el máster de la presidenta, que "no es más que una gota en el diluvio de casos de corrupción del PP". Es una iniciativa, siguió, para salir del "lodazal", y que está pensada para hacer "un reparto de sillones", sino para procurar para Madrid un "Gobierno decente". Es un movimiento nada "táctico", que ha "descolocado" a otras fuerzas: a las que los apoyan, como Podemos, porque los socialistas han tomado la delantera, y "a los que se lo piensan y esperan la llamada del Señor... del señor Rivera", bromeó.

En el ambiente se percibía cierto aire triunfalista, un clima más entusiasta que contrastaba con la atmósfera más mohína de otros actos del PSOE-M. Esa es la actitud, señaló Gabilondo. "Lo que tenemos que sentir es alegría, alegría por la satisfacción del deber cumplido, y mostrarnos con dignidad".

Franco: el máster no es más que una "gota en el diluvio de casos de corrupción" del PP y la moción es la única vía para salir del "lodazal"

El viaje hacia la moción de censura socialista arranca ya. Insuflar ánimos y ganar aunque se pierda puede estar al alcance de la mano. Derribar a Cifuentes, quizá no tanto. Cuando el acto en el Conde Duque había concluido, se conoció la respuesta del PP a Cs: sí aceptaba la comisión de investigación con el fin de que la formación naranja no reclamara la cabeza de la presidenta. Ambos conseguían ganar tiempo.

"No ocurrirá hoy, y eso es importante saberlo". Risas del auditorio y aplausos casi continuos. Tenía razón Ángel Gabilondo, exministro de Educación, portavoz socialista en la Asamblea y candidato a la investidura de la presidencia de la Comunidad de Madrid. No asumirá tan pronto las riendas del Ejecutivo regional. Quizá no las consiga en los aproximadamente 20 días que faltan para que se discuta la moción de censura que él encabeza, y quizá no tenga la oportunidad el próximo año, cuando se celebren los comicios autonómicos. Pero al menos el partido, el PSOE del que él no es militante, está más enchufado y animado. Chute de moral y exhibición del "orgullo" de las siglas. Los socialistas sienten que han cumplido con su obligación, por "responsabilidad", al presentar la "moción de la dignidad", y ahora el papel descansa en los otros actores. En Ciudadanos. La formación a la que Ferraz y el PSOE-M presionan día tras día para que se decida y eche a Cristina Cifuentes de la Puerta del Sol por el escándalo de su máster.

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